Enemigo p¨²blico
"Nuestras universidades y nuestros centros de investigaci¨®n estaban entre los mejores del pa¨ªs y se los est¨¢n cargando irresponsablemente"
La semana pasada ha sido pr¨®diga en acontecimientos relacionados con el sector de la ense?anza universitaria: lanzamiento de huevos a Fabra en la Jaume I, follones en la Miguel Hern¨¢ndez donde el presidente tuvo que entrar de extranjis, irrupci¨®n de manifestantes en el paraninfo de la Universitat de Val¨¨ncia, anuncio de venta de la VIU¡ Eso por ce?irnos al nivel universitario, que los dem¨¢s tambi¨¦n est¨¢n que arden. ?Conspiraci¨®n judeo-mas¨®nica? ?Alianza marxista-leninista para destruir Espa?a? Vaya usted a saber: esto y mucho m¨¢s se insin¨²a en ciertos medios de comunicaci¨®n, como si estuvi¨¦ramos en un episodio de guerra de tronos. Sin embargo, una cosa es segura: el terreno estaba abonado para las protestas, pues los alumnos y los docentes no se quejan de vicio. El rector de la UV lo dej¨® muy claro: las formas son condenables, pero el fondo de las reivindicaciones es justo porque la situaci¨®n del sector ha llegado a ser calamitosa.
Bueno, son tiempos dif¨ªciles ¡ªme dir¨¢n¡ª, no hay un duro y todos tenemos que apretarnos el cintur¨®n. Es verdad. En la Comunidad Valenciana el diagn¨®stico resulta tr¨¢gicamente inescapable: cuando cada d¨ªa cierran nuevos negocios y se volatilizan los iconos m¨¢s sagrados de la disparatada ¨¦poca del ladrillo, incluidos el campo del Valencia CF y la F¨®rmula 1, parece insolidario lamentarse del coste de las tasas, de la ca¨ªda del n¨²mero de becas, del aumento de estudiantes por aula o de los recortes en los sueldos de los profesores. ?Por eso pas¨® el president como sobre ascuas de este asunto en el debate de las Cortes? ?O ser¨¢ que los de la ense?anza son gente pu?etera y les tienen miedo? Un amigo m¨ªo, que ejerci¨® responsabilidades educativas con el PP, me dec¨ªa que en el partido nadie quiere cargos en educaci¨®n, que es como la carta impar de la que todo el mundo intenta librarse pas¨¢ndosela a otro cuanto antes.
Es posible. Pero las soluciones solo vendr¨¢n de ese territorio comanche tan ingrato. Miren, Espa?a no tiene materias primas, no puede fiar en los caudales aportados por la venta de minerales o de petr¨®leo. Ya s¨¦, ya: que la Comunidad Valenciana atesora bienes paisaj¨ªsticos que le permiten recibir millones de turistas. Pues s¨ª, como algunos pa¨ªses tercermundistas del Caribe: no es un consuelo. Yo preferir¨ªa un tejido industrial innovador. ?Recuerdan c¨®mo se les llenaba la boca con aquello de que ser¨ªamos el Silicon Valley del Mediterr¨¢neo? Empiezo a pensar que se refer¨ªan a Terra M¨ªtica o a alguna tonter¨ªa por el estilo. Lo ¨²nico que a¨²n nos queda son personas formadas. Ya no las tendremos. Nuestras universidades y nuestros centros de investigaci¨®n estaban entre los mejores del pa¨ªs y se los est¨¢n cargando irresponsablemente. Luego que no se extra?en de que, cada vez que aparecen por un acto, la gente les expresa su repulsa. Es que, para muchos, se han convertido en el enemigo p¨²blico n¨²mero uno.
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