Mientras llega el Estado propio
El debate sobre el Estado propio ha eclipsado hasta la irrelevancia las cr¨ªticas a los recortes del Gobierno de CiU
El debate de pol¨ªtica general celebrado esta semana en el Parlamento de Catalu?a ha dejado claro que podr¨¢n disfrutar del anhelado Estado propio quienes superen la pol¨ªtica de ajustes que durante otra legislatura practicar¨¢ el Gobierno de Mas. La habilidad de CiU para situar en el centro del debate la conquista de estructuras de Estado y la capitalizaci¨®n pol¨ªtica que Converg¨¨ncia hace de la multitudinaria manifestaci¨®n de la Diada han eclipsado hasta la irrelevancia las cr¨ªticas a la pol¨ªtica de recortes. Es tal el peso de la cuesti¨®n nacional en la opini¨®n p¨²blica y publicada catalana que el presidente de la Generalitat se permiti¨® pasar sobre sus tres oleadas de ajustes a las cuentas p¨²blicas sin el m¨¢s m¨ªnimo acto de contrici¨®n. Mas hizo culpables de la situaci¨®n a la herencia del tripartito, las imposiciones de Europa y el trato fiscal recibido de Espa?a. CiU ha ordenado un imaginario primero en torno al pacto fiscal y, despu¨¦s, a las estructuras de Estado. Una vez alcanzado el objetivo nacional, parece que la vida de los catalanes cambiar¨¢ radicalmente. Tal vez entonces derechas e izquierdas encuentren su lugar.
De momento solo parece tener cabida un debate, a juzgar por lo acontecido en el Parlament, donde, ante la autocomplacencia convergente, el Partit dels Socialistes pas¨® como un zombie, m¨¢s preocupado por su guerra interior ¡ªque amenaza con hacerlo saltar en a?icos¡ª que por fiscalizar la gesti¨®n de CiU. Esquerra Republicana sucumbi¨® totalmente al encanto soberanista de Mas. Desde la izquierda, solo Iniciativa per Catalunya se emple¨® a fondo en denunciar los recortes sociales practicados durante 21 meses por el Gobierno. El empe?o de los partidos en marcar perfil electoral propio evit¨® que se produjeran transacciones capaces de censurar a Converg¨¨ncia. Las tres jornadas del debate de pol¨ªtica general pasar¨¢n a la historia por dos motivos: por haber aprobado la democr¨¢tica pr¨¢ctica del derecho de autodeterminaci¨®n y por dejar salir indemne a Artur Mas, el primer gobernante europeo a quien su pol¨ªtica de duros ajustes no va a pasar factura electoral.
El presidente catal¨¢n, contrariamente a su hom¨®logo espa?ol, siempre ha dado la cara y no se ha arredrado a la hora de aplicar recortes por severos que fuesen. No obstante, ha compartido con Rajoy el recurso de la culpa ajena. En lo que a programa electoral se refiere, Mas solo ha cumplido una de sus principales promesas: eliminar el impuesto de sucesiones. CiU se present¨® como remedio a los males del tripartito y asegur¨® que pod¨ªa reducir el paro a la mitad en cuatro a?os: en dos a?os ha aumentado de 686.000 a 821.000 personas. Tambi¨¦n se propuso una sustancial rebaja del fracaso escolar, en 2009 del 29%, a la media de la UE, el 10%: ahora se ha quedado en el 26%. En estos 21 meses, los empleados p¨²blicos han visto reducido su salario entre el 5% y el 15%. En sanidad han aumentado las listas de espera de 56.000 a 80.000 pacientes. La renta m¨ªnima de inserci¨®n, el ¨²ltimo refugio de la cohesi¨®n social, ha sido denegada a 7.127 familias que antes la ten¨ªan, al reformarse las condiciones de percepci¨®n. Como colof¨®n, han estallado casos de supuesta corrupci¨®n de altos cargos de la Diputaci¨®n de Barcelona, el caso Palau ha obligado a CDC a depositar una fianza millonaria ante el juez y hay sombras sobre el secretario general de CDC, Oriol Pujol, por ama?ar, supuestamente, concursos de estaciones de ITV. Para colmo, la comisi¨®n que deb¨ªa investigar casos de supuesta corrupci¨®n en la sanidad ha deca¨ªdo al concluir abruptamente la legislatura. El mismo jueves en que el Parlament puso el cartel de cerrado por elecciones, se celebr¨® una vista en la que el fiscal pidi¨® 5.000 euros de multa por da?os al honor a la revista Camfeambllet, que ha destapado algunos casos de supuesta corrupci¨®n en la sanidad. Toda una moraleja para el final de legislatura.
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