La Alhambra abre este mes las habitaciones del emperador
Las estancias permanecen cerradas al p¨²blico el resto del a?o por su "fragilidad"
La Alhambra abre al p¨²blico como espacio del mes de enero las Habitaciones del Emperador, tambi¨¦n conocidas como de Washington Irving, las cuales permanecen cerradas a la visita durante el resto del a?o por su especial fragilidad, seg¨²n inform¨® el patronato que dirige el monumento.
Los visitantes que accedan al conjunto monumental tendr¨¢n la oportunidad de conocer todos los martes, mi¨¦rcoles, jueves y domingos estas habitaciones que recuerdan tambi¨¦n al escritor norteamericano autor de los famosos Cuentos de la Alhambra a ra¨ªz de que se hospedara en 1829 en las habitaciones contiguas, conocidas como Salas de las Frutas.
En el contexto de adecuaci¨®n del palacio isl¨¢mico a sus nuevos usos cristianos se entienden las habitaciones que se construyeron en ¨¦poca cristiana en lo que era conocido como el prado, cercano a la Sala de Dos Hermanas. En ese espacio se proyect¨® la construcci¨®n de una serie de habitaciones que un¨ªan el Palacio de los Leones con el de Comares. Est¨¢ atribuida a la ¨¦poca de Carlos V aunque algunos investigadores han se?alado unas posibles intervenciones en la ¨¦poca de los Reyes Cat¨®licos. A pesar de estos cambios visuales, las nuevas edificaciones se proyectaron de una manera integrada con el resto de estancias nazar¨ªes, ya que se adaptan y adecuan sin necesidad de buscar una simetr¨ªa en la disposici¨®n espacial.
Las nuevas salas se organizaron por medio de un corredor internamente comunicado y en torno a un patio irregular, abandon¨¢ndose las formas de disposici¨®n isl¨¢mica basadas en c¨¦dulas independientes en torno a un patio y por tanto transform¨¢ndose la comunicaci¨®n entre las estancias.
La primera estancia, conocida como Despacho del Emperador, conserva una chimenea y un artesonado, realizado en 1532 por Pedro Machuca, y a continuaci¨®n una antec¨¢mara por la que se accede a los dormitorios reales. Sobre la puerta se conserva una placa de m¨¢rmol colocada en 1914 en recuerdo al c¨¦lebre escritor norteamericano Washington Irving, quien se hosped¨® en las salas conocidas como Salas de las Frutas. Entre 1535 y 1537, Julio Aquiles y Alejandro Mayner, cercanos a Rafael, fueron los encargados de pintar las paredes de estas estancias.
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