Resucitar las palabras del monte
Un glosario de la Universidad de Santiago re¨²ne nuevos y viejos t¨¦rminos del sector forestal
Comerciante de madera, carpintero de carros o cazador de monte seg¨²n el diccionario, la profesi¨®n de fragueiro pas¨® por mejores momentos. El yugo ya no somete a los bueyes ¡ªcon suerte, decora los salones de labradores retirados¡ª y los propietarios del minifundio forestal venden directamente a las madereras o, en el mejor de los casos, a trav¨¦s de asociaciones que destierran la vieja figura del mediador. Fragueiro, vocablo gallego en desuso reemplazado por el espa?ol ¡°rematante¡± para los gestores del monte, es uno de los 2.400 t¨¦rminos del Vocabulario Forestal reci¨¦n editado por el Servizo de Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica de la Universidade de Santiago, un intento de retener en lengua vern¨¢cula el l¨¦xico resultante de siglos de trabajo con la tierra. La relaci¨®n de t¨¦rminos aparece con sus equivalentes en castellano e ingl¨¦s, las lenguas de las que proceden muchas de las palabras usadas para denominar novedades t¨¦cnicas relacionadas con el sector.
?"Rareo" (clareo, o corte de ¨¢rboles para hacer menos denso el bosque), "arrincacepos" (o destoconadora, la m¨¢quina que arranca la parte inferior del ¨¢rbol, unida a la ra¨ªz), "batelumes" (matafuegos), "carroncha das bra?as" (el brezo que crece en zonas de turba), "cubrecalugas" (cubrenucas), "esqueiro" (escada), "pau de San Gregorio" (tambi¨¦n pau da rabia en gallego, o cerezo de racimo en castellano), "peto real" (p¨¢jaro picapinos), "pisco" (paporrubio), "ramalleo" (ramoneo, o poda de las puntas de las ramas), "limpafontes" (titr¨®n) o "zag¨®n" (zah¨®n, mandil que se sujeta a las piernas). El glosario, coordinado por el ling¨¹ista Xulio Rodr¨ªguez R¨ªos, incluye especies animales y vegetales, t¨¦cnicas de cultivo, t¨¦rminos de ecolog¨ªa y econom¨ªa forestal, plagas o maquinaria. Sus destinatarios son estudiantes de Agronom¨ªa de la facultad lucense, de donde proceden los cinco expertos que durante m¨¢s de tres a?os escrutaron tratados de bot¨¢nica y diccionarios y entrevistaron a trabajadores del sector en busca de la palabra correcta, lo menos deturpada posible por la influencia del espa?ol o del ingl¨¦s, idiomas con m¨¢s fortuna en los textos cient¨ªficos, sobre todo cuando el t¨¦rmino alude a innovaciones o pr¨¢cticas alejadas de la gesti¨®n tradicional del monte.
¡°Se introducen maquinaria y nuevas t¨¦cnicas con nombre en espa?ol, as¨ª que lo que aporta este glosario es que adem¨¢s crea vocabulario adaptando t¨¦rminos portugueses¡±, explica el agr¨®nomo Antonio Rigueiro, uno de los autores de la publicaci¨®n y experto en bot¨¢nica. "Naced¨ªo" es resultado de esa b¨²squeda. En Portugal llaman as¨ª a las plantas que brotan alrededor del ¨¢rbol madre por la ca¨ªda de la simiente, pero en Galicia se extendi¨® el t¨¦rmino "diseminado", importado del castellano, para referise a esta regeneraci¨®n natural. La elecci¨®n de una y otra soluci¨®n no ha estado exenta de debate. ¡°Hemos tenido discusiones y a veces no ha sido f¨¢cil decidirnos por una palabra, pero esta es una propuesta y estamos abiertos a cr¨ªticas y mejoras¡±, sugiere Rigueiro.
El l¨¦xico tambi¨¦n rescata vocablos reducidos por la simplificaci¨®n en el uso, como "rodal", referido tradicionalmente a un peque?o grupo de ¨¢rboles, inferior a la media docena, que solo conserva su sentido correcto en el sur de la provincia de Pontevedra. En el resto de Galicia ¡ªy en las convocatorias oficiales de ayudas p¨²blicas¡ª es m¨¢s frecuente hablar de "mouteiras", aunque este t¨¦rmino alude a ¨¢reas de arbolado algo m¨¢s grandes que el "rodal". Los matices se difuminan debido al abandono de pr¨¢cticas tradicionales y la p¨¦rdida de hablantes de gallego vinculados al medio rural; el monte ya no es, como anta?o, objeto de saber popular, aunque su extensi¨®n aumente y ocupe ya el 69% de la superficie gallega. ¡°Uno de los objetivos de este vocabulario es precisamente que los estudiantes de la Escola Polit¨¦cnica Superior usen bien los t¨¦rminos y que no recurran tanto a l¨¦xico castellano, porque las nuevas generaciones ya no est¨¢n familiarizadas con el monte¡±, explica el autor del Vocabulario, editado en papel pero tambi¨¦n disponible en la web de la Universidade de Santiago.
Aunque como herramienta para especialistas el l¨¦xico indica siempre el nombre cient¨ªfico de animales y plantas, no olvida los nombres populares, variaciones geogr¨¢ficas incluidas, de animales y plantas de las zonas de monte: no le faltan nombres al abedul, que puede ser "b¨ªdalo", "bido", "bidueira" o "bidueiro", ni a la "abubilla" ¡ªp¨¢jaro de pico largo y cresta colorida, en gallego "poupa" o "bubela"¡ª, como tampoco al "ciervo volante" -vacaloura, cornet¨¢n o escarnabois-, o la "tijereta", - "forcadela" o "cadela de frade" en la lengua propia. Para otro volumen queda una tarea no menos ingente que a Rigueiro le gustar¨ªa abordar: un glosario agroganadero, due?o tambi¨¦n de t¨¦rminos que se confunden y se olvidan.
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