Martirio cat¨®lico para ni?os
Un p¨¢rroco del Opus y dos monjas provocan una rebeli¨®n entre fieles de Zas por predicar la mortificaci¨®n y el ayuno entre los peque?os de la catequesis
No le cuentes nada de esto a tus padres¡±. Cuando los ni?os en el municipio coru?¨¦s de Zas (5.219 habitantes) empezaron a confesar en casa la frase que las dos monjas de la parroquia les susurraban aprovechando el recogimiento espiritual, las familias se asustaron. Desde que estas mujeres se pusieron en septiembre al frente de la catequesis, los chavales, de entre 6 y 16 a?os, comenzaron a mostrarse temerosos con las religiosas y a caer en el llanto f¨¢cil, cuentan sus padres. Las hermanas, con la colaboraci¨®n del p¨¢rroco, Severo Lobato, miembro declarado del Opus Dei, distribuyeron un nuevo libro de preparaci¨®n a la comuni¨®n que enaltece el sufrimiento de los peque?os fieles para servir a Dios y glorifica a Escriv¨¢ de Balaguer. Los ejemplos de vida a seguir seg¨²n el manual son un ni?o soldado que se alist¨® en un ej¨¦rcito en defensa de Cristo y la Iglesia; el peque?o m¨¢rtir San Tarsicio, que muri¨® con una sonrisa en los labios apedreado por ¡°los paganos¡±; o Montserrat Grases, una joven entregada al Opus Dei que falleci¨® de c¨¢ncer de huesos entre inmensos dolores ¡°sin perder el buen humor¡±.
A los menores se les ha impuesto un r¨ªgido control de asistencia a misa y un programa de acciones obligatorias que incluye el ¡°ayuno de chuches y televisi¨®n¡±, rezar el v¨ªa crucis, ¡°hacer un sacrificio por la salvaci¨®n del mundo¡± o mantener una ¡°sonrisa permanente¡±. ¡°Si no los cumplen, las monjas les han dicho que el demonio entrar¨¢ en su cuerpo y en su casa¡±, afirma una madre.
Seg¨²n relatan varios vecinos de Zas, las religiosas han puesto en pr¨¢ctica tambi¨¦n ejercicios de riesgo para los menores: como prueba de su confianza ciega en un ser supremo, los ni?os deb¨ªan cruzar una carretera con los ojos vendados o mirando hacia el cielo. Aquel d¨ªa, quienes presenciaron lo que las monjas llamaron ¡°yincana¡±, se temieron una desgracia. Y la armon¨ªa entre los cat¨®licos de Zas, un pueblo de la Costa da Morte en el que no se recuerdan conflictos, salt¨® por los aires. Medio centenar de familias, que se declaran ¡°cat¨®licas, apost¨®licas y romanas¡±, se niegan ahora a enviar a sus hijos a las clases de las hermanas y han montado una catequesis alternativa en el auditorio municipal. El veterano sacrist¨¢n, con m¨¢s de 20 a?os de servicio, dimiti¨® y la mayor parte de las catequistas lo han dejado. Las abuelas de los rebelados, pese al disgusto por el da?o que percib¨ªan en sus nietos, fueron incapaces de dejar de ir a la parroquia cada domingo. Pero en misa, lamentan, no encontraron misericordia. En uno de los oficios, escucharon al cura de Vimianzo proclamar desde el p¨²lpito que todos los sacerdotes de la di¨®cesis de Soneira hab¨ªan firmado un documento en el que se compromet¨ªan a negarle los sacramentos ¡°a los ni?os de ah¨ª fuera¡±. ¡°Eso no se hace con nadie¡±, afirma, indignada, una de las feligresas.
La petici¨®n de ayuda de los padres de Zas que se oponen a las pr¨¢cticas de estas monjas, que califican de ¡°fan¨¢ticas¡± y da?inas para sus hijos, no ha recibido respuesta de momento por parte de la jerarqu¨ªa. El Arzobispado de Santiago, en boca de un portavoz, defiende a los religiosos y hace un llamamiento al di¨¢logo ¡°entre las partes¡±. ¡°Hay temas personales, por eso va lento¡±, a?ade. El gobierno de la Iglesia gallega acepta los m¨¦todos de formaci¨®n cat¨®lica que emplean las religiosas de Zas con los ni?os y no cree necesario investigarlos. Sobre la incitaci¨®n al ayuno, la jerarqu¨ªa considera que ¡°se adapta¡± al universo infantil porque se refiere, al menos en las ense?anzas que han dejado rastro por escrito, a las golosinas y la televisi¨®n. Sobre las instrucciones secretas que los peque?os deben ocultar a sus padres, el Arzobispado explica que son ¡°din¨¢micas de confianza¡± habituales en las catequesis de toda Espa?a.
Las hermanas que han provocado el cisma en esta municipio de Costa da Morte pertenecen a la Fraternidad Reparadora en el Coraz¨®n de Cristo Sacerdote, un instituto religioso fundado en 1977 por Luis Mar¨ªa Mendiz¨¢bal, jesuita ultra, bien considerado por la jerarqu¨ªa cat¨®lica, al que la Conferencia Episcopal ha encomendado incluso cursos de formaci¨®n de sacerdotes. Les llaman las ¡°monjas azules¡±, por el color del h¨¢bito, y, aunque su ¡°casa madre¡± est¨¢ en Oropesa (Toledo) han empezado a desplegarse por parroquias de Galicia. El Arzobispado compostelano asegura que han impartido catequesis a ni?os en otras zonas como Camari?as y ¡°no ha habido ning¨²n problema¡±. Desde la congregaci¨®n rechazan dar su versi¨®n del conflicto.
Los testimonios que han llegado a o¨ªdos de los padres de Zas son muy distintos. La madre de una de las religiosas de la Fraternidad, que denuncia que la congregaci¨®n le restringe las visitas a su hija, llam¨® a Costa da Morte desde Extremadura para contarles su caso. Tambi¨¦n vive en un pueblo peque?o de poblaci¨®n devota y confiada en la Iglesia. Cuando su hija se march¨® al convento, ella hall¨® en su habitaci¨®n sus escritos de infancia y adolescencia, lo que pensaba y sent¨ªa cuando recib¨ªa la catequesis de las monjas azules. En ellos no ley¨® la historia de una ¡°vocaci¨®n¡±, dice, sino la de una ¡°captaci¨®n¡± por parte de las hermanas. Mientras relataba las pr¨¢cticas que la Fraternidad desarrollaba con su hija y que ella, lamenta, no percibi¨® a tiempo, a la madres de Zas les entr¨® un escalofr¨ªo. ¡°Era la misma estrategia maquiav¨¦lica que les aplicaban a nuestros ni?os. El objetivo es la confianza ciega en ellas, el control absoluto¡±, denuncian, asustadas.
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