El narco Falconetti alega que hizo fortuna en la hosteler¨ªa
Un chiringuito en la playa de As Sinas de Vilanova, restaurantes o una ¡°barra americana atendida por chicas negras¡± le bastaron para entrar en la construcci¨®n
Pas¨® seis a?os entre rejas por tratar de introducir en 1988 por el Pa¨ªs Vasco 1,2 toneladas de hach¨ªs, pero Luis Falc¨®n P¨¦rez, Falconetti, insiste, 14 a?os despu¨¦s de salir de la c¨¢rcel, que ¡°nunca jam¨¢s¡± ha traficado con drogas. As¨ª se lo repiti¨® ayer al fiscal en la Audiencia Provincial de Pontevedra, que le vuelve a juzgar, esta vez por blanquear junto a su esposa 2,6 millones de euros entre 1976 y 1997 a trav¨¦s de sus negocios de la construcci¨®n.
La fiscal¨ªa pide para Falc¨®n y su mujer tres a?os de c¨¢rcel y una multa para cada uno equivalente a lo supuestamente blanqueado, casi 6,2 millones de euros, m¨¢s el decomiso de bienes por valor de los 2,6 millones cuya procedencia se cuestiona, una solicitud que ya descuenta el retraso indebido en la instrucci¨®n. Pero el septuagenario narcotraficante, que se breg¨® en el contrabando de tabaco antes de pasarse a los estupefacientes, se describi¨® como un empresario de ¨¦xito que forj¨® su fortuna trabajosamente, desde la venta de marisco a la hosteler¨ªa o el bingo, una actividad que facturaba diariamente, seg¨²n su recuento, un mill¨®n de pesetas de los de finales de los a?os sesenta.
Un chiringuito en la playa de As Sinas de Vilanova, restaurantes o una ¡°barra americana atendida por chicas negras¡± ¡ªsu abogado hab¨ªa usado el t¨¦rmino g¨¹isquer¨ªa¡ª le bastaron, seg¨²n su relato, para reunir un capital con el que entrar en la construcci¨®n, porque de aquellos beneficios solo entregaba al Estado un 5% o un 10%. ¡°Entonces no declaraba nadie¡±, justific¨®.
¡°Errores¡± del perito
De las sociedades que enhebr¨® para la promoci¨®n inmobiliaria responsabiliz¨® a sus asesores y exoner¨® solo a medias a su esposa, de la que dijo que aunque estaba al corriente solo se dedicaba al restaurante. Ella lo suscribi¨®. ¡°Yo de papeleo jam¨¢s, siempre trabaj¨¦ en la cocina¡±, dijo, antes de recordar que en los buenos tiempos organiz¨® un par de cenas ¡°para el PP, para Fraga¡±. Tambi¨¦n admiti¨® que cuando le tocaba firmar documentos lo hac¨ªa sin muchos miramientos. ¡°T¨² sabr¨¢s lo que haces¡±, dijo que le comentaba a su esposo.
Tras el relato lleg¨® el contraste de los informes periciales de defensa y acusaci¨®n sobre el origen del dinero. El experto de la defensa, asesor de Falc¨®n tras pasar por la secci¨®n de an¨¢lisis de riesgos de la caja de ahorros de Pontevedra, se?al¨® que el estudio de la perito oficial ten¨ªa ¡°errores de bulto¡±.
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