La aprobaci¨®n de la marina de lujo entra en su cuenta atr¨¢s
CiU intenta convencer al PP para que el proyecto se apruebe este a?o
Las conversaciones entre CiU y PP pueden estar rotas en lo que a los Presupuestos de Barcelona respecta. Pero hay un tema que los sienta a la mesa: el plan urban¨ªstico que convertir¨¢ a la marina del Port Vell en un espacio orientado a megayates. Hoy el Gobierno local, muy especialmente el tercer teniente de alcalde Antoni Vives, intentar¨¢ convencer al grupo liderado por Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz de que el plan urban¨ªstico especial se apruebe definitivamente en la Comisi¨®n de H¨¢bitat Urb¨¢ de este mi¨¦rcoles y evitar aplazarlo hasta enero.
En los ¨²ltimos meses los populares se han mostrado especialmente duros con la gesti¨®n del alcalde Xavier Trias, pero no pueden traicionar su ADN y esquivar las presiones empresariales que reciben. Barcelona tambi¨¦n quiere evitar una aprobaci¨®n del plan por silencio administrativo. La iniciativa privada del grupo ingl¨¦s Salamanca enfrenta a los vecinos con CiU y el Puerto de Barcelona. Estas son las claves para entender el pol¨¦mico proyecto y que muchos ven como el paradigma en el cambio de modelo de ciudad.
La valla indeseada. Los opositores aseguran que la marina de lujo implica una privatizaci¨®n del espacio p¨²blico. La realidad es que desde 1992 la zona ya est¨¢ bajo una concesi¨®n, pero ahora se extiender¨ªa a los muelles d'Espanya y dels Pescadors.
Trias quiere evitar que la reforma avance por silencio administrativo
Inicialmente, la empresa Marina Port Vell era propiedad de Global V¨ªa (conformada por FCC y Caja Madrid), Nyesa Valores Corporaci¨®n y el Puerto. Ten¨ªa los derechos de explotaci¨®n hasta 2021. En julio de 2010, la empresa y su concesi¨®n pasaron a manos de Salamanca Capital, en una operaci¨®n de 30 millones de euros. La idea de los nuevos propietarios es convertir la marina en una de las m¨¢s lujosas del Mediterr¨¢neo, con sitio para 167 embarcaciones de gran y mediana eslora ¡ªm¨¢s de 24 metros¡ª y con servicios especiales como un spa para los tripulantes. Puertos del Estado ya ampli¨® la concesi¨®n hasta 2036, por considerar ¡°excepcional¡± la inversi¨®n de 26 millones de euros que promete Salamanca.
La propuesta inicial era mucho m¨¢s ambiciosa que la que se debatir¨¢. Del proyecto cayeron, debido a las alegaciones de vecinos y partidos, una gran muro de vidrio o un restaurante de cinco estrellas. La Plataforma en Defensa del Port Vell, que agrupa a los opositores, alega que la iniciativa implicar¨¢ instalar una valla en el Moll d'Espanya, similar a la que ahora hay en el paseo Joan de Borb¨®, lo que privatiza un espacio de paseo. Los grandes yates y los edificios adem¨¢s limitar¨ªan la visi¨®n de la l¨¢mina de agua.
En el momento del traspaso de la concesi¨®n, el actual edil del PSC Jordi Wiliam Carnes formaba parte del Consejo de Administraci¨®n del Puerto, presidido entonces por Jordi Valls. All¨ª tambi¨¦n ten¨ªa asiento el alcalde del Prat de Llobregat (ICV-EUiA), Llu¨ªs Tejedor, quien todav¨ªa participa. Ambos partidos han sido cr¨ªticos con el proyecto.
Impacto econ¨®mico. El Consistorio insiste en las ventajas econ¨®micas para la ciudad. Solo hay 3.064 embarcaciones que superen los 24 metros de eslora en el mundo. Ese es el selecto grupo al que la marina busca atraer, seg¨²n una memoria econ¨®mica encargada por los promotores. La idea es que estos barcos utilicen servicios de reparaci¨®n como los que ofrece la empresa Marina92, que junto con el puerto deportivo y otras organizaciones conforman el cluster n¨¢utico. Se calcula que la actividad de la marina le inyectar¨ªan a la ciudad 100 millones de euros anuales. Este mismo informe dice que los barcos de gran eslora tienen una media de 25 tripulantes, que ganan 4.000 euros al mes de promedio.
Los vecinos no se lo creen. Temen que la marina termine por encarecer los alquileres en la Barceloneta y el desplazamiento del comercio tradicional. Ponen como ejemplo el caso del hotel W, que se vendi¨® como una gran oportunidad. El hotel insiste en que 130 de sus empleados viven en c¨®digo postal 08003, el de la Barceloneta y barrios adyacentes. Este distrito postal tambi¨¦n alberga al Born, donde s¨ª viven muchos de los trabajadores del hotel.
Las formas. La manera como el Ayuntamiento, el Puerto y el propio inversor han actuado este a?o han levantado ampollas en los vecinos y la oposici¨®n. En primer lugar, el proyecto fue presentado en p¨²blico en la feria de yates de M¨®naco en 2010, antes que en Barcelona. Mart¨ªn Bellamy, director general de Salamanca, lo daba por hecho. En septiembre de este a?o, el mismo Vives fue al Principado monegasco y se refiri¨® a Barcelona como ¡°un sitio en el que se pueda juntar la riqueza de la cultura y la cultura de la riqueza¡±. Adem¨¢s dijo que las obras ya se estaban haciendo, algo que aqu¨ª se niega. A pesar de que han habido tres periodos de exposici¨®n p¨²blica ¡ªuno de ellos instado por Iniciativa¡ª los vecinos aseguran que no han podido acceder a ciertos documentos. El PP salv¨® a CiU de tener que hacer una consulta ciudadana.
