¡°Pens¨¦ en llamar a mis padres y decirles que me mor¨ªa¡±
Testimonios de j¨®venes que fueron a la fiesta del Madrid Arena y relatan c¨®mo vivieron la tragedia
"Hab¨ªa gente llorando, aplastada, personas de seguridad tirando de los que estaban atrapados". Es el testimonio de Sandra, una de las asistentes a la fiesta de Halloween, que se celebraba en el pabell¨®n deportivo Madrid Arena de Madrid y en la que han muerto tres chicas y dos se encuentran en estado cr¨ªtico. Como Sandra, son muchos los testimonios que muestran el dolor pero, sobre todo, la indignaci¨®n por la tragedia sucedida en el interior del recinto de la Casa de Campo.
Aitor Santos, 22 a?os, dice que ¨¦l no se enter¨® de lo que pas¨® y cuando lleg¨® a casa lo vio en Twitter y entonces decidi¨® volver al Madrid Arena. Seg¨²n ¨¦l, la avalancha se produjo en el pasaje del terror -uno de los pasillos de entrada y salida al recinto- y no en la pista central. Al pasaje del terror se acced¨ªa desde la pista central por unas escaleras. Maria Santos, 19 a?os, es otra de las asistentes. "Nunca hab¨ªa visto tanta gente", dice por tel¨¦fono. A?ade que a las cuatro empez¨® todo y que recuerda como el Samur ped¨ªa a la gente hacer una cadena para ayudar a levantarse y salir a la gente que se hab¨ªa ca¨ªdo. "O¨ª que una chica se hab¨ªa muerto", asegura esta joven que logr¨® escapar de la avalancha. "Tambi¨¦n vi como sacaban de la pista a una chica en brazos y la llevaban a la barra, donde intentaron reanimarla", recuerda.
Ernesto Moreno Hern¨¢ndez en la p¨¢gina de Facebook de EL PA?S ha dicho: "Yo estuve en el tap¨®n que se form¨® y era inhumano no te pod¨ªas mover ni para adelante, porque hab¨ªa gente tirada en el suelo, ni hacia detr¨¢s, porque la gente segu¨ªa empujando, estuvimos como media hora as¨ª, hasta que se les ocurri¨® abrir otra salida y la gente empez¨® a salir por ah¨ª" En la misma l¨ªnea se manifiesta la propia Sandra en declaraciones a la Cadena SER. Seg¨²n ella, s¨®lo una de las salidas estaba abierta. "Hab¨ªa un tap¨®n humano en la ¨²nica salida, porque todas las dem¨¢s estaban taponadas, precintadas", cuenta. Cristina C¨¢rdenas de 18 a?os afirma que "la sensaci¨®n era agobiante" y que en la puerta de salida "no entraba ni un alfiler". "La gente vomitaba dentro, se desmayaba, un caos", dice.
"Los responsables no hac¨ªan apenas nada, los dem¨¢s nos las tuvimos que ingeniar, y mientras la gente lloraba angustiada, se desmayaba y otros golpeaban como pod¨ªan con fuerza una puerta y pared que hab¨ªan derribado", explica Estefan¨ªa en la p¨¢gina de Facebook de EL PA?S. "Nos fuimos metiendo en una peque?a sala (en mi caso tumbada en el suelo un amigo tiraba de m¨ª, siendo imposible sacar mis piernas de todo el mogoll¨®n). Seg¨²n sal¨ªan muchas chicas completamente descolocadas, sin ser capaces de ponerse en pie del peso de la gente que hab¨ªan tenido que soportar, en ning¨²n momento vi a ning¨²n responsable hacerse realmente cargo, solo nosotros nos ayud¨¢bamos los unos a los otros".
Sandra Ballesteros, por su parte, muestra su rabia en Facebook por la imposibilidad de salir del recinto en plena estampida. "Yo estuve justo donde pas¨® todo y fue inhumano, brutal. Varias salidas cerradas, tramos de escaleras cortados...". Seg¨²n las primeras investigaciones, alguien lanz¨® una bengala en el interior, lo que desat¨® el p¨¢nico y llev¨® a que mucha gente empezara a correr en todas direcciones y a rodar por el suelo. Sandra lo corrobora en su testimonio. "Un chico tir¨® una bengala y ya a partir de ah¨ª fue a peor, termin¨¦ en medio de uno de los pasillos con los pies en el aire, sujetada de las costillas y varios codos, gracias a un chico sal¨ª, que no s¨¦ ni c¨®mo me sac¨®", cuenta. "Lleg¨® a donde pon¨ªa emergencias y me sent¨¦ en una barra porque ya no pod¨ªa m¨¢s. Me desabroch¨® el vestido porque ten¨ªa las costillas que me explotaban y se acerca uno de seguridad, me agarra de un brazo y me baja al suelo de un tir¨®n porque ah¨ª no se pod¨ªa estar sentado. Incre¨ªble", a?ade indignada.
