Trepidante

El soul de altos vuelos se col¨® en el Festival de Jazz de Barcelona y el resultado no pudo ser mejor. En la noche del viernes la sala Luz de Gas vibr¨® al ritmo de esa m¨²sica negra (que ya es de todos los colores) que te cala hasta los huesos y te pone irremediablemente a bailar.

El responsable fue Lee Fields, un hist¨®rico menor que, sobre el escenario, se mostr¨® como todo un grande. En la d¨¦cada de los setenta le apodaban Little J.B. (J.B. por James Brown) por su funk aplastante heredado de su mentor. El paso del tiempo y el cambio de gustos musicales de la poblaci¨®n casi lo engull¨®, pero en los ¨²ltimos tiempos ha reaparecido (aunque en realidad nunca se hab¨ªa ido) con fuerza y varias grabaciones de verdadero inter¨¦s bajo el brazo.

En Luz de Gas demostr¨® la actualidad de su propuesta a pesar de un cierto look setentero. Del padrino Brown ya solo queda la fuerza de las interpretaciones, rabia por momentos, y uno de esos finales de me voy pero me quedo tan t¨®picos del g¨¦nero. Por lo dem¨¢s Lee Fields se mostr¨® a sus 61 a?os como un creador mucho m¨¢s sobrio y con una personalidad propia. Magn¨ªfico cantante con una tesitura muy amplia que le permite jugar con su voz en la zona m¨¢s aguda, casi al borde del grito, fue empalmando interpretaciones realmente penetrantes y rebosantes de ritmo. Ritmo potente truncado por ocasionales baladas de esas que se deslizan como un cuchillo caliente cortando mantequilla. Incluso pudo quedarse a solas con su guitarrista y conseguir que el ritmo no decayera.

Acompa?ado por un sexteto de buenos artesanos Lee Fields ofreci¨® un concierto trepidante que puso al p¨²blico en movimiento, alzando y agitando brazos y contestando a voz en grito las consignas lanzadas desde el escenario.

La m¨²sica soul sigue estando de actualidad, conciertos de este calibre deber¨ªan prodigarse m¨¢s por nuestros escenarios.