Los enga?os de Fabra

Esta semana pasada, se celebr¨® en Alicante la cumbre europea de la Propiedad Industrial. Durante dos d¨ªas, los directivos de algunas de las m¨¢s importantes empresas del continente ¡ªPeugeot, Freixenet, Geox, Mercedes Benz¡ª discutieron el modo de enfrentarse a la pirater¨ªa industrial. El problema, de una enorme gravedad para las empresas por las p¨¦rdidas que les supone, era uno de los ejes de la reuni¨®n. La pirater¨ªa industrial mueve cada a?o decenas de billones de euros, y sus efectos se dejan sentir sobre el mercado de trabajo de la Comunidad Europea. Es en los pa¨ªses emergentes, con una legislaci¨®n m¨¢s laxa, donde m¨¢s se producen estas pr¨¢cticas.

Adem¨¢s de debatir los problemas de la Propiedad Industrial, en la reuni¨®n se habl¨® tambi¨¦n de otros asuntos. Uno de ellos fue, como cab¨ªa esperar, la crisis econ¨®mica de nuestro pa¨ªs. Para el presidente de Freixenet, Josep Lluis Bonet, ¡°la soluci¨®n pasa por la econom¨ªa productiva y su proyecci¨®n internacional. Sensibilizar a las pymes de que el camino est¨¢ en el exterior y con productos de marca¡±. Antonio Campinos, que preside la Oficina de Armonizaci¨®n del Mercado Interior (OAMI), opina que Espa?a ¡°debe basar la salida de la crisis en el talento, el dise?o, la competitividad y la innovaci¨®n¡±. Esta opini¨®n fue compartida por la mayor¨ªa de los empresarios, que consideran la innovaci¨®n y la tecnolog¨ªa como los ingredientes b¨¢sicos de la competitividad.

Todo el mundo, pues, parece estar de acuerdo en que para superar la crisis es preciso innovar, y para innovar es necesario investigar. Y nuestros gobernantes, ?creen nuestros gobernantes en la investigaci¨®n? Desde luego que s¨ª. En cuanto tienen ocasi¨®n, nuestros gobernantes proclaman en p¨²blico su fe en la investigaci¨®n. Haces unos meses, pocos, durante una visita a los laboratorios Korott, de Alcoy, Alberto Fabra se declaraba un decidido partidario de la innovaci¨®n. ¡°La innovaci¨®n ¡ªdijo el presidente de la Generalitat¡ª es la apuesta necesaria para el mejor futuro y conseguir unos niveles de riqueza y empleabilidad necesarios¡±. Poco despu¨¦s, volv¨ªa a reiterar Fabra su fe en la investigaci¨®n, durante la entrega de los premios Jaume I. Ante un selecto auditorio formado por hombres de ciencia, el presidente destac¨® los esfuerzos que su Gobierno realizaba para ¡°consolidar un fuerte sistema de investigaci¨®n y desarrollo¡±.

Ante estas declaraciones p¨²blicas a favor de la ciencia, uno debe pensar que la pol¨ªtica de la Generalitat se desarrollar¨¢ en consonancia. Pues no, se?or, nada de eso. Entre las palabras de Alberto Fabra y la pol¨ªtica (?) cient¨ªfica de la Generalitat Valenciana no existe ning¨²n parecido. Cada una de las afirmaciones que el presidente realiza en p¨²blico es desmentida en la pr¨¢ctica por la realidad de los hechos. Una consulta a los presupuestos de la Generalidad muestra que ni la innovaci¨®n, ni la ciencia, ni la tecnolog¨ªa, son importantes para al Gobierno valenciano. La realidad, la ¨²nica realidad de la pol¨ªtica cient¨ªfica valenciana son los recortes de presupuesto, los despidos de personal, el ahogo econ¨®mico de los institutos tecnol¨®gicos. A eso, m¨¢s o menos, se reduce la pol¨ªtica de la Generalitat.

Francisco Camps hizo de la mentira su herramienta para embaucar a los valencianos. A la vista del desastre que ha provocado en la Comunidad esa manea de entender la pol¨ªtica, algunos pensamos que Alberto Fabra se comportar¨ªa de manera distinta. No ha sido as¨ª y esto es una p¨¦sima noticia para nosotros, porque nos cierra el futuro. Ante conductas como las de Fabra, crece entre los ciudadanos la idea de ser prisioneros de un sistema en el que los pol¨ªticos pervierten cada d¨ªa las reglas del juego para su inter¨¦s.