Alcaldes del PP contra minas y e¨®licos de la Xunta

Dos plenos municipales celebrados esta semana valieron para escenificar ante la Xunta y ante el vecindad el alineamiento de dos alcaldes populares con el sentir de la mayor¨ªa y para transmitir el mensaje claro, a la Administraci¨®n auton¨®mica, de que el poder local tiene capacidad de decir la ¨²ltima palabra. Moa?a y Quiroga, cada una a su manera, se blindan contra el previsible aterrizaje de un parque e¨®lico y una cantera de pizarra que, respectivamente, podr¨ªan causar estragos en dos ¨¢reas protegidas y con bienes patrimoniales: el perfil monta?oso de O Morrazo y el enclave de Montefurado, primer t¨²nel construido por los romanos en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Pero en realidad son m¨¢s los regidores del PP que en los ¨²ltimos meses han mostrado su rechazo a diversos proyectos industriales tramitados o ya aprobados por el Gobierno gallego, incluso ayer el alcalde de Arnoia, Jos¨¦ Camilo Fari?as, confirm¨® que ya tiene preparadas sus alegaciones a un proyecto que busca minerales estrat¨¦gicos en el sur de Ourense.

¡°No se autorizar¨¢ bajo ning¨²n concepto¡±, expone, rotundo, Jos¨¦ Fervenza, alcalde de Moa?a, sobre el parque e¨®lico que la Conseller¨ªa de Industria adjudic¨® en las cumbres m¨¢s elevadas de la pen¨ªnsula de O Morrazo. Juzga ¡°imposible¡± que el Estudio de Impacto Ambiental presentado por Enel Green Power para la colocaci¨®n de 14 aerogeneradores de 120 metros obtenga el visto bueno del Gobierno auton¨®mico. Enumera una retah¨ªla de ¡°carencias¡± en ese documento ¡ªfaltan los informes sobre patrimonio, paisaje, el de Augas de Galicia¡ª, al que ha presentado alegaci¨®n.

Est¨¢ convencido, porque as¨ª se lo han transmitido los t¨¦cnicos, de que la Declaraci¨®n de Impacto Ambiental que emita Medio Ambiente resultar¨¢ negativa. Se sit¨²a as¨ª con los colectivos vecinales y ecologistas que, desde el principio, han venido criticando este proyecto enclavado en tierra quemada en la ola de 2006 ¡ªla empresa lo ha bautizado Pedras Negras, con poca fortuna o mucho sarcasmo¡ª y en terrenos protegidos por las normas urban¨ªsticas vigentes.

Fervenza gobierna en minor¨ªa porque BNG y PSdeG no se pusieron de acuerdo para reeditar una coalici¨®n. Sobre ¨¦l pende la espada de Damocles de una moci¨®n de censura, pero en este asunto las tres fuerzas pol¨ªticas est¨¢n de acuerdo, y as¨ª lo han expresado con la aprobaci¨®n de una declaraci¨®n contraria al parque en el pleno del pasado jueves. ¡°Cumplo con mi deber¡±, zanja cuando se le pregunta si esta posici¨®n le puede traer problemas con el partido. El rechazo no se queda en este municipio, sino que en Mar¨ªn, gobernado por los conservadores y tambi¨¦n afectado, se ha aprobado una moci¨®n cr¨ªtica gracias a la abstenci¨®n de los populares.

La misma l¨ªnea combativa de Fervenza la mantiene Fernando Guiti¨¢n, regidor de Gondomar, contra el e¨®lico que el mismo concurso habilit¨® en la Serra do Gali?eiro. En este caso, la reacci¨®n social ha sido quiz¨¢s m¨¢s intensa que al otro lado de la r¨ªa de Vigo. De hecho, todos los municipios afectados (el citado Gondomar, Mos y O Porri?o, del PP y Vigo, del PSdeG) han aprobado mociones y remitido alegaciones. Guiti¨¢n habla de ¡°unidad de acci¨®n¡± con los otros dos alcaldes del PP para intentar parar la instalaci¨®n de los 13 aerogeneradores. De hecho, si la Xunta no atiende a su petici¨®n, barrunta un ¡°frente com¨²n¡± por otras v¨ªas.

Con todo, es el Gobierno gallego quien tiene la sart¨¦n por el mango para la aprobaci¨®n de los proyectos. Fraga dise?¨® un desarrollo e¨®lico en el que la Xunta puede obviar las reivindicaciones municipales. A los regidores solo les queda la baza de la presi¨®n pol¨ªtica basada en el apoyo vecinal. El tiempo dir¨¢ si tienen cartas para ello o van de farol.

Como de farol pensaban bastantes vecinos de Quiroga que iba su gobernante, el popular Julio ?lvarez, hasta que esta semana, en el primer pleno municipal del a?o, represent¨® con todo lujo su firme defensa de lo que ¨¦l llama ¡°el marco¡± o ¡°la foto¡± de Montefurado: ¡°Todo lo que se percibe desde el mirador tiene que quedar intacto¡±, advierte. En noviembre, el alcalde hab¨ªa restado importancia al proyecto, asegurando que afectaba sobre todo al municipio ourensano de Larouco. Pero las denuncias, primero de un particular (que promovi¨® una recogida de firmas al descubrir en un DOG de hac¨ªa varios meses que la Xunta hab¨ªa dado el visto bueno a la apertura de una pizarrera a escasa distancia del lugar), y despu¨¦s de la Asociaci¨®n Boca do Monte y del BNG, fueron en aumento. As¨ª que al final ¡°sucedi¨® algo in¨¦dito¡±, comenta el edil nacionalista Xabier Castro: oposici¨®n y gobierno aprobaron ¡°por unanimidad¡± ampliar a lo m¨¢ximo imaginable las protecciones urban¨ªsticas y patrimoniales de Montefurado. Ahora mismo, insiste el regidor, es ¡°imposible¡±, ¡°inviable¡±, cualquier mina que da?e aquel paisaje.

Exist¨ªa ya para el t¨²nel que perforaron los romanos con el fin de desviar el agua del Sil y secar el meandro para extraer oro la m¨¢xima protecci¨®n en el PXOM y tras el acuerdo de esta semana se ampli¨® varios metros. Adem¨¢s, se acord¨® solicitar la declaraci¨®n de BIC a Cultura y la de Patrimonio de la Humanidad a la Unesco. La protecci¨®n no solo ser¨ªa para el t¨²nel grande (en tiempos de 120 metros y ahora reducido a la mitad por un derrumbe) y su hermano peque?o, sino para todas las minas de oro o medorras y los castros que salpican la zona.

¡°La Xunta tiene una normativa y el Ayuntamiento otra. Al final, el territorio depende de nosotros¡±, avisa Julio ?lvarez cuando explica que est¨¢ extra?ado porque el promotor de la cantera a¨²n no se ha dirigido a ¨¦l para resolver los pertinentes permisos municipales. Efectivamente, el beneficiario de la concesi¨®n minera, Carlos L¨®pez Navaza, exdirectivo de Fenosa, confirma que lo har¨¢ cuando escampe la crisis del ladrillo. El empresario cuenta tambi¨¦n que inici¨® los tr¨¢mites de la licencia en el ministerio en 1982 y que ahora est¨¢ en contacto con ¡°pizarreros de la zona¡± para este proyecto. Por ¨²ltimo se compromete: ¡°Mientras yo siga en esto buscar¨¦ el consenso, y velar¨¦ por el medio y el efecto visual¡±.