Una cuenta pendiente con el conocimiento
Las universidades afrontan 2013 en una situaci¨®n dram¨¢tica, con cobros de la Generalitat aplazados hasta 2022 y una deuda de 900 millones de euros
Los universitarios entienden perfectamente el problema del pago de los medicamentos y que se produzcan protestas por cinco meses de deuda a las farmacias; pero a las universidades se les debe el equivalente, entre unas cosas y otras, a doce mensualidades de subvenci¨®n ordinaria, o sea un a?o, y ¡°no pasa nada¡± constata un gestor. La deuda con el n¨²cleo duro de la sociedad del conocimiento ronda a d¨ªa de hoy los 900 millones de euros, siguiendo un m¨¦todo que estren¨® Zaplana con los acuerdos sobre inversiones de 1999 consistente en que las universidades vayan gastando que luego se les ingresar¨¢. El m¨¦todo en una crisis como ¨¦sta hace aguas, a pesar de que p¨²blica y recientemente el president Alberto Fabra subrayaba que ¡°una econom¨ªa basada en la investigaci¨®n, la ciencia y el conocimiento garantiza el bienestar de los ciudadanos y la creaci¨®n de empleo¡±.
El pago de las n¨®minas es lo m¨¢s acuciante e inmediato en estos momentos para las universidades valencianas, pero no lo ¨²nico. Conf¨ªan en poder satisfacerlo, pero su materializaci¨®n depende en parte de que esta misma semana la Generalitat les haga el ingreso de la subvenci¨®n ordinaria correspondiente al mes de septiembre pasado. En octubre, la Generalitat ten¨ªa que haberles pasado la subvenci¨®n de septiembre y en noviembre la de octubre; pero nada de eso ha sucedido.
Lo peor es que no es lo ¨²nico que va con retraso. Se ha hablado con frecuencia de la ¡°deuda hist¨®rica¡± con las universidades, pero la historia es reciente. A los dos meses acumulados de atraso en el pago de la subvenci¨®n de este ejercicio se suman los casi 800 millones generados por el incumplimiento de los convenios de car¨¢cter plurianual firmados por las cinco universidades p¨²blicas en mayo de 2008 con la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, para la financiaci¨®n de gastos corrientes y de inversi¨®n, cuya vigencia deb¨ªa mantenerse hasta diciembre de 2022.
Lo llamativo es que el acuerdo de 2008 se hizo para cancelar la deuda que se hab¨ªa ido acumulando desde 2004. Breve recapitulaci¨®n con flashback incluido: En 2004 la Administraci¨®n auton¨®mica empez¨® a retrasarse en el pago en la subvenci¨®n corriente y fue acumulando un retraso que en 2008 ya resultaba insostenible; cuatro a?os despu¨¦s, ambas partes llegaron a un acuerdo para enjugar esa deuda poco a poco. Las universidades firmaron porque pensaron que, en definitiva, ser¨ªa la ¨²nica manera de cobrar esa deuda. El compromiso de cancelarla poco a poco no dur¨® mucho. La Generalitat cumpli¨® escrupulosamente con las dos primeras anualidades. Pero en 2011, ya no.
Los mercados se le cerraron a la Generalitat ese a?o y se le junt¨® la ca¨ªda tributaria con la ca¨ªda de las entregas a cuenta del Estado que hab¨ªan mitigado la gran ca¨ªda de ingresos que para el Consell de Camps ya hab¨ªa comenzado en 2009. Lo que se hizo en 2011 es reprogramar la deuda con las universidades para empezar a pagar en 2013 hasta el 2022. En octubre de 2011, la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y cada una de las cinco universidades suscribieron, tal como recuerda el ¨²ltimo Informe de Fiscalizaci¨®n de la Sindicatura de Cuentas, ¡°una modificaci¨®n del citado convenio que tuvo como consecuencia el aplazamiento del pago de las anualidades 2011 y 2012¡±. Dicho informe detalla el importe de cada anualidad. En 2013, Educaci¨®n deber¨ªa pagar a las universidades p¨²blicas 70.468.468 euros. Al final del recorrido, en 2022, la suma resultante que la Administraci¨®n deber¨ªa haber satisfecho en todos esos a?os a las universidades es de 768.867.075. Pero el recorrido empieza con obst¨¢culos adicionales, ya que el Consell ni siquiera ha consignado el primer plazo en los presupuestos del ejercicio que viene.
?C¨®mo han aguantado las universidades si se les deben casi 780 millones que deb¨ªan haber sido pagados antes de 2008 y ahora, justamente a final de a?o se les acumulan adem¨¢s dos mensualidades y pico ordinarias sin cobrar? Pues han tenido que financiar a la Generalitat bien con operaciones de tesorer¨ªa, o sea con p¨®lizas de cr¨¦dito de los bancos, cada vez m¨¢s dif¨ªciles de renovar y cada vez m¨¢s caras, o bien con fondos propios. Algunos responsables de la gesti¨®n universitaria califican la situaci¨®n de ¡°dram¨¢tica¡±, porque si las cosas no cambian, la renovaci¨®n de las p¨®lizas de cr¨¦dito de 2013 ser¨¢ peliaguda y porque, en el caso de las universidades m¨¢s grandes, los ingresos que les entraban por investigaci¨®n y que pod¨ªan surtir esos fondos propios para tapar agujeros, dan ahora un saldo negativo, con importantes gastos en investigaci¨®n que no son compensados de ninguna manera. Los rectores y la consejera de Educaci¨®n ten¨ªan previsto un encuentro para hablar de todo esto que se ha aplazado.
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