El artista olvidado regresa a San Sebasti¨¢n
Una exposici¨®n re¨²ne las obras m¨¢s significativas de Bonifacio
Bonifacio Alfonso G¨®mez (San Sebasti¨¢n, 1933-2011) ejerci¨® poco de donostiarra, algo de bilba¨ªno y madrile?o y mucho de conquense, las ciudades que jalonaron su vida. El artista, un gran desconocido porque simplemente nunca le gust¨® aquello de figurar, vuelve a casa, y lo hace con una exposici¨®n en la Sala Kubo de la capital guipuzcoana (Bonifacio 1933¡2011), comisariada por Jos¨¦ Luis Merino.
El diccionario se queda corto en adjetivos para intentar describir y clasificar al pintor y su obra. Tildado de anarquista por Ignacio Ruiz Quintana, Merino prefiere admirable o magn¨ªfico, ¡°pintor del arrepentimiento¡± o ¡°primario como las piedras del r¨ªo¡±. Porque el arte de Bonifacio no es m¨¢s que un ¡°reflejo directo de su intensa vida, a la que se entreg¨®, al igual que su pintura, de manera absoluta¡±, seg¨²n los responsables de la muestra.
¡°Lo que vais a ver no es un viaje a la libertad, es la misma libertad¡±, ha explicado el cr¨ªtico de arte y galerista durante la presentaci¨®n de la muestra, compuesta por 48 ¨®leos, 29 dibujos y otras tantas litograf¨ªas. Para Merino no hay otro pintor que haya creado sus obras con mayor libertad que Bonifacio, ¡°incluso en los periodos en los que est¨¢ influenciado por otros artistas, lo hace con libertad, porque hac¨ªa lo que quer¨ªa, acabando por superar a los que imitaba¡±.
Cargados de fuerza y expresividad, los cuadros de Bonifacio est¨¢n pintados desde el arrepentimiento, ha apuntado Merino, amigo personal del artista, al que conoci¨® en su galer¨ªa de Bilabo, ¡°es un pintor de resaca, despu¨¦s de tener una francachela pinta, y lo hace con arrepentimiento, que no es otra cosa que dar una pincelada y luego justo la contraria. Y sigue pintando, y as¨ª al d¨ªa siguiente, y as¨ª al de un a?o¡±.
La muestra est¨¢ compuesta por 48 ¨®leos, 29 dibujos y otras tantas litograf¨ªas
El resultado son oleos de gran formato, con figuras extra?as y difusas, de las que solo se adivinan algunos trazos, porque por encima han pasado otras pinceladas. El artista juega con lo oscuro y lo luminoso, cuadros verdes o azules cegadores, se codean con grises y negros porque Bonifacio, como recuerda Merino, tambi¨¦n es ¡°diablo y ¨¢ngel¡±, o ¡°bestia o mu?eca de az¨²car¡±. La fuerza y la delicadeza, lo agresivo y lo sutil se combinan en sus obras, en la producci¨®n de un artista que fue pescador, botones y torero.
¡°No es qued¨¦is en la an¨¦cdota¡±, advierte Merino. ¡°Fue torero porque pintaba como un torero, quer¨ªa pintar como un torero, su pintura es gesto, como la mu?eca de un diestro¡±. La muestra arranca con las primeras obras de Bonifacio, las alumbradas en la d¨¦cada de los 70, un periodo ¡°amable¡± en su trayectoria, donde el artista todav¨ªa es aprendiz y cuando ¡°ten¨ªa una noche menos vivida¡±.
Ya en los 90 es cuando irrumpe el gran pintor, el autor de los lienzos que inmortalizan sus propios fantasmas. La exposici¨®n se completa con una colecci¨®n de dibujos y otra de litograf¨ªas, y, el rinc¨®n preferido de Merino, o como lo denomina, ¡°el santuario de Bonifacio", donde se exponen obras como Figura Amarilla y Paisaje (2001), Rams¨¦s II (2000) o Los escultores (2000).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.