Tropezar en la misma piedra

Hace unos d¨ªas nos ha sorprendido, al menos a algunos, la noticia referida a la ampliaci¨®n del Palau de Congressos de Valencia. M¨¢s inusitado que la propia noticia ha sido que el representante de la patronal valenciana, CEV, votase junto a los representantes de Comprom¨ªs y de Esquerra Unida en contra de la pretendida ampliaci¨®n, mostrando todos ellos su congruente hartaz¨®n con nuevas iniciativas inmobiliarias p¨²blicas que tantos disgustos nos vienen dando a los valencianos durante los ¨²ltimos a?os. Mientras el PSPV se alineaba con el PP, con la COCIN de Valencia y con Feria Valencia (FV) a favor de la ampliaci¨®n. El voto de FV resultaba tanto m¨¢s incomprensible por cuanto que esta instituci¨®n constituye un espacio amplio y de contrastada capacidad para albergar turismo congresual, compitiendo precisamente con el recinto al que ha apoyado con su contradictorio voto, con independencia de las presiones recibidas. Una direcci¨®n responsable (RSE) y ejecutiva al frente de la Instituci¨®n Ferial de Valencia habr¨ªa impedido este esperpento que va en contra de la propia credibilidad de la deficitaria FV.

A su vez todo el inter¨¦s por aumentar la capacidad del Palau de Congressos parece un exceso no suficientemente reflexionado que no se sustenta de ning¨²n modo, a pesar de los paneg¨ªricos tur¨ªsticos a los que suelen recurrir sistem¨¢ticamente algunos de los promotores de dicho palacio. En consecuencia, la ampliaci¨®n es inoportuna y temeraria por varios motivos.

En primer lugar, porque persiste la etapa de crisis econ¨®mica que incide abiertamente en la ca¨ªda del turismo de congresos, tanto en cantidad como en la calidad medida por el gasto de los congresistas que se encuentra en clara recesi¨®n, de tal modo que el Pa¨ªs Valenciano ha perdido cuota en el turismo congresual a lo largo de los ¨²ltimos a?os, pues del m¨¢s de un 11% que gozaba en el a?o 2000, en el 2010 la cuota de mercado no alcanzaba el 7,5%, situ¨¢ndose su peso por detr¨¢s de Madrid, Catalu?a o Castilla-La Mancha. Adem¨¢s, las estimaciones de los primeros diez meses de 2012 sit¨²an la ca¨ªda del turismo de congresos, reuniones e incentivos en un 30% respecto a 2011, que ya fue un ejercicio con una clara aton¨ªa.

En segundo lugar, porque Valencia dispone de espacios suficientes para albergar los congresos habituales cuyo tama?o medio de asistentes son perfectamente encuadrables en los recintos para los que ya est¨¢ equipada la ciudad. Si son peque?os existen numerosos hoteles, unos m¨¢s cl¨¢sicos y otros de reciente construcci¨®n y con instalaciones y medios muy competitivos, que pueden canalizar esta forma de diversificar el negocio hotelero mucho m¨¢s deprimido en nuestra ciudad de lo que se transmite en ciertos discursos de claro corte propagand¨ªstico y poco realistas, totalmente ajenos a la realidad hotelera. Si el potencial congreso registra una cuant¨ªa de asistentes muy numerosa, junto al actual Palacio de Congresos --que data de 1998 y resulta poco cre¨ªble que no se planificase con un horizonte que a los 14 a?os lo haya dejado peque?o, sobre todo cuando los ¨²ltimos cuatro a?os han sido de clara recesi¨®n-- se pueden contemplar otros espacios p¨²blicos susceptibles de responder a esas necesidades: Palau de la M¨²sica i Congressos, Museo de la Ciencias, Palau de les Arts, Veles i Vents, IVAM, San Miguel de los Reyes, la Rambleta, MUVIM, centros universitarios en la ciudad con acreditada capacidad, etc., etc., etc. y si es ya muy pero que muy cuantiosa la inscripci¨®n de congresistas, algo muy excepcional, dicha sea la verdad, es cuando entra en juego FV con un espacio natural para congresos que le concede ox¨ªgeno a la propia instituci¨®n en unos momentos como los actuales donde el negocio ferial esta en franca regresi¨®n.

As¨ª que ?a qui¨¦n le interesa la ampliaci¨®n del Palau de Congressos? Una vez m¨¢s esta ciudad se quiere volver a equivocar con sus ruinosas e irrecuperables megainversiones. ?Cu¨¢ndo aprenderemos? Cabe esperar que esto no sea consecuencia de la concesi¨®n en 2010 al Palau valenciano del premio al mejor palacio de congresos del mundo, pues con entrar en la p¨¢gina de la AIPC se desmitifica el premio que concede este selecto club de palacios de congresos. Por ejemplo, el Palacio Euskalduna se inaugur¨® un a?o despu¨¦s del de Valencia y le concedieron este mismo premio hace nueve a?os.

En tercer lugar, porque a pesar de algunos discursos municipales autocomplacientes, van siendo ya cada vez m¨¢s los empresarios y directivos hoteleros que aunque sea todav¨ªa con la boca peque?a empiezan a reconocer que tanto canto de sirena sobre el turismo local no se sostiene, adem¨¢s de ser incierto el mensaje que se proyecta, por lo que dif¨ªcilmente pueden suscribir los hoteleros las declaraciones que contradicen el d¨ªa a d¨ªa. De lo contrario los hoteles no estar¨ªan revisando sus categor¨ªas ni plante¨¢ndose cierres temporales ante las escasas expectativas de demanda. Simplemente acudiendo al ADR o tarifa Media Diaria que sintetiza los ingresos medios diarios obtenidos por habitaci¨®n ocupada en un hotel, o el RevPar que simboliza los ingresos medios por habitaci¨®n disponible, ambos publicados por el INE, es factible constatar las cifras regresivas que registra la ciudad de Valencia desde el a?o 2008. As¨ª que pese a ser Valencia la envidia de tantas ciudades europeas por su ocupaci¨®n tur¨ªstica como se desliza en alegres intervenciones de mun¨ªcipes, resultar¨ªa m¨¢s conveniente preguntar a los hoteleros de Valencia cu¨¢les son sus efectivos resultados y rentabilidades, de manera que ser¨ªa m¨¢s procedente sustituir las declaraciones grandilocuentes por planes de acci¨®n que incentiven la ocupaci¨®n hotelera, reconociendo en primer lugar la situaci¨®n de partida, de otro modo se perpetuar¨¢ la imagen del Levante Feliz y estaremos en la cola de las ayudas por la irresponsabilidad de no reconocer y afrontar los hechos tal como son.

Valencia ciudad ni siquiera ocupa una posici¨®n puntera en la demanda tur¨ªstica nacional e internacional y pese a que se alardee de tener alg¨²n espacio m¨¢s visitado que la Alhambra, el problema radica en el reducido gasto de los turistas, ya vengan por ocio, negocio o congreso. Al final la ciudad se mantiene en una posici¨®n muy discreta que se podr¨ªa mejorar afrontando la realidad, no enmascar¨¢ndola con soflamas y pacientes silencios de los profesionales que no contribuyen a clarificar la realidad tur¨ªstica local. ?O ser¨¢ que verdaderamente Valencia es l¨ªder y no nos hemos percatado los ind¨ªgenas?, ora hoteleros, ora ciudadanos.