Estas mu?ecas no se dirigen al portal
Rom¨¤ Gubern apadrina una exposici¨®n de fotos er¨®ticas con Barbies
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¡°Me encanta, me parece una cosa genial, excepcional, las mu?ecas adquieren una segunda vida clandestina que normalmente se nos escapa¡±. Rom¨¤ Gubern est¨¢ fascinado con la serie de im¨¢genes de sutil erotismo que ha creado con mu?ecas, principalmente Barbies, la fot¨®grafa Romy Querol y que se muestra al p¨²blico por primera vez a partir del mi¨¦rcoles en la sala B,14 de Barcelona (calle de Johan Sebastian Bach, 14).
El escritor, historiador de la comunicaci¨®n y erudito estudioso del erotismo y la pornograf¨ªa, apadrina entus¨ªasticamente la exposici¨®n Erotismo pl¨¢stico de la conocida retratista para la que ha escrito adem¨¢s un texto. ¡°Las mu?ecas son simulacros muy antiguos que en nuestra sociedad han servido tradicionalmente para educar a las ni?as en sus futuras funciones de madre¡±, observa. ¡°La Barbie supuso una erotizaci¨®n de ese simulacro y se dirig¨ªa no a la futura madre sino a la futura seductora¡±. Gubern destaca c¨®mo Querol ¡°con su habilidad en el encuadre y en la iluminaci¨®n ha puesto al desnudo, nunca mejor dicho, el atractivo er¨®tico de estos artefactos infantiles que transitan por la delgada frontera de lo animado y lo animado para turbar nuestra libido¡±. Sin dejar de ser mu?ecas, a?ade, se convierten en insinuantes objetos de placer er¨®tico, fetiches turbadores transmutados en fantasmas sexuales para su contemplador¡±. Vamos que estas mu?ecas, definitivamente, no se dirigen al portal...
A la propia Romy Querol (Barcelona, 1961) le cuesta a?adir algo m¨¢s a la ditir¨¢mbica presentaci¨®n de Gubern. Mira con aspecto de no haber roto nunca un plato y una sonrisa en el fondo de sus ojos de un gris aterciopelado. ¡°Son 20 fotos de 50x50 tiradas con iphone. Me gusta especialmente el juego con la realidad y que todo est¨¢ en la cabeza, en la mirada del observador¡±. Efectivamente, lo que propone Romy est¨¢ a a?os luz de la crudeza de otras iniciativas con Barbies como hacerles plasmar el Kamasutra todo, con la inestimable ayuda de Kent. Junto a las fotos estar¨¢n presentes en la exposici¨®n las protagonistas. ¡°Figuran en una instalaci¨®n al lado de un v¨ªdeo con una escena de Zabriskie Point¡±.
¡°Todo est¨¢ en la mirada del observador¡±, dice Romy Querol
La idea se le ocurri¨® a Querol, ducha en redacciones de moda y castings, haciendo retratos de ni?os. ¡°Paso mucho rato con mu?ecas, compr¨¦ unas Barbies y empec¨¦ a fotografiarlas. Con las mu?ecas puedes hacer de todo, como con modelos verdaderas. ?Porqu¨¦ no van a tener vida art¨ªstica las Barbies? Al principio las pon¨ªa juntas y me sali¨® un rollo l¨¦sbico, era una cosa elegante pero me pareci¨® como que no. As¨ª que las tom¨¦ una por una, tratando de sacarles lo mejor, con el mismo estilismo que si fueran humanas y tratando de que me dieran lo m¨¢s er¨®tico de ellas: una sonrisa cargada de intenci¨®n, un mech¨®n sobre la cara, un pecho entrevisto...¡±.
¡°Es mejor desear a una mu?eca que a una imb¨¦cil¡±, me subraya Gubern. ¡°Este es un proyecto a apoyar, en Espa?a la tradici¨®n de erotismo es escasa. Hay porno, pero es otra cosa. Romy, invistiendo con gran eficacia de libido a sus mu?ecas, abre un camino nuevo de erotismo fino e inteligente en el que solo se me ocurre el precedente de Leopoldo Pom¨¦s¡±.
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