Mueren una madre y sus dos hijas en el incendio de una vivienda en Sabadell
Un menor de 14 a?os, hijo de una de las fallecidas, ingresado en estado cr¨ªtico Un vecino asegura que la madre del adolescente volvi¨® al piso tras haber salido Los vecinos desalojados tardar¨¢n unos d¨ªas en poder regresar a sus casas
¡°?Ayuda! ?Ayuda!¡±. Los gritos de desesperaci¨®n se colaban por el interfono del piso de Juanjo S¨¢nchez. Al asomarse, vio a su vecino Julio, con la cara ennegrecida por el humo. Iba con otro vecino, Cayetano Torres, y ped¨ªan una escalera. Eran las seis menos cuarto de la ma?ana. Un incendio estaba devorando la vivienda de Julio, en la planta baja del n¨²mero 23 de la calle de Forcanada de Sabadell (Vall¨¨s Occidental, Barcelona). Dentro estaban su esposa, Titosca, de 35 a?os, su suegra, de 58 a?os, su cu?ada, de 37, y su hijo, de 14 a?os.
Las tres mujeres, de origen boliviano, fallecieron por la inhalaci¨®n de humo. El cr¨ªo, Javier, sigue en estado cr¨ªtico y ha sido trasladado del hospital Mois¨¨s Broggi de Sant Joan Desp¨ª al Sant Joan de D¨¦u d'Esplugues de Llobregat, donde le tratan en la c¨¢mara hiperb¨¢rica. En el bloque del piso, de tres plantas, siete personas han tenido que ser desalojadas y atendidas por respirar humo. Pero todas se encontraban estables y fuera de peligro a ¨²ltima hora de este jueves, seg¨²n el Sistema de Emergencias M¨¦dicas (SEM).
Juanjo agarr¨® una escalera de su terraza y la baj¨® corriendo. Todav¨ªa no ten¨ªa claro qu¨¦ ocurr¨ªa, hasta que se acerc¨® a la vivienda de Julio. ¡°Era una cortina de humo¡±, recuerda, unas horas despu¨¦s. El ¡°intenso calor en la cara¡± le impidi¨® acercarse m¨¢s. Dentro, algo, quiz¨¢ un electrodom¨¦stico ¡ªlos Bomberos de la Generalitat a¨²n no tienen claro qu¨¦ desat¨® el fuego¡ª se incendi¨® y prendi¨® en la pared del comedor.
Titosca, su madre y su hijo intentaron primero salir por la puerta, pero era imposible, estaba en llamas, seg¨²n los bomberos. La hermana de Titosca sufre una par¨¢lisis y necesita silla de ruedas. La distribuci¨®n del piso, con las habitaciones en la parte trasera, hab¨ªa convertido la vivienda en una ratonera.
Luego corrieron hasta un patio de luces, de apenas cuatro metros cuadrados, en la parte trasera del piso. En ese momento fue cuando Cayetano, que hab¨ªa madrugado para ir a buscar setas, vio el humo desde la calle, dio con Julio, que hab¨ªa logrado salir, y pens¨® en lanzarles una escalera desde su tejado, para que pudiesen trepar y escapar de las llamas.
¡°Pero estaba todo lleno de humo, no se ve¨ªa nada¡±, repet¨ªa el hombre, compungido. Y la escalera, la que le hab¨ªa prestado Juanjo, a pesar de ser muy alta, no era suficiente. ¡°Con una linterna intentaba mirar qu¨¦ ocurr¨ªa, pero estaba todo oscuro, no ve¨ªa nada, y el humo le quemaba en la cara¡±, recuerda la prima de uno de los inquilinos del bloque. Mientras, Julio, espa?ol y empleado de la construcci¨®n, segu¨ªa en la acera, tumbado, afectado por la inhalaci¨®n de humo.
