Los Mossos rescatan a un ni?o que llevaba tres d¨ªas secuestrado y sedado
¡°Me han dicho que me han secuestrado y no puedo decir nada¡± Los delincuentes hab¨ªan solicitado un rescate de cinco millones de euros La banda ten¨ªa intenci¨®n de matar al chico en caso de ser descubierta, seg¨²n la polic¨ªa
A oscuras, sobre un colch¨®n fino, descamisado y con las mu?ecas y los delgados tobillos atados, encontraron el pasado 27 de septiembre los Mossos d¡¯Esquadra a Kevin. Se trata de un cr¨ªo de 11 a?os, de origen colombiano, al que cuatro hombres arrancaron de los brazos de su madre a punta de pistola, le inyectaron sedantes y le amenazaron con cortarle la lengua si se le ocurr¨ªa decir algo. Le hab¨ªan secuestrado y ped¨ªan por ¨¦l cinco millones de euros, convencidos de que su padre, un presunto narcotraficante, pod¨ªa pagarlos.
¡ª?Qu¨¦ tal? ?C¨®mo est¨¢s? ¡ªle pregunta el agente del cuerpo de ¨¦lite de los mossos (GEI) que encuentra a Kevin sobre la cama.
¡ªBien ¡ªresponde el ni?o.
¡ªTe llevamos con tus papas, ?vale? ¡ªcontinua el mosso.
¡ªVaaale ¡ªle sigue el ni?o, con la voz pastosa.
Todo el rescate fue grabado por los Mossos. Cuando la polic¨ªa encuentra al menor, este lleva dos noches y tres d¨ªas en el 1?-1? del n¨²mero 8 de la calle de Traj¨¤, en Barcelona. El ni?o viaj¨® con su madre, Ana Mar¨ªa, tambi¨¦n colombiana, de Valencia a Barcelona para obtener el permiso de residencia. Su padre hab¨ªa dispuesto todo desde la c¨¢rcel para que un presunto polic¨ªa corrupto les arreglase los papeles de una forma r¨¢pida y f¨¢cil. El agente en realidad no exist¨ªa, era una patra?a urdida por un compa?ero de prisi¨®n del progenitor, que le hab¨ªa tendido una trampa.
El padre habl¨® m¨¢s de la cuenta en la c¨¢rcel y otro preso vio la ocasi¨®n perfecta para hacerse con un bot¨ªn. Secuestrar¨ªan a su hijo y le pedir¨ªan cinco millones de euros como cobro de una supuesta deuda.
Confiada, Ana Mar¨ªa, su hijo y un sobrino de ella acudieron a la cita con Marta C. V., de 46 a?os, que deb¨ªa hacerles de enlace. Quedaron en una gasolinera de la plaza de Cerd¨¤. La mujer les dijo que deb¨ªan ir solo Kevin y su madre, en el coche de esta, a verse con el polic¨ªa. Pero en lugar de eso, les llev¨® a un descampado de la zona barcelonesa del Baix Llobregat.
¡ª?Est¨¢s bien? ?Te duele? ¡ªsigue el mosso, que va segando las cuerdas de las delicadas mu?ecas y tobillos de Kevin.
¡ªVivimos en Valencia ¡ªle responde Kevin, algo desorientado y con lengua de trapo.
¡ª?Viv¨ªs en Valencia? No te preocupes ¡ªle calma un agente.
¡ªNo pasa nada, ya est¨¢, tranquilo ¡ªa?ade un tercer polic¨ªa.
Kevin est¨¢ todav¨ªa bajo los efectos de los calmantes que le han inyectado. Al llegar al descampado con su madre, cuatro hombres armados y tapados hasta los ojos se abalanzaron sobre la mujer y el menor. A punta de pistola se llevaron a Kevin, al que sedaron y metieron en el maletero del coche. Ana Mar¨ªa no pudo hacer nada para impedir que le arrancasen a su hijo de los brazos. Pero, antes de huir, le dejaron un recado: si quer¨ªa volver a verlo deb¨ªa pagar cinco millones de euros por una supuesta deuda de su marido. Una cifra que la polic¨ªa sospecha que, de darse el caso, la familia podr¨ªa haber negociado a la baja e incluso llegar a pagar.
El cerebro de la trama es un preso, que fue compa?ero del padre del peque?o secuestrado
Haciendo autostop en medio de esta tierra de nadie, Ana Mar¨ªa logr¨® regresar hasta el coraz¨®n de Barcelona. Desesperada, se plant¨® en la primera comisar¨ªa de los Mossos d¡¯Esquadra que encontr¨®. ¡°?Se han llevado a mi hijo!¡±, repet¨ªa.
