Nuevos horizontes

La Compa?¨ªa Nacional de Danza vuelve al Mercat de les Flors tras una ausencia de cuatro a?os y lo hace con su nuevo director, Jos¨¦ Carlos Mart¨ªnez, que fue una l¨¢stima que no saliera a saludar tras la representaci¨®n, pues hubiera sentido el calor de los aplausos del p¨²blico.

No vamos a entrar en comparaciones con la etapa anterior bajo la direcci¨®n de Nacho Duato, la realidad es que ahora nos encontramos ante una compa?¨ªa formada por 42 bailarines, ya que se ha juntado la CND 1 con la CND 2. En su mayor¨ªa son int¨¦rpretes muy j¨®venes y con un depurada t¨¦cnica; quiz¨¢s les falta cohesi¨®n como grupo, pero est¨¢n en el camino de encontrarla. Otro proyecto importante de Mart¨ªnez ver¨¢ la luz a principios del pr¨®ximo mes, ya que presentar¨¢ la Compa?¨ªa Nacional de Danza Cl¨¢sica (CNDC), que reunir¨¢ a un grupo de estos j¨®venes para empezar a bailar obras de danza cl¨¢sica, que era el objetivo inicial para el que se contrat¨® a Mart¨ªnez.

El programa que presentaron en el Mercat estaba formado por tres coreograf¨ªas, una de las cuales, Babylon, era un estreno absoluto. Esta pieza est¨¢ firmada por dos j¨®venes creadores, la catalana Arantxa Sagardoy y el chileno Alfredo Bravo, una pareja con una dilatada carrera profesional como bailarines y core¨®grafos. Recientemente han creado y estrenado para la compa?¨ªa de V¨ªctor Ullate una obra titulada Nexo con m¨²sica de La consagraci¨®n de la primavera, de Igor Stravinski, y ese tema palpita en Babylon, que en algunos momentos recuerda al ballet hom¨®nimo de Maurice B¨¦jart.

Babylon resulta un trabajo interesante, si bien la influencia del creador marsell¨¦s est¨¢ muy presente en toda la obra. Est¨¢ interpretado por 18 bailarines y muestra un intenso trabajo coral que roza en ocasiones el efectismo. Es una pieza apasionada, donde el movimiento esta marcado por el sufrimiento, sus int¨¦rpretes son empujados a un ¨¦xodo emocional. Los cuerpos transmiten dolor y se baten en un duelo constante en el que no se dejan vencer. Hay que destacar en esta obra a la bailarina Tamako Akiyama, que convierte su cuerpo en un grito desgarrador. La m¨²sica de la Sinfon¨ªa n¨²m.8 opus 65 de Dimitri Shostak¨®vich enfatizaba el car¨¢cter dram¨¢tico de esta obra. Arantxa Sagardoy y Alfredo Bravo son dos nombres a tener en cuenta en el panorama de creadores actuales.

Completaban el programa dos coreograf¨ªas ya conocidas del p¨²blico, Sleepless, una pieza de Jir¨ª Kyli¨¢n de corte abstracto en que tres parejas bailan bajo el sonido de las incisiones en una tela pict¨®rica, un sonido met¨¢lico que tambi¨¦n se refleja en la m¨²sica original de Dirk Haubrich basada en la obra de Mozart. Es un trabajo ¨¢rido en el que el baile de sus int¨¦rpretes es felino y muy expresivo. En esta pieza destac¨® por su calidad de movimiento la bailarina Kayoko Everhart. Finaliz¨® el programa Walking mad, del creador sueco Johan Inger, con m¨²sica del Bolero de Ravel y F¨¹r Alina, de Arv? P?rt. Esta pieza es una bell¨ªsima alegor¨ªa a la locura, muestra a unos hombres y mujeres marginales tocados por el don de la insensatez.