La estafa del contador de la luz
De c¨®mo se arregla lo que seg¨²n la compa?¨ªa no estaba estropeado
Una debe estar al tanto de lo que escribe. Tal vez recuerden que me desped¨ª del a?o pasado, en esta tribuna, traslad¨¢ndoles un peque?o homenaje a la austeridad de mis padres respecto del consumo el¨¦ctrico. Me refer¨ªa a sus estad¨ªas en mi piso de Barcelona. Lo que no pod¨ªa imaginar era que, tras pasar las Navidades en el pueblo, en su casa, regresar¨ªa a la ciudad con una evidencia: el contador de luz segu¨ªa funcionando aunque desconectara yo misma el suministro. De ah¨ª los elevados recibos mensuales que me tra¨ªan de cabeza. Y la compa?¨ªa contratante, Endesa en este caso, tan pancha.
Voy a hacerles la cr¨®nica, por si tambi¨¦n les sucede. Mis padres ya no viven en la casa y yo la ocupo unos pocos d¨ªas cada mes, una semana como mucho. El consumo me alarmaba y tambi¨¦n a mi hermano, pero puesto que tanto ¨¦l mismo como todos en Said¨ª est¨¢n que trinan con el montante del recibo de la luz, nos lament¨¢bamos y basta. La crisis, lo caro que est¨¢ todo, los efectos de la privatizaci¨®n el¨¦ctrica, cualquier efecto de las decisiones p¨²blicas abominables de estos a?os tiene explicaci¨®n cuando un servicio es sospechoso de abuso. Pero mi hermano me segu¨ªa advirtiendo que lo de mi luz era incluso as¨ª demasiado. ?C¨®mo es posible que, consumiendo tan poco, pague, cada mes, dos tercios de media de lo que pago en Barcelona, en mi piso que es tambi¨¦n mi despacho?
Estaba acabando el a?o y me dispuse a hacer como los chinos, que tienen la interesante costumbre de poner en orden los n¨²meros dom¨¦sticos y profesionales antes de empezar un nuevo a?o. Es una costumbre tan interesante como los tiempos que vivimos (a?os interesantes, llaman los chinos a los tiempos dif¨ªciles).
El h¨¢bito persistente de la compa?¨ªa de cobrar por lecturas estimadas y no reales, ya saben, exige para analizar facturas una paciencia que pocos tenemos. Pero lo hice. Pas¨¦ cuentas y estudi¨¦ el asunto. Seg¨²n la compa?¨ªa, aquello era lo gastado, unos euros arriba o abajo seg¨²n las lecturas estimadas. S¨®lo quedaba desconectar y comprobar el contador.
Cerr¨¦ los plomos y llam¨¦ al electricista J. El contador est¨¢ en la calle y era preciso, para estar seguros, abrir la tapa, de un pl¨¢stico duro que el tiempo, el clima y el tr¨¢fico rodado han ensuciado. Abri¨® la portezuela tras ir a buscar la llave pertinente y vimos al contador rodar, lento y decidido.
Llam¨¦ al n¨²mero de atenci¨®n al cliente el 29 de diciembre y expliqu¨¦ el caso. Un t¨¦cnico pasar¨ªa en los d¨ªas siguientes para arreglar el contador, me dijo mi interlocutor. Me fui de Said¨ª tras descongelar la nevera y desconectar el suministro. Volv¨ª a llamar a Atenci¨®n al cliente desde Barcelona el 31 para darles la lectura real e insistir en la necesidad de resolver el problema. No podr¨ªa reclamar la refacturaci¨®n, me advirtieron, hasta que un t¨¦cnico de la empresa comprobara el contador. De acuerdo. Dej¨¦ n¨²meros de m¨®vil m¨ªo y de mi hermano. Volv¨ª a reclamar el 11 de enero. Ha pasado casi un mes y nadie ha dicho nada.
Las compa?¨ªas cortan el suministro por una deuda de cinco euros, incluso de dos.Controlen sus contadores, de veras
Para escribir esto, este martes he vuelto a llamar a Atenci¨®n al cliente y¡ no constaban en ninguna parte mis tres llamadas anteriores. Caramba.
He insistido con el n¨²mero de incidencia que hab¨ªa logrado que me dieran el d¨ªa 11. Tras unos dimes y diretes, la joven que me atend¨ªa ha ¡°conseguido¡± saber que un t¨¦cnico ¡°fue" a Said¨ª la semana pasada y, mira por d¨®nde, resulta que mi contador funciona bien (se est¨¢ quieto, ya que los plomos est¨¢n desconectados). El t¨¦cnico ¡°fue¡± a ¡°comprobarlo¡± sin decir ni p¨ªo antes, durante o despu¨¦s. Qu¨¦ bien. Supongo que as¨ª la compa?¨ªa cree que no cabe reclamaci¨®n alguna sobre las facturas anteriores.
Preguntas: ?Quien arregl¨® el contador? ?Desde d¨®nde lo hizo? ?Desde la misma compa?¨ªa? Si no, ?cree la compa?¨ªa que el mentiroso es el usuario, servidora en este caso y sus testigos?
Sigo afirmando que buena parte de nuestra condici¨®n ciudadana pasa por poder pagar el recibo de la luz. Las compa?¨ªas cortan el suministro por una deuda de cinco euros, incluso de dos.
Controlen sus contadores, de veras. La corrupci¨®n est¨¢ por todas partes, las estafas tambi¨¦n. En esto de la luz, se aprende un mont¨®n sobre contadores en www.estafaluz.com. Autores sat¨ªricos, ?en marcha!
Merc¨¨ Ibarz es escritora
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