PP y PSOE coinciden en cambiar la ley para favorecer el voto emigrante

No hubo una alta abstenci¨®n de la emigraci¨®n en las elecciones del 21-O, sino una ¡°clara imposibilidad f¨ªsica de los censados en el exterior para ejercer ese derecho constitucional¡±. La portavoz de Emigraci¨®n del PSdeG, Marisol Soneira, tiene claro que el record hist¨®rico de baja participaci¨®n de los emigrantes gallegos en estos comicios ¡ªapenas vot¨® el 3,25% de los censados¡ª fue consecuencia de la nueva ley del voto rogado: los electores est¨¢n obligados a pedir que les sea concedido este derecho para despu¨¦s ejercerlo. Los dos grandes partidos (PSOE y PP) que impulsaron hace poco m¨¢s de un a?o la nueva ley, experimentada por primera vez en Galicia en estas auton¨®micas, est¨¢n dispuestos a reformarla de nuevo.

Soneira est¨¢ convencida de que la modificaci¨®n de la Ley Electoral de la emigraci¨®n, consensuada fundamentalmente entre su propio partido y el PP, coarta los derechos de los electores del exterior, de los cuales un tercio son gallegos. Elportavoz del PP gallego, Antonio Rodr¨ªguez Miranda, suscribe la tesis. Aunque con matices en sus postulados, los dos grandes partidos est¨¢n dispuestos a impulsar una nueva reforma en Madrid, aun conscientes de la complejidad que ello supone ya que se trata de una ley org¨¢nica y es necesaria mayor¨ªa cualificada para aprobarla. De los casi 400.000 gallegos censados fuera de Espa?a, menos de 13.000 ejercieron su derecho al voto el 21-O. Ya en las generales, el ¨ªndice de participaci¨®n hab¨ªa ca¨ªdo estrepitosamente en Galicia: de 113.513 votos en 2008 a apenas 16.067.

Los socialistas gallegos reconocen que mantuvieron un pulso con la direcci¨®n nacional de su partido cuando se modific¨® esta ley. ¡°Tanto la federaci¨®n gallega como la asturiana est¨¢bamos radicalmente en contra de los t¨¦rminos en los que se elaboraba y tambi¨¦n en el PP gallego hab¨ªa voces que alertaban de lo que iba a pasar¡±, explica Soneira. La portavoz socialista recuerda que, dado que la emigraci¨®n suele votar mayoritariamente por el partido que est¨¢ en el poder, ¡°sin embargo, Feij¨®o, convencido de que la ley favorecer¨ªa una nueva victoria del PSOE, decidi¨® anularla como fuera¡±. Apenas un a?o despu¨¦s de haberla aprobado, socialistas y populares gallegos creen que la nueva ley no ofrece garant¨ªas constitucionales. ¡°No hay voto en urna, las papeletas se depositan en los consulados y est¨¢n all¨ª durante 15 d¨ªas sin que nadie las custodie mientras debemos concienciarnos de que todo el mundo es bueno y no habr¨¢ manipulaciones. Es realmente tercermundista¡±, sentencia la socialista.

El PP aprob¨® a comienzos de a?o en el Parlamento gallego una proposici¨®n del PSOE para abrir un debate sobre la reforma de esta ley. Miranda sostiene que est¨¢n dispuestos a hacerlo, pero Soneira advierte de ¡°el PP no hace m¨¢s que darle mil vueltas¡±. Las discrepancias entre ambas formaciones surgen, sin embargo, en un solo punto. Mientras el PSOE propone un modelo similar al italiano, donde la emigraci¨®n tiene su propia circunscripci¨®n (esto es, funciona como una provincia m¨¢s, con sus propias candidaturas y sus representantes electos en las c¨¢maras del pa¨ªs de origen), el PP alerta de que esa propuesta ¡°ya se la hab¨ªa planteado Fraga hace 20 a?os pero obligar¨ªa a cambiar la Constituci¨®n¡±, lo que ¡°solo ser¨ªa complicar a¨²n m¨¢s la situaci¨®n¡±.

Los populares est¨¢n dispuestos a ¡°equiparar lo m¨¢s posible el voto de la emigraci¨®n al de los residentes ausentes de dentro de Espa?a¡±. Esto es, que reciban por correo el voto, sin necesidad de rogarlo y que se depositen en urna el mismo d¨ªa de las elecciones. ¡°Da igual que la urna est¨¦ en los consulados o en los centros gallegos¡±. Miranda insiste en la necesidad de ¡°ser pragm¨¢ticos¡± y sostiene que su partido valora la posibilidad de ¡°servirse de sistemas telem¨¢ticos como Internet para que los censados en el exterior puedan votar con todas las garant¨ªas¡±. El PSOE ya ha presentado en el Congreso de los Diputados una proposici¨®n para modificar la ley electoral eliminar el voto rogado. Los partidos tendr¨¢n que alcanzar un gran pacto.