Las pacientes del doctor Mor¨ªn avalan la legalidad de los abortos

Cuatro abogados por parte de la acusaci¨®n, 11 en la defensa y un nutrido p¨²blico. Todos, pendientes del testimonio de seis mujeres, las primeras seis testigos del total de 101 pacientes llamadas a declarar en el juicio por los supuestos abortos ilegales preacticados por el doctor Carlos Mor¨ªn y su equipo de 11 personas en tres cl¨ªnicas ginecol¨®gicas de Barcelona hasta 2007. Una de las testigos incrimin¨® a los acusados al asegurar que un psiquiatra le sugiri¨® que en el test psicol¨®gico ¡°pusiera que estaba mal psicol¨®gicamente para que el aborto se pudiera realizar¡±.

Tranquilas, parcas en las respuestas y con pocas dudas, las testigos han relatado una por una c¨®mo fue todo el proceso desde que decidieron acudir al doctor Mor¨ªn hasta que interrumpieron su embarazo. Un aborto que, seg¨²n aseguraron ayer todas, siempre estuvo motivado por la detecci¨®n de riesgos de malformaciones para el feto o posibles da?os f¨ªsicos para la madre, y que, salvo en uno de los casos ¡ªel de una mujer que abort¨® a las 23 semanas de gestaci¨®n¡ª, nunca excedi¨® el l¨ªmite legal de 22 semanas para estos supuestos. Todas, alguna incluso sin haber establecido contacto telef¨®nico previo, acudieron una ¨²nica vez a alguna de las tres cl¨ªnicas ginecol¨®gicas barcelonesas de Mor¨ªn ¡ªGinemedex, TCB y CBM¡ª, las cuales abandonaban por su propio pie al d¨ªa siguiente de haber abortado. El modus operandi siempre era el mismo: primero la mujer firmaba su consentimiento para practicar el aborto, pagaba en efectivo una cantidad que oscilaba entre 1.300 y 3.000 euros, se tomaba un f¨¢rmaco para dilatar el cuello uterino y finalmente, cuando ya estaba a punto de entrar en el quir¨®fano, recib¨ªa durante un cuarto de hora la visita de un profesional psiqui¨¢trico para, seg¨²n declar¨® ayer una de las testigos protegidas, rellenar el formulario psicol¨®gico convenientemente para que la tramitaci¨®n administrativa no supusiese ning¨²n problema.

¡°Al principio me extra?¨® un poco que no les importase nada que [el embarazo] estuviese un poquito avanzado¡±, coment¨® ayer una testigo que abort¨® en la 23? semana de embarazo. Tom¨® la decisi¨®n cuando se qued¨® en el paro. ¡°Primero quer¨ªa tener el hijo, pero luego me di cuenta de que las circunstancias no eran las mejores para poder darle todo¡±, explic¨®. Esta mujer, la misma que dijo haber recibido ayuda del psiquiatra para rellenar el test de salud mental, se acogi¨® al supuesto de da?os ps¨ªquicos para la madre previsto en la antigua ley del aborto. Curiosamente, asegura que le fue suministrada la medicaci¨®n para la dilataci¨®n del cuello uterino antes incluso de recibir la visita del psiquiatra que le diagnostic¨® el trastorno mental.

La fiscal¨ªa sostiene que en la mayor¨ªa de los abortos no se cumpli¨® el requisito legal de que la mujer fuera visitada por un psiquiatra. No obstante, todas las mujeres que testificaron ayer aseguraron haber recibido atenci¨®n psicol¨®gica. De repetirse con el resto de testigos, este hecho desmontar¨ªa una de las principales bazas con las que en su d¨ªa se acus¨® al doctor Mor¨ªn de mala praxis.

Aunque las 101 mujeres que interrumpieron su embarazo en las cl¨ªnicas del doctor Mor¨ªn fueron inicialmente imputadas en el caso, hace un mes la juez instructora archiv¨® provisionalmente las diligencias contra ellas, por lo que ayer pudieron declarar en calidad de testigos. Adem¨¢s, debido a que los supuestos abortos ilegales ya han prescrito, las mujeres pudieron hablar sin riesgo de volver a ser encausadas.

Una testigo llam¨® a la cl¨ªnica para consultar precios. Pidi¨® un pr¨¦stamo de 1.800 euros con su pareja. ¡°Me dijeron que no me iba a pasar nada y que al d¨ªa siguiente estar¨ªa en mi casa¡±. Otra pag¨® 3.000 euros por un aborto casi obligatorio, ya que el parto hubiera puesto en peligro su vida debido a que no puede realizar grandes esfuerzos f¨ªsicos.

Antes de la ley de 2010, se despenaliz¨® el aborto en las 12 primeras semanas de embarazo en caso de violaci¨®n, en las 22 semanas en casos de malformaciones del feto y sin l¨ªmite en caso de riesgo para la salud f¨ªsica y mental de la madre. Con la normativa actual, este ¨²ltimo supuesto se adhiere al l¨ªmite de 22 semanas de gestaci¨®n. No obstante, para juzgar esta causa, el tribunal tiene que aplicar tanto la ley antigua como la nueva, en funci¨®n de la que resulte m¨¢s beneficiosa para los acusados.