Modelo de ciudad. H¨¢bitat Urb¨¢ tiene un mantra que resume el modelo de ciudad que propone CiU: Barrios productivos a velocidad humana dentro de una ciudad hiperconectada y con cero emisiones contaminantes. ¡°El principal problema de esta teor¨ªa es su incapacidad de encajar pr¨¢cticas en las que se est¨¢ volcando el Ayuntamiento¡±, opina el arquitecto y columnista David Bravo. ¡°?C¨®mo pueden hacerse barrios productivos a base de megayates?, ?C¨®mo se consiguen esas cero emisiones abriendo puertas a grandes barcos? ?C¨®mo se habla de hiperconexi¨®n cuando se incumplen los principios m¨¢s b¨¢sicos de transparencia en la informaci¨®n p¨²blica?¡±.
?Inter¨¦s p¨²blico o privado?
La oposici¨®n a la reforma del Port Vell es una apuesta por un puerto ciudadano. El car¨¢cter portuario constituye un elemento b¨¢sico del c¨®digo gen¨¦tico de Barcelona. Tras las experiencias a lo largo de casi 25 a?os de gesti¨®n del Port Vell por parte de la Autoridad Portuaria ¡ªWorld Trade Center, Hotel W, por ejemplo¡ª, ha llegado la hora de devolver a la ciudad lo que ella misma ha creado con sus impuestos y su trabajo a lo largo de los siglos: el puerto viejo. La defensa del puerto ciudadano significa democratizar su gesti¨®n y buscar el punto de equilibrio entre el disfrute y usos ciudadanos ¡ªahora seriamente amenazados¡ª y la rentabilidad econ¨®mica.
El de los megayates es un fen¨®meno reciente que plantea una nueva problem¨¢tica a las infraestructuras portuarias. La soluci¨®n no puede abordarse desde la ¨®ptica tradicional de las ¡°marinas deportivas¡±, sino desde el punto de vista de las embarcaciones mercantes tradicionales, a las que grandes yates se asemejan por sus dimensiones y necesidades log¨ªsticas. No se trata de estos barcos atraquen en sitios remotos, pero tampoco permitir que se apropien en exclusiva del coraz¨®n de la ciudad. Hoy en d¨ªa ya atracan megayates en el Port Vell, hecho que hace incomprensible que ahora se plantee construir una valla en el Moll d'Espanya para salvaguardar la privacidad y seguridad de sus tripulantes. Una barrera que privatizar¨¢ un espacio que es de dominio p¨²blico.
El seguro aumento del precio de la vivienda y la erosi¨®n del comercio de barrio abre el interrogante de a qui¨¦n beneficia la marina de lujo. A ello se suma la opacidad y falta de acceso a la informaci¨®n p¨²blica que ha acompa?ado el proceso. Todo ello hace necesaria una reflexi¨®n y cambio de rumbo a la hora de intervenir sobre el puerto-ciudad, recuperando para los barceloneses un espacio que es parte de su esencia y que puede determinar su futuro. Aqu¨ª nos jugamos una disyuntiva sobre la ciudad: inter¨¦s privado o inter¨¦s p¨²blico.
Defensem el Port Vell es una plataforma ciudadana que aglutina vecinos y entidades
Crear riqueza y trabajo
El Gobierno de la ciudad de Barcelona tiene dos grandes prioridades: incentivar la actividad econ¨®mica y garantizar la calidad de la vida de sus vecinos. Dicho sin rodeos: crear puestos de trabajo y riqueza para el bienestar de nuestros ciudadanos. Y estos objetivos son posibles gracias a inversiones como las que nos plantea la renovaci¨®n de la marina del Port Vell y la posibilidad estrat¨¦gica que se nos abre como ciudad de consolidar un cl¨²ster n¨¢utico en el Puerto de Barcelona.
Creemos, sin duda, que el cl¨²ster n¨¢utico es un gran proyecto industrial vinculado al mar que abre nuevas oportunidades de negocio para las empresas del sector, crea puestos de trabajo en la Barceloneta, genera residentes locales, dinamiza el comercio y los servicios de la zona, fomenta la mixticidad de usos y parar la presi¨®n tur¨ªstica que vive el barrio introduciendo una nueva actividad econ¨®mica.
Para esta apuesta estrat¨¦gica es clave la formaci¨®n y el compromiso de transformar el Consorcio el Far es una escuela de formaci¨®n profesional adaptada a las necesidades actuales del Puerto, que ligue con la oferta formativa reglada que se ofrece en los centros del barrio.
Tambi¨¦n es fundamental garantizar que no se pierda la calidad del espacio p¨²blico existente. El Ayuntamiento ser¨¢ el garante de que la transformaci¨®n del Port Vell preserve nuestro paisaje y entorno urban¨ªstico y sea un paso m¨¢s en la apertura de la ciudad al mar iniciada con el Puerto Ol¨ªmpico, el Marem¨¤gnum, el World Trade Center o m¨¢s recientemente con la Nueva Bocana donde se ubica el hotel W.
Somos una ciudad atractiva y el Gobierno ha aprovechado para aprovechar las oportunidades que eso comporta. Es nuestra responsabilidad, convertir estas oportunidades en bienestar y riqueza para el territorio y, sobre todo, para la gente.
Antoni Vives, tercer teniente de alcalde de Barcelona.
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