¡ª?Qui¨¦n ha llamado? ¡ªles pregunta desconfiado Kevin a los gigantescos mossos que le van quitando las cuerdas.
¡ªNoso... Tus padres. No te preocupes, corrige un polic¨ªa.
¡ª?Ha llamado mi mam¨¢? ¡ªsigue el ni?o, dej¨¢ndose desatar.
¡ªNos han llamado a que vengamos, no te preocupes ¡ªinsisten los agentes.
Tras tomar declaraci¨®n a Ana Mar¨ªa, los Mossos no tardaron en conocer la identidad de su marido, investigar el entorno y dar con el compa?ero de c¨¢rcel sospechoso. Un hombre espa?ol, que hab¨ªa trabado amistad con el progenitor, y que tras obtener datos sobre la familia hab¨ªa urdido hasta el ¨²ltimo detalle el secuestro del cr¨ªo, con la excusa de conseguirle papeles.
Encarg¨® el rapto a varias personas, de origen espa?ol. Para cerciorarse de que nada quedaba al azar, dej¨® por escrito unas instrucciones, con 14 puntos, sobre c¨®mo proceder en cada caso. Si las cosas se torc¨ªan, hab¨ªa que matar al ni?o, seg¨²n cont¨® ayer el inspector de los mossos Jordi Dom¨¨nech, en rueda de prensa.
¡ª?Cu¨¢ntos d¨ªas llevas aqu¨ª? ¡ªle pregunta al ni?o el polic¨ªa que lo est¨¢ liberando.
¡ªUno ¡ªdice err¨®neamente Kevin, que lleva tres jornadas en el piso.
¡ª?Te duele algo?
¡ªNooo... Me han dicho que me han secuestrado y no puedo decir nada ¡ªles explica a los polic¨ªas.
La conversaci¨®n entre los agentes sigue en el mismo tono. Le dicen que se siente, que se ponga c¨®modo, que todo est¨¢ bien. Mientras, su madre espera noticias. Kevin y su familia viven normalmente en Sagunto (Valencia), donde hace a?os que est¨¢n afincados. All¨ª regentan varios restaurantes, aunque a pesar de eso, y por motivos que no est¨¢n del todo claros, no han gestionado sus permisos de residencia. Kevin tiene otros tres hermanos.
¡ªPero me han inyectado algo ¡ªles dice Kevin a los mossos, toc¨¢ndose el hombro.
¡ª?Qu¨¦? ¡ªreacciona perplejo el agente.
¡ªMe hab¨ªan inyectado algo ¡ªinsiste.
¡ª?Te han inyectado algo? No te preocupes, pasar¨¢ ¡ªle tranquiliza el polic¨ªa.
Los mossos salieron de aquel piso con el ni?o sano y salvo, pero con el coraz¨®n encogido: ¡°Le han pinchado y todo...¡±, se oye como dicen en el v¨ªdeo. Mientras unos deten¨ªan a la mujer que le manten¨ªa cautivo, otros le llevaron al hospital San Joan de D¨¦u, donde tard¨® una semana en recuperarse. Su madre, al verle en la camilla, se lanz¨® a abrazarle y a besarle, como recoge un v¨ªdeo al que tuvo acceso este diario. Dos personas han ingresado ya en prisi¨®n. Pero todav¨ªa faltan al menos otras tres, que participaron en el secuestro. La operaci¨®n sigue abierta.
¡°Trocear al gato¡±
Los secuestradores de Kevin, de 11 a?os, ten¨ªan instrucciones claras sobre c¨®mo proceder si el secuestro se complicaba. En el piso en el que tuvieron al ni?o atado de pies y manos, drogado y a oscuras, guardaban un documento con 14 puntos a seguir. En ¨¦l, Kevin era el ¡°gato¡±; su madre, la ¡°gata¡±; y su padre, el ¡°peluche¡±. Si algo se torc¨ªa, si alguien atacaba en prisi¨®n al instigador del rapto, un interno compa?ero del padre de Kevin (encerrado por narcotr¨¢fico), hab¨ªa que ¡°trocear al gato¡±. Una macabra referencia al asesinato del ni?o, que se repite hasta cinco veces en el documento, seg¨²n cont¨® ayer el inspector Jordi Dom¨¨nech, jefe de la Unidad Central de Secuestros y Extorsiones.
Dom¨¨nech insisti¨® en que este tipo de raptos no son habituales en Espa?a. Hasta ahora hay dos detenidos, de origen espa?ol, con antecedentes por robos con violencia. El padre del menor, un presunto narco con un elevado nivel de vida, contin¨²a en prisi¨®n en Mallorca. El instigador del secuestro ha sido trasladado a una c¨¢rcel catalana. Kevin y su madre, Ana Mar¨ªa, han regresado a Sagunto.
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