Al amparo del 9 d¡¯Octubre
Viniendo como vienen m¨¢s curvas, empieza a ser imprescindible que pensemos en si, como sociedad y como pa¨ªs, queremos tratar de ponernos a resguardo
Entramos en la semana de la cuenta atr¨¢s para la celebraci¨®n del 9 d¡¯Octubre con la tradicional discusi¨®n sobre procesiones, misas que se quieren obligatorias y dem¨¢s aparato al uso, al que este a?o se ha unido la extravagante discusi¨®n sobre el traslado de la celebraci¨®n al gusto de lo que se determine desde el Gobierno de Espa?a.
El tema no deja de ser menor, en el fondo, dado el fracaso que ha constituido el d¨ªa de la Comunidad Valenciana como fiesta c¨ªvica capaz de articular valores de convivencia, integraci¨®n, desarrollo o cultura. Algo que no es extra?o cuando se pretende, en pleno siglo XXI y en plena Europa occidental, articular un d¨ªa de fiesta que debiera ser ciudadana y de todos a partir de una misa cat¨®lica que deja bien claro el respeto que por estos lares se tiene a la aconfesionalidad que deben profesar los poderes p¨²blicos y c¨®cteles para esa clase social que lleva a?os viviendo a la sombra del poder pol¨ªtico. Significativamente, la Generalitat valenciana, con la excusa del ahorro, suspendi¨® ya el a?o pasado los festejos culturales previstos en distintas ciudades que costaban apenas unos miles de euros (pero no la recepci¨®n, como es obvio) y ahora anda empecinada en acabar de liquidar cualquier aspecto simb¨®lico que pueda quedar en la celebraci¨®n. Cuesti¨®n ¡°de ahorro¡±. Es lo que hay.
Pero lo que hay no deja de ser, sin embargo, profundamente simb¨®lico. Habla de una sociedad que ha sido incapaz de dotarse de unas instituciones sentidas como propias m¨¢s all¨¢ de que gestionen ciertos servicios (mejor, peor, como en el resto de Espa?a¡ pero en todo caso de forma manifiestamente mejorable) y que est¨¢ mostrando hasta qu¨¦ punto es incapaz de reaccionar a una ca¨ªda que no por inevitable y previsible est¨¢ siendo menos dura. Sin dinero pero tambi¨¦n, lo que es peor, sin objetivos, sin ¨¢nimo, sin capacidad de respuesta, de propuesta o de iniciativa¡ la sociedad valenciana est¨¢ desamparada porque por no tener no tiene (dado que no ha sido capaz de ir construy¨¦ndolos en estos 35 a?os) ni siquiera un Gobierno y unas instituciones que se crean al menos que su funci¨®n es defender los intereses de los valencianos. ?Ni disimular que lo hacen creer que es necesario, como demuestra el espect¨¢culo a cuenta del nefasto sistema de financiaci¨®n auton¨®mica!
Viniendo como vienen m¨¢s curvas, en un marco donde las tensiones recentralizadoras y succionadoras (todav¨ªa m¨¢s) de rentas a favor de la construcci¨®n nacional con sede en Eurovegas van a ser tremendas, empieza a ser imprescindible que pensemos en si, como sociedad y como pa¨ªs, queremos tratar de ponernos a resguardo. O si, a estas alturas, damos ya por imposible hacer nada diferente a confiar en estos poderes p¨²blicos que tenemos (y que son el resultado de lo que votamos y de muchas m¨¢s acciones e inacciones colectivas) y en consecuencia dejar que sean laminados por las olas unitaristas que van a sucederse cuando arrecie la crisis, cuando falte todav¨ªa m¨¢s dinero, cuando haya que reflotar Cajamadrid (con el nombre comercial que sea), cuando se vaya Catalu?a (o cuando no tenga m¨¢s remedio que quedarse) y, en definitiva, cuando se decida por quien manda aqu¨ª de verdad que la Generalitat no basta con que act¨²e como una obediente Delegaci¨®n del Gobierno sino que, ya puestos, mejor que se encarne en un gobernador civil de los de toda la vida.
@Andres_Boix blog en http://blogs.elpais.com/no-se-trata-de-hacer-leer/
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