El aforo era de un m¨¢ximo de 10.500 personas, seg¨²n la ficha t¨¦cnica del recinto, y algunos de los asistentes aseguran que, en el interior del Madrid Arena, hab¨ªa much¨ªsima m¨¢s gente. ¡°Es una verg¨¹enza que se vendan el doble de entradas de la capacidad de un sitio para ver a Steve Aoki", dice el usuario @karxu en Twitter que estuvo en la fiesta. Y a?ade en otro mensaje ¡°Levantando cad¨¢veres en nuestra cara... incre¨ªble esto¡±. Ernesto Moreno tambi¨¦n se queja de que hab¨ªa demasiadas personas en la sala. "El aforo era de 10.000 y hab¨ªa 20.000".
Patricia Loeches, una joven que pas¨® la noche en la fiesta, ha subido una fotograf¨ªa en su cuenta de Twitter en la que se puede ver la gran asistencia a la fiesta, donde se ve un reciento abarrotado. Seg¨²n su mensaje en la red social: "Pues ya en el metro de vuelta. Sin palabras INCREIBLE. Una imagen lo dice todo".
Laura: "Pens¨¦ en llamar a mis padres y decirles que me mor¨ªa"
"Antes de entrar al concierto de Steve Aoki ya escuchamos rumores de que se hab¨ªan vendido m¨¢s entradas de las permitidas, pero nadie hizo nada al respecto, incluso los menores de edad pasamos sin problemas. Como a las cuatro de la madrugada se produjo una avalancha por culpa de una bengala que tiraron. La gente, asustada, empez¨® a empujar y a correr hacia la puerta m¨¢s cercana, donde se amontonaron. Yo estaba cerca de la puerta, pero al llegar tanta gente se form¨® un tap¨®n. Era imposible salir. Perd¨ª a mis amigas y me qued¨¦ sola en el medio de la avalancha. Me faltaba el aire y no pod¨ªa respirar. Pensaba que me mor¨ªa. Incluso pens¨¦ en llamar a mis padres y decirles que me mor¨ªa, que de ah¨ª no sal¨ªa.
El agobio no era solo pensar que no pod¨ªas respirar, sino el sentir que la gente te aplastaba, la impotencia de no poder hacer nada, de no poder escapar, la sensaci¨®n de la falta de aire... ve¨ªas que la gente segu¨ªa empujando y que era imposible ayudar a nadie. Al final, un chico al verme gritando y llorando que me mor¨ªa, que no pod¨ªa m¨¢s, me levant¨® y consigui¨® que por inercia la gente empujara hacia la puerta y me sacasen fuera. Pero no es solo el hecho de la avalancha, sino el hecho de que sabiendo que hab¨ªa heridos no suspendiesen el concierto, algo que es totalmente vergonzoso".
Roberto Garc¨ªa, 20 a?os: "Lo de anoche fue escalofriante"
"Lo de anoche en Madrid Arena fue escalofriante. No he sido capaz de dormir. Sin duda hab¨ªa exceso de aforo y escasos efectivos de seguridad. Lo vi todo desde la pasarela de justo encima de donde estaba la masa humana. Fuimos a la fiesta un grupo de unos 8 o 10 amigos y desde que cogimos la l¨ªnea diez de metro para llegar a Lago nos sorprendi¨® la cantidad de personas que se dirig¨ªan al Madrid Arena. Jam¨¢s hab¨ªa visto tanta aglomeraci¨®n de gente en el metro. Al entrar no nos pidieron ni el DNI; solamente la entrada.? El recinto tiene tres plantas. Mis colegas y yo est¨¢bamos en la del medio. Desde all¨ª vimos c¨®mo una masa de gente empez¨® a agolparse y pensamos que era por una pelea. Despu¨¦s alguien encendi¨® unas bengalas y cada vez hab¨ªa m¨¢s y m¨¢s chicos... No pod¨ªamos movernos. Me gir¨¦ y mis amigos hab¨ªan desaparecido. Fue horrible. Recuerdo la cara de una chica que no pod¨ªa salir. No hab¨ªa muchos porteros. No sab¨ªa qu¨¦ hacer. A las cinco y media logr¨¦ bajar a la primera planta y me enter¨¦ de que una chica hab¨ªa muerto. Lo que pas¨® fue vergonzoso"
Cristina C¨¢rdenas, 18 a?os: "Hab¨ªa mucha gente al borde del coma et¨ªlico o con sobredosis"
"Entramos cerca de las dos. Conforme pas¨® el tiempo ya no se pod¨ªa andar. Era muy complicado mantener al grupo unido. La sensaci¨®n era agobiante, all¨ª no cab¨ªa ni un alfiler. La gente bailaba empuj¨¢ndose y dando saltos, lo que hac¨ªa m¨¢s dif¨ªcil moverse. Mi amiga M¨®nica y yo no hemos recibido m¨¢s golpes en nuestra vida. La gente vomitaba dentro, se desmayaba... un caos. Una chica que deb¨ªa estar bebida me peg¨® un pu?etazo en la boca porque intent¨¦ ayudarla a levantarse del suelo. Los m¨®viles no funcionaban, as¨ª que no pod¨ªas encontrarte con nadie dentro.
