El BNG cede cinco esca?os y queda como cuarta fuerza pol¨ªtica en el Parlamento
¡°En la vida real, Goliath casi siempre vence a David¡±, esgrime Jorquera
Tampoco esta vez el BNG ha conseguido detener la hemorragia de votos que sufre desde 2001. Es m¨¢s, la herida se ha agrandado hasta dejar escapar otros 130.000 sufragios y quedarse en 140.000. Con un factor que a?ade dramatismo: la coalici¨®n de su hist¨®rico l¨ªder Xos¨¦ Manuel Beiras, desde febrero fuera de la organizaci¨®n, con Esquerda Unida asalta la tercera posici¨®n en el arco parlamentario y relega a los nacionalistas a cuarta fuerza. Con siete asientos, por nueve de la Alternativa Galega de Esquerda (AGE), el Bloque retrocede pr¨¢cticamente a los niveles de 1989, cuando solo consigui¨® colocar a cinco parlamentarios en O H¨®rreo. Pero entonces era una fuerza en ascenso. Ahora no parece que ese sea el escenario.
?En una comparecencia en la que no admiti¨® preguntas, el candidato Francisco Jorquera identific¨® con claridad a, en su versi¨®n, los culpables de la debacle. ¡°El PP en Galicia tiene un poder casi omn¨ªmodo¡±, afirm¨®, ¡°y uno de los objetivos de ese poder fue atacar al BNG¡±. Para ello, seg¨²n el relato de urgencia del Bloque, esas instancias ¡°promocionaron a la otra opci¨®n que emergi¨® en estos comicios para facilitar que la derecha repitiese¡±. La referencia a Beiras fue expl¨ªcita: ¡°Los mejores resultados de Beiras siempre han coincidido con los mejores resultados del PP, con Fraga [entonces era candidato del BNG] y con Feij¨®o¡±. Asumi¨® que la ¡°fractura¡±, de su formaci¨®n con AGE y CxG les hizo sufrir ¡°grandes costes¡±. El apartado reservado a la autocr¨ªtica no result¨® muy amplio. ¡°En la vida real, Goliath casi siempre vence a David¡±, arguy¨®, antes de poner su cargo a disposici¨®n de la organizaci¨®n, ¡°es evidente que no conseguimos conectar con muchos ciudadanos descontentos¡±. La campa?a electoral del BNG hab¨ªa transcurrido sin demasiadas estridencias. Con un discurso girado hacia la cuesti¨®n nacional, el Bloque hizo suya la antorcha de la Diada catalana e incluso lleg¨® a exigir un ¡°concierto fiscal para Galicia¡±. Tambi¨¦n se apunt¨® a la ¡°insumisi¨®n ante los recortes¡± y a la cr¨ªtica, m¨¢s o menos tibia, de la experiencia bipartita.
El CIS les auguraba una ligera mejor¨ªa pero la irrupci¨®n de Beiras, a quien el Bloque y su ¨®rbita no ahorr¨® ataques, desbarat¨® su ret¨®rica contra la ¡°pol¨ªtica de asfixia de lo p¨²blico¡±. Beiras se alz¨® en representante de la indignaci¨®n y la joven generaci¨®n desahuciada. A su red fueron a dar, probablemente, buena parte de los sufragios que los nacionalistas perdieron.
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