El partido que gobernar¨¢ M¨¦xico pide explicaciones por los contratos de Pemex

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), la formaci¨®n del presidente electo de M¨¦xico, Enrique Pe?a Nieto, tiene dudas sobre el contrato firmado por la petrolera paraestatal Pemex con astilleros gallegos para construir dos buques hotel. Cree ¡°excesivo¡± su coste y as¨ª lo refleja en una lista de preguntas que acaba de formular al actual Gobierno mexicano en el Senado. Pero si esas dudas se convierten en cambios en los contratos cuando gobierne el PRI es algo que no se sabr¨¢ hasta despu¨¦s de las elecciones gallegas del 21 de octubre, ya que el nuevo presidente mexicano tomar¨¢ posesi¨®n un mes despu¨¦s, el 1 de diciembre.

La petrolera mexicana, supervisada por su Ejecutivo, firm¨® los contratos con el astillero vigu¨¦s de Barreras y el ferrolano de Navantia por 300 millones de euros (380 millones de d¨®lares) el 19 de este mes. Fue en la sede de la Xunta, en presencia de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, impulsor de las negociaciones y que en plena precampa?a auton¨®mica se apunt¨® un tanto luego censurado por la Xunta Electoral.

Firmado el contrato, el martes el partido que en diciembre gobernar¨¢ M¨¦xico reclam¨® en el Senado que el Gobierno Federal, actualmente del Partido Acci¨®n Nacional (PAN), presente ¡°un informe detallado¡± del acuerdo con Galicia. A su iniciativa se sum¨® tambi¨¦n el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), el segundo en las elecciones del 1 de julio, por delante tambi¨¦n del PAN.

El PRI comienza cuestionando el coste de los barcos, cifrado en 190 millones de d¨®lares cada uno: ¡°Parece excesivo, si se toma en cuenta que el costo de un buque petrolero que mand¨® construir la Secretar¨ªa de Marina [en M¨¦xico con dimensiones un tercio m¨¢s reducidas] fue de 40 millones de d¨®lares, es decir, 150 millones de d¨®lares menos¡±. Por ello, reclama que el Ejecutivo saliente responda a preguntas de todo tipo: qui¨¦n autoriz¨® el gasto, qu¨¦ beneficio sacar¨¢ M¨¦xico, por qu¨¦ no se inform¨® oficialmente, por qu¨¦ se contrata fuera del pa¨ªs y si se convoc¨® un concurso p¨²blico. El PRI se pregunta incluso si la compra de dos hoteles flotantes supone que Pemex ¡°se dedicar¨¢ al negocio del turismo¡±.

El futuro partido gobernante tambi¨¦n duda de la capacidad de Barreras y Navantia ya que ¡°ten¨ªan cinco a?os sin un solo contrato firmado, ni para construir una lancha¡±. Y pide explicaciones sobre la base log¨ªstica que se prev¨¦ para A Coru?a, planteando que las inversiones previstas en el ¡°acuerdo estrat¨¦gico¡± firmado con la Xunta se destinen a contratos con empresas nacionales, como exige su ley.

Antes de que el PRI hiciese p¨²blicas sus dudas sobre el acuerdo con Galicia, la cuesti¨®n apenas hab¨ªa trascendido en M¨¦xico. Solo unas t¨ªmidas protestas de astilleros locales hab¨ªan reclamado la construcci¨®n all¨ª de los siete remolcadores que la Xunta anunci¨® que se har¨¢n en Galicia y los otros siete que se fabricar¨¢n a medias, cuyos contratos siguen pendientes de concretarse. Pero ni los medios de comunicaci¨®n del pa¨ªs norteamericano ni sus pol¨ªticos se hab¨ªan pronunciado con tanta claridad como ahora, con el primer contrato ya firmado pero no desvelado por una supuesta ¡°cl¨¢usula de confidencialidad¡±.