Amar en tiempos de Lope
En v¨ªsperas del 450 aniversario de su nacimiento, seguimos los pasos del escritor por Madrid En la casa del n¨²mero 11 de la calle Cervantes acab¨® su vida llena de aventuras galantes
Am¨® a tantas que¡ fue desterrado ocho a?os de Madrid, perpetr¨® el secuestro consentido de una de sus amadas antes de marcharse, fue padre de hijos leg¨ªtimos e ileg¨ªtimos (al menos 12 reconocidos con tres mujeres distintas), se cas¨® dos veces (una por poderes), enga?¨® a todas y hasta se hizo sacerdote para calmar, sin ¨¦xito, sus pasiones y, sobre todo, para garantizarse la vejez. La vida amorosa de F¨¦lix Lope de Vega y Carpio (Madrid, 1562-1635) supera con mucho la de cualquiera que pueda aparecer hoy, en pleno siglo XXI, en una revista del coraz¨®n.
En el caso del escritor del barroco, con m¨¢s m¨¦rito si cabe, teniendo en cuenta que su vida se desarroll¨® en los siglos XVI y XVII, con la Santa Inquisici¨®n a la vuelta de cualquier esquina. Es imposible entender la trayectoria y la obra de este aut¨¦ntico ingeniero del amor sin sus mujeres. La intensidad con la que el autor madrile?o vivi¨® sus aventuras amorosas es, en gran parte, la causante de su vasto legado: 1.800 comedias, 3.000 sonetos, tres novelas (y cuatro cortas), nueve epopeyas¡ Se celebran los 450 a?os del nacimiento de este ¡°monstruo de la naturaleza¡±, como le bautiz¨® su coet¨¢neo y rival Miguel de Cervantes. Recorremos el Madrid del F¨¦nix de los Ingenios, el Madrid de la movida de los ochenta (del siglo XVI), romance a romance, mujer por mujer, amor por amor.
La casa de Lope, ubicada en el n¨²mero 11 de la calle que hoy tiene el nombre de su mayor contrincante intelectual, Cervantes, no es la casa en la que naci¨®, sino donde vivi¨® los ¨²ltimos a?os de su vida, con los cuatro hijos que le quedaban de sus tres ¨²ltimas mujeres. Antonia Clara, hija de la joven Marta de Navares (la Marcia Leonarda de las novelas), su ¨²ltimo amor y gran compa?era ¡ªy antes de ello amante, hasta que enviud¨®¡ª; Feliciana, heredera leg¨ªtima de Lope e hija de su segunda esposa, Juana de Guardo, que falleci¨® en el parto; y Marcela y Lope F¨¦lix, dos de los hijos que tuvo con su amante m¨¢s s¨®lida, la actriz Micaela de Luj¨¢n, a la que se trajo de Sevilla a Toledo y luego a Madrid para mantener a ¡°las familias¡± unidas, la matrimonial y la extramatrimonial, aunque fuera en viviendas separadas.
En aquellos tiempos, aquella casa de dos plantas de la calle de Cervantes era una residencia modesta de las afueras de la ciudad, casi campestre. De ah¨ª su huerto y su pozo, que ahora forman parte del agradable jard¨ªn interior de la vivienda, en el coraz¨®n del barrio de Huertas. Hoy es casa museo y es el centro neur¨¢lgico de las actividades con las que se homenajea al gran dramaturgo del Siglo de Oro este fin de semana, y que incluyen conferencias y visitas guiadas dramatizadas.
Lo cierto es que la vida de Lope en Madrid arranca cerca de la calle Mayor, en los alrededores de lo que hoy es el Mercado de San Miguel, concretamente en la calle de Bordadores. Seg¨²n cont¨® ¨¦l mismo, lleg¨® al mundo ¡ªel cuarto de cinco hermanos¡ª como consecuencia de los celos de su madre, que persigui¨® a su padre, un bordador llamado Felix de Vega ¡ªc¨¢ntabro como ella, para m¨¢s se?as¡ª hasta Madrid para rescatarlo de los brazos de una supuesta amante. La reconciliaci¨®n acab¨® en el alumbramiento, nueve meses m¨¢s tarde, de uno de los autores m¨¢s prol¨ªficos de la literatura universal. Un plebeyo que se hizo noble con la pluma y que disfrut¨® de su fama en vida, cuando siendo a¨²n un jovencillo, sus romances, como los de G¨®ngora (enemigo declarado) se cantaban por las calles de Madrid, del mismo modo que se entonaban en los ochenta las canciones de Antonio Vega o Los Secretos. De ah¨ª que estudiosos como Jos¨¦ Fern¨¢ndez Montesinos hablen de esa ¨¦poca como de la movida del XVI.
Un aniversario lleno de actividades
- Durante todo el a?o se puede visitar la exposici¨®n permanente sobre Lope de Vega en su casa museo, en la calle de Cervantes, 11. De martes a domingo, de 10 a 15.
- Ma?ana y el domingo las visitas las guiar¨¢ un actor que interpreta a Lope. Tambi¨¦n es accesible el huerto de la casa. Tanto la entrada al huerto como las visitas guiadas son gratuitas, aunque para estas ¨²ltimas es necesario reservar en el 914 299 216 o mediante casamuseolopedevega@madrid.org
- Hoy el museo acoge el curso Dramaturgias y Comediantas. Mujeres y Literatura en el Madrid del Siglo de Oro, recordando entre las numerosas mujeres relacionadas con el teatro barroco a Marcela de San F¨¦lix (hija de Lope). En el curso intervienen profesionales de la investigaci¨®n, la docencia y la difusi¨®n de cuatro universidades.
- Desde octubre y hasta el 31 de diciembre tambi¨¦n se conmemora en la casa museo el 400 aniversario de la creaci¨®n del Convento de las Trinitarias Descalzas, situado a una manzana. Para ello se ha dise?ado una visita que hace hincapi¨¦ en los v¨ªnculos entre Lope, el barrio de las Letras, y el Convento. Los horarios y la pol¨ªtica de reservas es la misma.
Madrid se convert¨ªa por entonces, en 1562, en Villa y Corte, con el consecuente traslado de muchas familias de la nobleza. Hab¨ªa, por eso, mucho trabajo para los bordadores: tapices para decorar palacios y casas, sillas y sillones que tapizar, cortinas¡ Lope fue bautizado en la iglesia de San Miguel, donde est¨¢ el mercado, y estudi¨® con los jesuitas en lo que es hoy el instituto de San Isidro.
Disc¨ªpulo aventajado del poeta y m¨²sico Vicente Espinel, Lope escribi¨® sus primeros versos con cinco a?os y, a los 12, su primera comedia, cuyo t¨ªtulo parece ser premonitorio: El verdadero amante. Fue el obispo de ?vila, don Jer¨®nimo Manrique, que ejerc¨ªa como una especie de mecenas del talento juvenil para la Iglesia, quien le consigui¨® la beca para que estudiara en la universidad de Alcal¨¢ de Henares.
Sin embargo, sus tempranos escarceos amorosos le impidieron acabar el bachiller. Lope se puso a trabajar de secretario de arist¨®cratas, como el Marqu¨¦s de Navas, y a escribir comedias para compa?¨ªas teatrales, como la de Jer¨®nimo Vel¨¢zquez, que trabajaba con los teatros de la corte y que era el padre de quien ser¨ªa su primer gran amor: Elena Osorio (Filis).
Ten¨ªa 19 a?os y sus visitas al barrio de Lavapi¨¦s, donde viv¨ªa su amada (ya casada), se convirtieron en cotidianas durante cuatro a?os: en parte por la entrega de sus obras para la compa?¨ªa, en parte por el arrebato de amor y, en parte tambi¨¦n, para bloquear el paso a tanto pretendiente osado. Fue in¨²til. Es conocida la ¡°generosidad¡± con la que Elena Osorio respond¨ªa a los favores y regalos de sus conquistadores. Ni su fama, ni las exitosas representaciones de sus comedias en los principales teatros, el del Pr¨ªncipe (hoy el Teatro Espa?ol) y el de La Cruz (en la calle Espoz y Mina), sirvieron para que su Filis, ya viuda, se decantara por ¨¦l. Su primer gran amor escogi¨® a un hombre bien posicionado para volver a casarse.
El despecho desat¨® la pluma herida de Lope que puso negro sobre blanco aquellos famosos versos que le costaron un destierro de ocho a?os de la Villa y otros dos del reino de Castilla: ¡°Una dama se vende a quien la quiera. / En almoneda est¨¢. ?Quieren compralla? / Su padre es quien la vende, que aunque calla, / su madre la sirvi¨® de pregonera¡¡±. En una ¨¦poca en la que solo hab¨ªa cronistas oficiales, ni peri¨®dicos ni revistas, ¨¦l dio con su particular gallina de los huevos de oro y se hab¨ªa convertido en el cronista dram¨¢tico de sus propias vivencias, en narrador privilegiado de su tiempo.
Se fue de Madrid, s¨ª, a los pocos meses, pero no sin antes raptar a la que am¨® despu¨¦s. Amenazado con la pena de muerte si no cumpl¨ªa el dictamen judicial, Lope se fug¨® con su segundo amor, Isabel de Alderete y Urbina (Belisa). Huy¨® con ella y con su anuencia para casarse por poderes en mayo de 1588. El consentimiento del matrimonio ¡°a distancia¡± le supuso irse a la conquista de Inglaterra con la Armada Invencible y regres¨®, derrotado, a Valencia, donde comenz¨® la vida conyugal. Pero Belisa muri¨® en el parto junto a su beb¨¦ en 1594. Lope se qued¨® solo cuando faltaban meses para que pudiera regresar a Madrid. Y lo hizo.
Le falt¨® tiempo para ser acusado de amancebamiento: le pillaron in fraganti con la actriz viuda Antonia Trillo, seg¨²n los documentos que se conservan de aquel pleito. ¡°No tenemos constancia de adonde vuelve, pero era una ¨¦poca en la que mucha gente no ten¨ªa casa propia, viv¨ªan con los nobles a los que serv¨ªan o en posadas, como Quevedo que, a¨²n teniendo casa, la alquilaba¡ Eran poetas y escritores de mes¨®n", explica el catedr¨¢tico Felipe Pedraza, ponente en las jornadas que arrancan hoy.
Al poco tiempo de regresar a la Villa, en 1597, Felipe II cierra los teatros en se?al de luto por la muerte de su hija Catalina de Saboya. El rey muere despu¨¦s y el luto se prolonga dos a?os. Y aqu¨ª es donde entra en escena el ingenio del F¨¦nix que, pese a mantener relaciones con la actriz (primero casada y luego viuda) Micaela de Luj¨¢n (Lucinda) afincada en Sevilla, se casa con Juana de Guardo, hija de un adinerado carnicero de la corte.
La boda de Felipe III en 1599 vuelve a levantar el tel¨®n de los teatros madrile?os y Lope escribe profusamente para mantener a dos familias. Consigue reunirlas en Toledo primero y despu¨¦s en Madrid, donde compra la casa de Huertas para la familia oficial, y alquila otra en una calle aneja para la extramatrimonial. La muerte de todas sus mujeres re¨²ne a los cuatro hijos vivos en la casa donde el dramaturgo acabar¨¢ sus d¨ªas.
Aunque sus huesos fueron a parar a un osario com¨²n, su entierro en el cementerio anexo de la Iglesia de San Sebasti¨¢n fue multitudinario. Y, seg¨²n consta en las cr¨®nicas de la ¨¦poca, propio de un ¡°verdadero amante¡±: hab¨ªa m¨¢s mujeres que hombres.
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