A Coru?a decide cobrar el IBI a su universidad y exime a la Iglesia

A la Iglesia ni tocarla, pero a la universidad p¨²blica s¨ª. El Ayuntamiento de A Coru?a, gobernado por el alcalde Carlos Negreira (PP), ha decidido cobrar a la instituci¨®n acad¨¦mica, por primera vez en sus dos d¨¦cadas de existencia, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). De golpe y porrazo, en plena ola de protestas de rectores por los abultados recortes que asfixian los campus p¨²blicos, qued¨® anulado el acuerdo por el que la universidad coru?esa estaba hasta ahora exenta del pago de esta tasa en la capital provincial. Una dispensa de la que siguen, sin embargo, gozando la mayor parte de los campus espa?oles o las m¨²ltiples propiedades de la curia, sean o no de uso religioso.

Por la v¨ªa de apremio le lleg¨® al Rectorado el requerimiento del Ayuntamiento coru?¨¦s para que ingrese sin dilaciones en las arcas municipales 85.000 euros por los edificios que tiene repartidos en la ciudad. Tan solo cuatro meses antes, el equipo de gobierno de Negreira impidi¨® que el pleno municipal debatiese la posibilidad de levantar total o parcialmente la exenci¨®n del IBI del que goza la Iglesia cat¨®lica desde el inicio de la democracia. Ante tanta premura, la Universidade da Coru?a pag¨®. Pero acord¨® al mismo tiempo recurrir por la v¨ªa administrativa el pago de un impuesto del que hasta ahora siempre se hab¨ªa librado. Tambi¨¦n en Ferrol, cuyo Ayuntamiento, al contrario del coru?¨¦s, s¨ª mantiene viva su decisi¨®n de no recaudar por las distintas sedes del campus en esta ciudad departamental.

Y aunque dos leyes de rango estatal establecen la posibilidad de dispensar a las universidades del pago del IBI, la disparidad de criterios y de af¨¢n recaudatorio de las siete ciudades gallegas con campus es llamativa. Santiago, en 2005 y Lugo, 2007 acordaron, tras a?os de pleitos judiciales y estando ambas gobernadas por el PSOE, eximir de ese impuesto a la Universidad compostelana ¡ªLugo solo le cobra el 5% de lo que corresponder¨ªa¡ª. Ourense, tambi¨¦n con alcalde socialista, se sum¨® el a?o pasado y desde entonces libra de esa tasa a la instituci¨®n acad¨¦mica de Vigo. Pero esta, sin embargo, es de las pocas universidades de Espa?a que paga religiosamente el IBI por sus edificios en Vigo (con alcalde del PSOE) y Pontevedra (regida por el BNG). Un recibo nada desde?able que, con la subida del IBI del 10% para este a?o, asciende en total a 548.000 euros.

En la Ley Org¨¢nica de Universidades se establece claramente la exenci¨®n de este impuesto municipal de bienes inmuebles. Aunque no es una obligaci¨®n legal para los Ayuntamientos. Son muchos los que, como el de Lugo, prefieren aplicar a los edificios universitarios la ley reguladora de las haciendas locales, que permite aplicar bonificaciones de hasta el 95% a los centros dedicados a la ense?anza o la educaci¨®n.

En el plan de sostenibilidad econ¨®mica que la Xunta exigi¨® a las tres universidades gallegas, est¨¢ recogida la exenci¨®n del IBI que solo pagaba, hasta ahora, la Universidade de Vigo. Pero con el cambio de criterio de A Coru?a, ya son mayor¨ªa las ciudades gallegas, entre ellas dos de las tres que albergan las sedes centrales de las universidades, que s¨ª recaudan ese impuesto. En Vigo, ya hace tiempo que el rectorado negocia, hasta ahora sin ¨¦xito alguno, con el Ayuntamiento que preside el socialista Abel Caballero la exenci¨®n de un impuesto caro (m¨¢s de medio mill¨®n de euros). Mientras Pontevedra estudia dejar de recaudar los 33.000 euros anuales que cobra por sus edificios universitarios, el caso de Vigo est¨¢ ya en manos de los tribunales. Aunque en el terreno judicial, la disparidad de sentencias tambi¨¦n es importante.