Seg¨²n los bomberos, llevaba ya tiempo ardiendo cuando ellos recibieron el aviso, a las 5.45. Aunque Mari Carmen y su marido, que viven justo delante del piso de la tragedia, cogieron su coche muy poco antes ¡ª¡°a las 5.35¡±, dice el marido¡ª para irse tambi¨¦n a buscar setas. ¡°Y no hab¨ªa nada de nada¡±, repiten.
Otro vecino, Antonio Belmonte, incluso asegura que vio a Titosca fuera del piso. ¡°Pero volvi¨® a entrar y ya no sali¨® m¨¢s¡±, lamenta. Los bomberos indican que, de ser as¨ª, ocurri¨® antes de que ellos llegasen porque no le hubiesen permitido entrar de nuevo. En el rescate, hallaron a cuatro personas inconscientes ¡ªuna en la cama, posiblemente la t¨ªa del menor, dos en el patio de luces y otra en otra parte de la casa¡ª que no han especificado.
Juanjo pudo ver desde su balc¨®n como sacaban a Javier y lo extend¨ªan sobre la acera. ¡°Estaba inconsciente¡±, recuerda. ?l fue el ¨²nico que sobrevivi¨® al fuego de ese piso. Juanjo dej¨® de mirar por la ventana. Luego los bomberos y los Mossos d¡¯Esquadra evacuaron al resto de vecinos. Los tiestos de los pimientos y tomateras de Luis, que vive justo en el piso de encima del incendio con su mujer, se hab¨ªan derretido.
A las cuatro de la tarde, los vecinos pudieron entrar a llevarse algunas pertenencias, aunque a¨²n tardar¨¢n unos d¨ªas en poder regresar. Entre ellos, la propietaria del piso en el que viv¨ªan Julio y toda su familia desde hac¨ªa m¨¢s de un a?o, seg¨²n varios vecinos.
Luis Mario, de 40 a?os, amigo de Julio y su esposa, miraba la desgracia desde la calle, todav¨ªa acordonada. Vivi¨® un tiempo con Julio, antes de que se mudase con Titosca. ¡°Les paseaba el perro cada ma?ana¡±, segu¨ªa. El animal, un cachorro a¨²n de la raza de presa canaria, logr¨® escapar. Aunque no pas¨® lo mismo con dos gatos y una cobaya que ten¨ªa la familia. La esposa de Julio, seg¨²n Luis Mario, se trabajaba como empleada de la limpieza. ¡°La madre no trabajaba porque ten¨ªa que hacerse cargo de su otra hija, inv¨¢lida¡±, seg¨²n el hombre. Las tres mujeres y el menor llevaban al menos 10 a?os en Espa?a. A ¨²ltima hora de ayer, Luis Mario intentaba a¨²n hablar con Julio, que segu¨ªa en el hospital de Terrassa. Varios amigos acudieron a la protectora de animales, para hacerse cargo del cachorro.
El Ayuntamiento de Sabadell ha decretado un d¨ªa de duelo. Su alcalde, Manuel Bustos (PSC), acudi¨® al lugar de la tragedia y, posteriormente, al hospital, para hablar con todos los afectados. ¡°La casa tiene rejas en las ventanas, lo que pudo haber dificultado la situaci¨®n de las v¨ªctimas¡±, aventur¨® el alcalde.
Los vecinos se arremolinaron en la calle. Una tragedia, una desgracia, repet¨ªan, y se deshac¨ªan en elogios a la familia. A algunos, les sobresaltaron las sirenas de los bomberos, como a las hermanas Juana y Rafaela, dos ancianas que viven en el n¨²mero 13. Otros lo atribuyeron a las celebraciones de Halloween hasta que se asomaron al balc¨®n y vieron las llamas. ¡°Si no me llegan a tocar el timbre, ni me entero¡±, dice Juanjo, apesadumbrado, mientras recoge la escalera que prest¨® para intentar salvar a las mujeres. Se la entregan los bomberos. Est¨¢ ennegrecida, con el ¨²ltimo pelda?o deshecho, por el calor.
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