El empresario acusado de pagar un viaje a Creta a Alperi guarda silencio

Ricardo Fuster, el empresario que seg¨²n la investigaci¨®n abon¨® al menos 36.000 euros para costear un viaje a Creta del entonces alcalde de Alicante, Luis D¨ªaz Alperi, en compa?¨ªa de la edil Sonia Gracia, ambos del PP, se acogi¨® ayer a su derecho a no declarar en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano.

Fuster, imputado en el caso Brugal, la vasta investigaci¨®n de supuesta corrupci¨®n pol¨ªtica en Alicante, no respondi¨® a las preguntas del juez instructor, Juan Climent, ni tampoco a las del fiscal y el resto de partes personadas. El empresario, imitando la actitud adoptada hasta ahora por Alperi, que sigue siendo diputado auton¨®mico en las Cortes Valencianas, se limit¨® a decir que rechazaba declarar por consejo de su abogado, una vez que ha presentado un recurso contra el auto por el cual fue imputado.

La polic¨ªa y la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n acumulan evidencias de que, aunque el pago de la muy lujosa escapada fue realizado desde una de las empresas de Fuster, la mano que movi¨® los hilos del aparente cohecho era la de Enrique Ortiz, el principal constructor de Alicante. Ortiz se habr¨ªa beneficiado, a su vez, de trato de favor en materia urban¨ªstica por parte del exalcalde y de su sucesora en el cargo y tambi¨¦n imputada, Sonia Castedo.

En la causa abundan las grabaciones en las que se escucha a Alperi y a Ortiz tratar los detalles del viaje. Resulta llamativo lo poco que al ahora diputado le preocupaba en aquel momento el importe total del viaje por todo lo alto a la isla griega para dos semanas. Fuentes jur¨ªdicas consideran que ello es una prueba m¨¢s de que Alperi no ten¨ªa ninguna intenci¨®n de pagar, porque sab¨ªa que la factura correr¨ªa a costa de Ortiz.

Tan controlado estaba siendo Alperi en aquel momento, verano de 2008, que la polic¨ªa pudo grabar c¨®mo sub¨ªa al avi¨®n privado contratado por la empresa de Fuster para volar hasta Creta junto a la concejal de su partido Alegr¨ªa. En las im¨¢genes se ve al exalcalde llegar al aeropuerto de Manises (Valencia) en una furgoneta Mercedes y subir al jet con indumentaria veraniega, gafas de sol y una gorra de b¨¦isbol. La pareja de pol¨ªticos alicantinos pas¨® dos semanas en Creta. Y poco despu¨¦s de su regreso, Alperi renunci¨® al cargo de alcalde, aunque sigui¨® de diputado.

La polic¨ªa intervino inicialmente, por orden judicial, conversaciones en las que Ortiz trataba sobre el viaje con Vicente Cotino, empresario de obra p¨²blica y sobrino del presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino. Adem¨¢s de amigos, Enrique Ortiz y Vicente Cotino comparten imputaci¨®n en otra de las grandes tramas valencianas de supuesta corrupci¨®n: la causa de supuesta financiaci¨®n ilegal del PP, englobada en el caso G¨¹rtel.

Ambos empresarios negocian en las grabaciones el modo de realizar el viaje en jet privado y el precio del desplazamiento, que habr¨ªa incluido los servicios de una azafata.

Parece acreditado, seg¨²n la investigaci¨®n, que ni Alperi ni Alegr¨ªa pagaron ni un euro por el viaje. El transporte fue finalmente realizado por la compa?¨ªa Best Fly. Esta recibi¨® la transferencia con los fondos desde la empresa Rivaflecha. La polic¨ªa apunta, sin embargo, a que esta recibi¨® a su vez el dinero de Rocafort de Negocios, sociedad de la que Fuster es socio ¨²nico. Se tratar¨ªa as¨ª de una cadena de transacciones entre varias sociedades con el objeto de difuminar el rastro de la persona que coste¨® en realidad el viaje.

La rama del caso Brugal que se instruye en el TSJ es la relativa al supuesto ama?o del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de Alicante. La condici¨®n de diputados (y por tanto de aforados) de Alperi y Castedo hicieron que esta parte del caso se desgajase del tronco de Alicante y fuese remitida al Tribunal Superior valenciano. Entre la veintena de piezas separados del caso, destaca tambi¨¦n la que investiga el supuesto soborno al expresidente de la Diputaci¨®n de Alicante y exvicepresidente de la Generalitat en ¨¦poca de Eduardo Zaplana, Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll.