¡°Al menos en este parque se puede jugar¡±

¡°Al menos en este se puede jugar¡±, suspiran dos mujeres que vigilan c¨®mo sus hijas de cuatro a?os avanzan entre zanjas en el pavimento. Esto sucede en uno de los tres parques tem¨¢ticos que tiene la ciudad de Valencia. El de Mortadelo y Filem¨®n, situado en la zona norte, cerca del de La Fonteta de Sant Llu¨ªs. ¡°El otro no se puede ni pisar¡±, comentan se?alando hacia un edificio. ¡°Pero es que todos est¨¢n supermal¡±, sintetizan. Esta es una muestra de la opini¨®n extendida entre los ciudadanos y los partidos de la oposici¨®n de Valencia, que denuncian el mal estado en que se encuentran los parques y jardines de la ciudad.

El ejemplo del parque dedicado a los personajes del tebeo de Ib¨¢?ez sirve para ilustrar una situaci¨®n que se repite en otros espacios de juego: columpios rotos, juntas peligrosas, agujeros en el suelo o hasta lonchas enteras del pavimento pl¨¢stico que recubre el suelo levantadas. En las ¨²ltimas semanas, adem¨¢s, la lluvia ha agravado el panorama y muchas de estas zonas de juego infantil muestran grandes charcos y barrizales. ¡°Aqu¨ª no hay quien haga nada¡±, comenta un padre, ¡°pero es que no tenemos otro lugar¡±.

¡°Es una impotencia terrible no poder utilizarlos¡±, dice un vecino de La Fonteta

Seg¨²n los datos facilitados por el Ayuntamiento, el presupuesto destinado a Parques y Jardines en el ejercicio de 2012 es de 12 millones de euros ¡°redondos¡±. Un 6% menos que el a?o anterior, en que llegaba casi a los 13 millones. Vicente Rostroll, uno de los vecinos del parque de La Fonteta, se pas¨® dos meses recogiendo firmas para pedir que limpiaran el parque. ¡°Era macabro y escandaloso¡±, sostiene. ¡°Se siente una impotencia terrible por no poder utilizar tu parque¡±. Este vecino comenz¨® la campa?a al ver que los propios residentes de la zona ten¨ªan que marcharse cuando anochec¨ªa porque no hab¨ªa luz o pasaban miedo al volver de noche: ¡°Esto no lo hab¨ªan tocado desde hace 20 a?os. Y seguimos sin luz. Las pusieron para las fiestas y se las llevaron¡±, explica, ¡°y se est¨¢n haciendo parques que solo sirven hasta las cinco de la tarde¡±.

Entre el pasado 15 de mayo y el 15 de junio, la oficina administrativa municipal recibi¨® por correo electr¨®nico 64 quejas sobre el servicio de jardiner¨ªa. De estas, 43 se refer¨ªan a deficiencias en parques y jardines y 22 a la falta de poda.

El peligro y el malestar aumenta en d¨ªas de viento o lluvia como los propios de estas fechas. En estos casos es normal encontrarse con restos de mobiliario en medio de la calzada o basura en la entrada de los portales. El pasado d¨ªa 1 de noviembre, durante la festividad de Todos los Santos, la calle de Literato Gabriel Mir¨® permaneci¨® un buen rato cerrada debido a la ca¨ªda de un ¨¢rbol. ¡°Menos mal que hoy casi no circulan coches¡±, respond¨ªa un polic¨ªa local mientras varios bomberos arreglaban los desajustes de la copa subidos a una gr¨²a.

El Ayuntamiento tiene en marcha un sistema que acude a podar en menos de 72 horas si los vecinos alertan de la urgencia. Hasta finales de este mes se han recibido 185 avisos en la zona sur y 71 en la zona norte. Los m¨¢s frecuentes, explican desde el departamento de Medio Ambiente, son los relativos a rotura de mobiliario y fallos en la red de riego. Tambi¨¦n se han denunciado ca¨ªdas de ramas por el peso o de frutos con peligro de resbalar.

Los restos de polen en primavera y verano y las hojas en oto?o forman parte de las molestias cl¨¢sicas para los deportistas de la ciudad. Incluso en los jardines del Turia, que mantiene una patrulla constante, existen reclamaciones por parte de los visitantes. ¡°Es un peligro¡±, resume un corredor mientras muestra una acera empastada de hojas.

El presupuesto de parques y jardines ha bajado este a?o un 6%

La dejadez de estos espacios p¨²blicos es m¨¢s preocupante en las zonas perif¨¦ricas. El parque del Oeste, el de Cabecera o los jardines de Viveros suelen tener a cualquier hora del d¨ªa alg¨²n operario. La cosa cambia en los m¨¢s rec¨®nditos. Un ejemplo claro es el de Manuel Granero, conocido popularmente como ¡°el de Russafa¡± porque es el ¨²nico del barrio. Este espacio empotrado frente a las v¨ªas del tren muestra una absoluta falta de recursos a pesar de ser una de las reivindicaciones m¨¢s antiguas de los vecinos y de que a su lado haya varios descampados llenos de escombros. ¡°No decimos que se pase cuatro veces la m¨¢quina, como en el Ayuntamiento, pero al menos que nos quiten los excrementos. Porque, aunque no seamos turistas, somos personas y queremos higiene¡±, reclama Rostroll.