Cuando sal¨ª, cerca de las cuatro de la madrugada, hab¨ªa much¨ªsimas ambulancias fuera. La novia de mi hermano tuvo un ataque de ansiedad y se desmay¨®, pero no la atendieron debido a la cantidad de gente al borde del coma et¨ªlico o con sobredosis de alguna droga. Mientras mi hermano intentaba ayudarla, le robaron el m¨®vil y la cartera. Fue poco antes de que ocurriera lo de la bengala".
Ramiro, 18 a?os: "Vi a cuatro o cinco chicas tiradas en el suelo"
"Yo estuve en el momento de la avalancha. Sal¨ª a fumarme un cigarro con dos amigos y , de repente, se empez¨® a crear un tap¨®n por una de las puertas (una de las que estaban cerca del centro del local). La gente empez¨® a empujar pero est¨¢bamos tan apretados que no pod¨ªa moverme, ni para delante ni para detr¨¢s. La gente empez¨® a caerse al suelo un metro por delante de m¨ª. Yo aguantaba a tres chicas que estaban por caerse al suelo pero me preocupaban m¨¢s los que estaban en el suelo. Se ca¨ªan unos encima de otros. Los de seguridad no dejaban salir a la gente que se iba acumulando en la salida. La gente empez¨® a gritar y fue entonces cuando empezaron a sacarlos. Vi a cuatro o cinco chicas tiradas en el suelo. Hab¨ªa zapatos sueltos alrededor y alguien le estaba tomando el pulso a una de ellas. Le dije a mi amiga que no mirara. Hab¨ªa mucha confusi¨®n. Cuando empezaron a sacar a la gente, pudimos salir".
?lex del Mazo,19 a?os: "Fue un caos absoluto"
¡°Todo empieza en los exteriores de la parada de Metro de Lago donde una masa de gente haciendo botell¨®n esperaba el gran momento de ver a Steve Aoki. Todos los alrededores estaban absolutamente llenos de gente. Era impresionante. En ese momento la gente hablaba de que se hab¨ªan vendido muchas m¨¢s entradas de las que permit¨ªa el aforo del Madrid Arena. Sobre las dos de la madrugada nos pusimos en la cola para entrar en el recinto. La entrada fue muy r¨¢pida y parec¨ªa que el sistema de organizaci¨®n funcionaba. Lo que en realidad era ocurr¨ªa era que los de seguridad no ped¨ªan documentaci¨®n ni siquiera a aquellos con apariencia de menores de 18 a?os. Te miraban la entrada, te la quitaban y no te pon¨ªan ning¨²n tipo de sello.
Una vez dentro, todo estaba bien hasta que los de seguridad se empezaban a poner muy nerviosos al no poder controlar toda la riada de gente que quer¨ªa pasar de un piso a otro o salir por unos minutos a la calle a descansar los o¨ªdos. En un momento, por unas escaleras interiores del recinto que acced¨ªan a un ba?o, un chico corr¨ªa empujando a la gente. Uno de seguridad se abalanz¨® sobre ¨¦l por encima de las cabezas de la gente que estaba sentada.
A las cinco y media de la madrugada, Steve Aoki termin¨® la sesi¨®n sin que nadie nos hubiera advertido de lo que all¨ª hab¨ªa pasado. Al salir, una chica nos cont¨® impactada que hab¨ªa visto morir gente aplastada, que hab¨ªa una masa de personas tiradas en el suelo llorando a las que intentaban reanimar y no pod¨ªan. En ese momento supimos que era cierto todo lo que contaban, de que hab¨ªan sacado a personas en camilla cubiertas con papel plata. En definitiva un caos absoluto, gente y m¨¢s gente para todos los lados como si de un hormiguero se tratase, no pudimos siquiera acceder a la estaci¨®n de Lago por los empujones de cientos y cientos de personas que intentaban volver a sus casas¡±.
Ernesto Moreno, 21 a?os: "?Echaos para atr¨¢s que se est¨¢ muriendo gente!, gritaban los guardias"
"A eso de las cuatro menos cinco ya nos ¨ªbamos a ir. ?ramos cuatro colegas. Est¨¢bamos en la tercera planta y tardamos un mont¨®n en llegar a la entrada por la cantidad de gente que se agolpaba en los pasillos. Hab¨ªa mucha gente en el suelo y no te pod¨ªas mover. La ¨²nica salida estaba abarrotada y no paraba de llegar m¨¢s gente por detr¨¢s. Hab¨ªa mucha gente en el suelo. El pasillo se llen¨® de humo. No pod¨ªa salir. Los porteros de la discoteca tiraban a la gente para sacarla a la calle. Me qued¨¦ pegado a la pared, perd¨ª a mis amigos y sent¨ªa mucha presi¨®n. Un chico y yo sujetamos a una chica que iba borracha. Se va a caer. Hubo un momento en el que me met¨ª en un ba?o esperando a que despejase un poco. Me acuerdo que los guardias de seguridad estaban muy nerviosos y que gritaban: "?Echaros para atr¨¢s que se est¨¢ muriendo gente, echaros para atr¨¢s!".
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