En las sendas de la creaci¨®n
El core¨®grafo, maestro y bailar¨ªn Cesc Gelabert da una clase magistral organizada por la SGAE

El core¨®grafo, maestro y bailar¨ªn Cesc Gelabert (Barcelona, 1953), la figura en activo m¨¢s importante de la danza contempor¨¢nea espa?ola, ha pasado fugazmente por Madrid en una gira pedag¨®gica organizada por la Sociedad General de Autores. Antes estuvo en Valencia, y a¨²n le quedan este mes Barcelona y Bilbao. Ayer, imparti¨® una clase magistral de creaci¨®n coreogr¨¢fica en el Conservatorio Superior de Danza Mar¨ªa de ?vila a 15 inquietos j¨®venes artistas madrile?os (algunos se exhibir¨¢n hoy en Matadero).
Gelabert, respondiendo acaso a su estricta y cartesiana formaci¨®n como arquitecto, es un hombre ordenado y minucioso que va al detalle. La sesi¨®n, de cuatro largas horas, comienza con una exposici¨®n te¨®rica que pone los puntos sobre los pasos a dar, y propone vivirlos como una intensa aventura en la creaci¨®n: ¡°Se necesita a un bailar¨ªn comprometido; yo siempre digo que hay que comprometerse a fondo con lo que se baila. Nunca un bailar¨ªn, por maravilloso que sea, debe sentirse mejor que la coreograf¨ªa¡±. Constantemente llama a la parte consciente del bagaje cultural: ¡°Concibo la coreograf¨ªa como un acto de cultura, pues esto es lo que es. Adem¨¢s, coreograf¨ªa e interpretaci¨®n son indisolubles, un sue?o compartido en estado de vigilia¡±.
A¨²n en activo con sus prodigiosos y prism¨¢ticos solos, Gelabert allana el camino: ¡°Dedico m¨¢s espacio ahora a compartir, que no complacer al p¨²blico¡±. Y tiene tiempo para recordar: ¡°Cuando estaba haciendo la mili, escrib¨ª un libraco de 200 p¨¢ginas sobre qu¨¦ es la danza (que por suerte no he publicado). Creo en la experiencia acumulativa, en los pactos secretos e intangibles entre artista y coreograf¨ªa¡±. Luego Gelabert da paso a su particular humor, pero en serio: ¡°Siempre digo que la coreograf¨ªa puede ser como una receta de cocina, la de la paella, por ejemplo: si se hace bien, si se siguen los pasos, se llega satisfactoriamente al plato¡±.
Gelabert y su compa?¨ªa acaban de regresar de Mil¨¢n, donde han sido los invitados centrales del Festival Milano Oltre. All¨ª han presentado Belmonte, una obra que ha demostrado no envejecer y habla de la vida del m¨ªtico torero. Ahora el tema de los toros sigue generando una pol¨¦mica que se antoja infinita: ¡°Con respecto a los toros, mi postura es ambivalente. Me gusta como el excepcional patrimonio cultural que es, su calidad y su fuerza, pero por otro lado, mi sensibilidad se impone. Recuerdo a mi abuela matando pollos o conejos que criaba en casa. Me he hecho budista y, por principio, me preocupa el trato que se da a todos los animales. No entro en otras apreciaciones, pero he dejado de ir a los toros¡±.
Con respecto al arte coreogr¨¢fico, sus conclusiones son aplastantemente realistas y llaman a la reflexi¨®n: ¡°Una buena coreograf¨ªa es la que permite una buena interpretaci¨®n. As¨ª es como debemos mirarnos¡±. Y respecto a la indiferencia de las instituciones para con los apoyos a la danza, es claro: ¡°Tienen que adaptarse a las necesidades de los creadores, y no al contrario¡±.
Y al final se habla de ese acto diario, inevitable y sagrado que es la clase de ballet: ¡°En otras ¨¦pocas mejores, viaj¨¢bamos con un maestro; ahora cojo a un par de los m¨¢s veteranos de la compa?¨ªa y ellos dan una barra de calentamiento al resto. A m¨ª me gusta que en la semana se hagan dos d¨ªas de ballet y dos d¨ªas de contempor¨¢neo. Y acaso uno o dos d¨ªas tambi¨¦n de otras t¨¦cnicas¡±.
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