Fallece Jordi Castellanos, historiador de la literatura catalana
Fue fundador, junto a Josep Murgades, de la revista 'Els Marges'
?Del Modernismo a Pere Calders, pasando por Verdaguer y Joaqu¨ªm Ruyra, entre otros, o la creaci¨®n de la revista Els Marges. Ese abanico impresionante de las letras catalanas, que sistematiz¨® y orden¨®, es el que abrazaba la ingente capacidad de trabajo del catedr¨¢tico e historiador de la literatura Catalana Jordi Castellanos, conocimientos que transmiti¨® con tanta pasi¨®n como rigor, a nivel individual como promoviendo equipos de trabajo. Ese legado es el que queda tras su fallecimiento esta madrugada, a los 66 a?os, como consecuencia de un tumor cerebral. El tanatorio de Collserola acoger¨¢ ma?ana s¨¢bado, alas 13.15 horas, la ceremonia de despedida
Su vida fue tan apasionada e intensa como esos estudios. Nacido en Tagament en 1946 en una familia catalanista y cat¨®lica, esta ¨²ltima vertiente le marc¨® hasta el extremo de empezar sus estudios como seminarista, sendero que finalmente abandon¨® para saltar a la que ser¨ªa su aut¨¦ntica vocaci¨®n, la literatura. Fue en la Universidad de Barcelona donde, de la mano de las letras vino tambi¨¦n un periodo de militancia pol¨ªtica que pas¨® b¨¢sicamente por el Sindicato Democr¨¢tico de Estudiantes de la Universidad de Barcelona (SEDUB) y el Front Nacional de Catalunya.
Pero la fuerza de la llamada literaria ser¨ªa tal que tanto pol¨ªtica como universidad quedaron casi en un segundo plano ante la posibilidad de formar parte del equipo que confeccionaba las entradas de Lengua de la futura Gran Enciclop¨¨dia Catalana. El af¨¢n de rigor de Castellanos ya se dej¨® entrever entonces cuando, para prepararse para la labor, empez¨® a leerse las Converses filol¨°giques de Pompeu Fabra. Las utiliz¨® relativamente poco porque acab¨® en la secci¨®n de Literatura, donde se encontr¨® con Josep Maria Benet i Jornet, Joan-Lluis Marfany y, especialmente, Joaquim Molas, de quien adem¨¢s acabar¨ªa asistiendo a las clases que hac¨ªa semiclandestinamente en los Estudis Universitaris Catalans. ¡°Para mi, todo eso fue una formaci¨®n impresionante¡±, admit¨ªa el propio Castellanos hace apenas cinco meses en una entrevista en L¡¯Aven?.
Una peque?a estancia en Inglaterra en 1970 una vez acabada la carrera le permiti¨® ultimar su tesis sobre Raimon Casellas y el Modernismo (que en 1983 dio pie a un libro con ese t¨ªtulo), movimiento del que se acab¨® convirti¨¦ndose en uno de los grandes especialistas, fijando las corrientes est¨¦ticas de la ¨¦poca y revalorizando sus autores y su peso en la historia de las letras catalanas.
Su af¨¢n en este ¨¢mbito era tal que en 1974 le llev¨® a fundar, junto a Josep Murgades, la publicaci¨®n de significativa cabecera Els Marges, revista de llengua i literatura, capital por su rigor, combatividad y algunos de sus manifiestos, como Una naci¨® sense estat, un poble sense llengua?, de 1979. Ya hab¨ªa iniciado su trayectoria como profesor en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, donde desarroll¨® toda su carrera docente, preocupado siempre por preparar al mil¨ªmetro sus clases, que demandaban, as¨ª lo entend¨ªa, un notable proceso de investigaci¨®n.
Desde la c¨¢tedra de literatura catalana, y tras ir cultivando una notable bibliograf¨ªa con t¨ªtulos como Antologia de la poesia modernista (1990), Literatura, vides, ciutats (1997) i Intel¡¤lectuals, cultura i poder. Entre el Modernisme i el Noucentisme (1998), se dedic¨® a impulsar grupos de investigaci¨®n sobre narrativa y novela contempor¨¢nea. Entre ellos, uno sobre Pere Calders conjuntamente con el Institut d¡¯Estudis Catalans, del que era miembro desde 2003. De Calders comisari¨® en 2000 quiz¨¢ la mejor exposici¨®n dedicada al escritor y que acogi¨® el Centre de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona.
Asesor en editoriales y entidades de toda condici¨®n, como el Teatre Nacional de Catalunya, Castellanos mantuvo siempre una actitud muy clara en relaci¨®n a la situaci¨®n del catal¨¢n y el castellano en Catalu?a, una mirada, dec¨ªa, marcada por su visi¨®n marxista del mercado. ¡°La cultura en lengua castellana est¨¢ hoy profundamente arraigada en Catalu?a y, por ello, no se puede prescindir, pero a menudo tiene m¨¢s vocaci¨®n de integraci¨®n en la cultura espa?ola que no en la que se produce en el marco social en catal¨¢n. El biling¨¹ismo comporta siempre un proceso de sustituci¨®n de una lengua m¨¢s poderosa sobre otra. La literatura catalana y la castellana en Catalu?a se mueven en din¨¢micas nacionales muy diferentes¡±.
Tambi¨¦n era muy consciente de estar viendo unos tiempos de cultura l¨ªquida, ¡°que se nos est¨¢ deshaciendo en las manos. Pero soy de los 60 y a¨²n defiendo una determinada visi¨®n de la cultura, pienso que ha de dejar alg¨²n poso¡±. ?l lo ha hecho.
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