PP y PSOE se culpan del caos de la basura en Jerez

La quema de basuras en Jerez ha continuado a lo largo del d¨ªa, aunque por la tarde ya se trataba de casos aislados y no de una actuaci¨®n generalizada como en la noche del martes y la madrugada del mi¨¦rcoles. M¨¢s de 280 contenedores repartidos por 120 calles de esta ciudad gaditana han ardido en los ¨²ltimos cinco d¨ªas. La huella del fuego se ha quedado marcada en el asfalto de los barrios perif¨¦ricos. Y bajo monta?as de bolsas medio chamuscadas asoman los restos de lo que antes eran grandes contenedores verdes.

Tras estas quemas y los enfrentamientos entre la polic¨ªa y grupos de j¨®venes est¨¢ la acumulaci¨®n de residuos por la huelga en la recogida de basura, que dura ya 21 d¨ªas y que va camino de solucionarse. Los representantes de los trabajadores y la empresa han alcanzado esta noche un principio de acuerdo. Si los empleados lo ratifican en asamblea en la tarde de ma?ana, la huelga se habr¨¢ terminado.

Antes de que se conociera este preacuerdo, el Gobierno central decidi¨® reforzar la presencia de agentes en Jerez para evitar m¨¢s disturbios y para proteger a los camiones de la empresa Tragsa, que el Ayuntamiento ha contratado para recoger parte de las m¨¢s de 3.000 toneladas de basuras que se acumulan en las calles. Hasta el momento, la polic¨ªa ha detenido a un menor, de 17 a?os, y se han identificado a otras 11 personas, que previsiblemente tambi¨¦n ser¨¢n detenidas por los altercados de los ¨²ltimos d¨ªas.

Pero este conflicto tambi¨¦n ha dado un salto hac¨ªa la pol¨ªtica. PSOE y PP se han lanzado reproches desde las instituciones que controlan. Desde la Junta de Andaluc¨ªa, la consejera de la Presidencia, Susana D¨ªaz (PSOE), interpreta que los vecinos de Jerez han estado pagando la ¡°incompetencia¡± de la alcaldesa de la ciudad, Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Pelayo (PP). Seg¨²n D¨ªaz, la regidora ha sido incapaz de encontrar una soluci¨®n.

Algo muy parecido le ha reprochado a la Junta el subdelegado del Gobierno central en C¨¢diz. Javier de Torre (PP) acus¨® al Ejecutivo andaluz de ¡°absoluta dejaci¨®n¡± de sus responsabilidades, que pasar¨ªan por la intermediaci¨®n en el conflicto laboral y el control sanitario.

En apariencia, la huelga ha sido solo un conflicto entre una empresa y sus trabajadores, que intentaban evitar el despido de 125 de sus compa?eros a trav¨¦s de un Expediente de Regulaci¨®n de Empleo. Pero en la g¨¦nesis del problema est¨¢ el recorte que el Ayuntamiento de Jerez ha impuesto a la concesionaria Urbaser, encargada de la limpieza. El Consistorio, que acumula una deuda de unos 1.000 millones, reducir¨¢ en 2013 un 20% el presupuesto destinado a este servicio, lo que supone un recorte de 4,5 millones de euros. Finalmente, los representantes de los trabajadores han aceptado una rebaja salarial del 10% y que se toquen sus complementos. A cambio, lograr¨ªan salvar del despido a 125 de sus compa?eros. La huelga arranc¨® a principios de noviembre, pero hasta comienzos de esta semana no se hab¨ªa convertido en un conflicto ciudadano con la quema de contenedores.

Reducirlo todo ¡ªlas quemas, los enfrentamientos nocturnos entre polic¨ªa y j¨®venes y las detenciones¡ª a un ejercicio de puro vandalismo es demasiado simple. Como reduccionista tambi¨¦n resulta pintar los disturbios solo como una forma de protesta vecinal ante la desesperada situaci¨®n de Jerez, un municipio de 212.000 habitantes.

La distancia entre el vandalismo y la protesta es muy peque?a, y ni siquiera In¨¦s Castilla P¨¦rez, presidenta de la asociaci¨®n de vecinos de la zona del Mopu, una de las barriadas m¨¢s castigadas por los disturbios y la acumulaci¨®n de basuras, sabe decir d¨®nde estaba la frontera. Por un lado, critica que un grupo de j¨®venes de su barrio se enfrentara con botellas a la polic¨ªa la noche del martes al mi¨¦rcoles. Pero, por otro, afirmaba que la situaci¨®n es ¡°insostenible¡± debido a la acumulaci¨®n de basuras. De hecho, Castilla reconoce que, antes de que comenzaran los disturbios, su asociaci¨®n ya estaba barajando realizar cortes de calles como forma de protesta.

Los actos m¨¢s violentos se han registrado en las barriadas perif¨¦ricas, donde los desechos se amontonan y donde se han quemado m¨¢s contenedores. En las principales v¨ªas de la ciudad, como la calle Larga, ni siquiera se ha intuido que hab¨ªa una huelga de limpieza desde principios de noviembre.

¡°Los servicios m¨ªnimos se est¨¢n concentrando en el centro de la ciudad¡±, reconoce Francisco Delgado, trabajador de Urbaser. Este empleado formaba parte de la cuadrilla de servicios m¨ªnimos que recorr¨ªa por la ma?ana el barrio del Mopu, donde se han registrado los enfrentamientos m¨¢s duros entre los j¨®venes y los agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. ¡°En este barrio hay una dejadez del Ayuntamiento, los est¨¢n marginando¡±, opina Delgado. ¡°Se junta el hambre con las ganas de comer¡±, afirma este operario respecto a los altercados entre los j¨®venes y la polic¨ªa.

Juan Cazalla, presidente del comit¨¦ de empresa de Urbaser, ha anunciado que, una vez que el preacuerdo sea ratificado por la asamblea, se retomar¨¢ de inmediato el servicio de retirada de basuras.