Seguimiento masivo en los paros de FGV contra el ERE

¡°Si nos quedamos sin trabajo, ellos se quedan sin trenes¡±, pensaba este jueves Guillermo Grau, presidente del comit¨¦ de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) de la delegaci¨®n de Alicante. Seg¨²n esta afirmaci¨®n, la gente apoy¨® las razones de esta primera huelga en FGV contra el Expediente de Regulaci¨®n de Empleo (ERE) de la empresa. Una amenaza real que les sobrevuela desde hace semanas despu¨¦s de que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, anunciase un recorte en la plantilla p¨²blica de 3.500 empleos. De ah¨ª que los paros fueran secundados por un ¡°99%, si no un 100%¡± en ambas provincias, seg¨²n el comit¨¦. La direcci¨®n, no obstante, rebaj¨® la cifra al 75% en el metro de Valencia y 65% en el del tranv¨ªa y la red ferroviaria de Alicante.

Lo cierto es que en las estaciones de Valencia hubo retrasos y aglomeraciones a lo largo del d¨ªa, a pesar de que los servicios m¨ªnimos de la huelga eran de un 55% durante las horas punta y un 40% en las ¡°horas valle¡±. ¡°Hay el mismo n¨²mero de viajeros y menos servicio¡±, reflexionaba un agente de atenci¨®n al cliente, ¡°pero no estamos teniendo muchas quejas porque la gente entiende que es por despidos y no por dinero¡±. La empresa p¨²blica, que pretende reducir hasta 500 puestos de trabajo, aleg¨® que, seg¨²n c¨¢lculos basados en encuestas realizadas durante los paros parciales, el n¨²mero de usuarios se reduce en un 30% en los d¨ªas de huelga.

¡°Yo he llegado a las siete y cuarto y me he tirado veinte minutos¡±, explicaba Pau Mendoza, un estudiante de 17 a?os. ¡°He pedido justificante porque no he llegado a clase y me han dicho que por huelga no daban¡±, lamentaba. ¡°Es un desastre, ahora tenemos que esperar casi una hora¡±, se quejaban tres chicas que ven¨ªan de estudiar en la capital. ¡°Adem¨¢s, los trenes vienen a tope¡±.

¡°?A qu¨¦ hora viene el pr¨®ximo tren?¡±, preguntaban al primero que pasaba en la estaci¨®n de tranv¨ªa de Mercado en Alicante un grupo de turistas al encontrarse con una estaci¨®n desierta y darse cuenta de la huelga. Minutos antes, una pareja de brit¨¢nicos hab¨ªa desistido en su espera al ver los casi des¨¦rticos andenes de esta misma estaci¨®n. Los turistas, varios manteros y dos o tres jubilados se encontraban entre los escasos viajeros que esperaban un tranv¨ªa a media ma?ana. Los convoys, incluso en las horas punta, no iban llenos.

La jornada transcurri¨® sin incidentes. La empresa solo notific¨® que en cuatro estaciones ¡ªlas de Paterna, Ll¨ªria y Paiporta de la l¨ªnea 1, y Albalat de la l¨ªnea 3¡ª se sellaron cerraduras con silicona y que en algunas estaciones de la l¨ªnea 3 se impregnaron de aceite las cerraduras de los edificios. ¡°No ha habido nada que resaltar¡±, coment¨® Alicia Murcia, presidenta del comit¨¦ en Valencia. ¡°Se nota la comprensi¨®n de la gente¡±, dec¨ªa mientras a?ad¨ªa que la consejera de Transportes, Isabel Bonig, no ha hecho ninguna menci¨®n sobre los paros. ¡°Hemos acudido sin cita para intentar abrir una l¨ªnea de di¨¢logo, pero, como tienen por costumbre, no nos han atendido¡±, resum¨ªa. En Alicante, por el contrario, la alcaldesa, Sonia Castedo, les recibi¨® antes de la marcha, y la presidenta de la diputaci¨®n, Luisa Pastor, les escuch¨® al t¨¦rmino.

El comit¨¦ expres¨® de nuevo su ¡°voluntad negociadora¡± para ¡°alcanzar una soluci¨®n no traum¨¢tica¡±. ¡°Si no se abren las l¨ªneas de negociaci¨®n que contemple la adopci¨®n de medidas alternativas¡±, continuaron, ¡°los trabajadores seguiremos con el calendario de movilizaciones del mes de noviembre¡±.

Desde 2009, la empresa ha reducido el n¨²mero de empleados en 154, pasando de 1.959 a 1.805. El presupuesto ha pasado de 95 millones a los 84 millones previstos para este a?o. Ahora pretenden reducir hasta 20 millones. ¡°Quieren cabezas¡±, protestaba ?ngel, un maquinista que lleva 30 a?os en la empresa. ¡°No tiene sentido que haya estaciones sin funcionar y echen gente¡±.