¡°No queda nada de los pinos centenarios¡±
Un grupo de j¨®venes de Chulilla luch¨® contra las llamas hasta que la Guardia Civil amenaz¨® con detenerles
¡°Ha sido horrible, el humo no nos dejaba ver nada¡±. Carlos Mart¨ªnez y Amparo Esteve, de 30 a?os, tiene un beb¨¦ de seis meses y han pasado la noche en el instituto de Villar del Arzobispo, desalojados de Chulilla. ¡°Me he ido de casa porque tengo un beb¨¦¡±, asegura Amparo, ¡°si no, no me voy¡±. Carlos es amigo de Jos¨¦, el joven que lanz¨® la primera alerta por las llamas a las 16.00 horas del domingo. Cuando fue avisado, corri¨® a la finca de Jos¨¦ para intentar atajar las llamas. Carlos, Jos¨¦ y otros vecinos del pueblo se armaron con azadas y palas para intentar detener las llamas que devoraban la maleza y se tragaban el bosque. ¡°Estoy desolado¡±, comenta Carlos, ¡°el paraje de La Pelma, donde hay pinos centenarios que se salvaron del ¨²ltimo incendio en 1994, ha quedado arrasado, no ha quedado absolutamente nada¡±. Carlos, Jos¨¦ y sus amigos solo se retiraron a las once de la noche cuando la Guardia Civil les amenaz¨® con detenerles si no desalojaban la zona de inmediato.
Juan Mira, de 82 a?os, y su esposa Isabel, de 78, tambi¨¦n han pasado la noche en Villar del Arzobispo. ¡°Vinimos en un autob¨²s enorme y no hemos pegado ojo. No me han dejado tiempo ni para coger el peine¡±, lamenta Isabel. ¡°Solo he podido coger mis medicinas¡±, a?ade y muestra una bolsita llena de medicamentos.
Bego?a, vecina de Andilla, localidad afectada por el incendio desatado en la misma comarca a finales de junio pasado, trabaja como voluntaria atendiendo a los desalojados que llegan a Villar del Arzobispo. ¡°A lo que no hay derecho es a lo que se est¨¢ haciendo con esta comarca¡±, dice indignada, ¡°hay dinero para la f¨®rmula 1, pero no hay nada para limpiar la maleza ni para llevar reba?os a los montes. El viento es el viento, pero si los montes estuvieran limpios las llamas no avanzar¨ªan tan deprisa¡±.
Pero el viento fue muy fuerte. "Parec¨ªa un lanzallamas", comenta Teresa Yuste, que intentaba subir a Bugarra desde Chulilla para comprobar los da?os que han sufrido los campos que poseen.
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