Asesinato a la sombra del club

Era un hombre muy precavido. Con las compa?¨ªas, con los negocios, con su seguridad. El empresario David Abidriss, de 56 a?os, recibi¨® una r¨¢faga de disparos el pasado lunes al salir de su chal¨¦, situado en una tranquila urbanizaci¨®n de Estepona. Franco-marroqu¨ª, afincado durante d¨¦cadas en la Costa del Sol, era uno de los tres socios del Milady Palace, uno de los clubes de alterne m¨¢s conocidos de Marbella. Sin embargo, hac¨ªa un tiempo que se hab¨ªa apartado de la gesti¨®n directa del negocio.

El lunes, Abidriss iba al gimnasio. Como cada d¨ªa, sobre las 9.30, sali¨® de casa en ch¨¢ndal y subi¨® a su Mercedes negro. Solo pudo circular unos metros. Un hombre apostado en una esquina le enca?on¨® con un subfusil Kalashnikov y acab¨® con su vida. Las detonaciones ¡ªal menos doce¡ª alertaron a su esposa y a un vecino. Ambos salieron a la calle y descubrieron su cuerpo. Ninguno vio al asesino.

La reconstrucci¨®n policial indica que Abidriss intent¨® salir del coche para esquivar las balas. Fue in¨²til. Al menos media docena impactaron en su cuerpo. El resto se incrust¨® en la chapa del veh¨ªculo. Un inspector jefe del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, conocido de la v¨ªctima, no se explica c¨®mo pudieron sorprenderle con la guardia baja. ¡°Deb¨ªa de estar muy tranquilo. No es normal que no hubiera tomado medidas de seguridad¡±, incide.

Los agentes de Homicidios de la comisar¨ªa de M¨¢laga trabajan para reconstruir la escena del crimen y sus ¨²ltimos a?os de vida. El entorno del empresario ¡ªparientes, socios, trabajadores¡ª tambi¨¦n est¨¢ siendo interrogado.

Abidriss hizo numerosos negocios durante ¡°el esplendor de la Costa del Sol¡±. ¡°Cuando gan¨® Jes¨²s Gil, su club, ya llevaba abierto unos a?os¡±, rememora un viejo cliente. ¡°Por aquella ¨¦poca era de lo mejor (...) Un chal¨¦ muy exclusivo con un gran sal¨®n, un piano bar, con camareros con pajarita, de los de toda la vida; piscina, jard¨ªn, y las habitaciones, claro¡±, detalla el cliente. En este mismo club, hicieron una c¨¢mara oculta al presidente de un equipo ingl¨¦s en cuya grabaci¨®n presum¨ªa de haber gastado fondos del club en asuntos personales. Termin¨® dimitiendo.

El Milady Palace, situado en plena Milla de Oro, entre Puerto Ban¨²s y Marbella, tuvo ¨¦pocas gloriosas. ¡°All¨ª se ha hecho mucho dinero¡±, asegura un agente veterano. ¡°Este tipo de negocios tiene una explotaci¨®n muy buena, que es la prostituci¨®n, pero tambi¨¦n le rodean otros chanchullos como contactos para conseguir hach¨ªs, chollos inmobiliarios relacionados con deudas econ¨®micas¡±, a?ade. Este verano, el magnate italiano Flavio Briattore abri¨® muy cerca de este negocio su club especial para millonarios Billionaire.

Los supuestos v¨ªnculos con la delincuencia de Abidriss hicieron que fuera detenido a comienzos del 2000 por un asunto de drogas. ¡°Formaba parte de la pir¨¢mide pero estaba en una escala intermedia¡±, considera un inspector jefe especializado en Crimen Organizado.

Diversas fuentes policiales coinciden en que su asesinato fue ¡°premeditado¡±. El hecho de que se utilizara un arma de guerra indica que quien le mat¨® ten¨ªa contactos en el mundo delictivo. ¡°Se trata de un arma muy abundante y relativamente f¨¢cil de conseguir¡±, apuntan fuentes policiales.

Otro inspector, conocedor del mundo delictivo de la Costa del Sol, le considera ¡°todo un veterano¡± que, lejos de estar apartado de la primera l¨ªnea, se esforzaba por ser ¡°discreto¡±. Su residencia, ubicada en la urbanizaci¨®n Alatalaya Park, estaba blindada. ¡°Ten¨ªa instalados sistemas de seguridad de ¨²ltima generaci¨®n¡±, se?ala un extrabajador de la familia. ¡°Curiosamente, han terminado mat¨¢ndole fuera¡±, a?ade.

Algunas informaciones recibidas por los agentes apuntan a que el fallecido estuvo vinculado en sus ¨²ltimos a?os de vida a supuestos negocios de tr¨¢fico de coca¨ªna a trav¨¦s de la ruta africana, con punto de entrada de la droga a Europa a trav¨¦s de Espa?a. ¡°Se relacionaba con gente bastante peligrosa, por lo que su muerte podr¨ªa estar vinculada con alguna operaci¨®n de coca¨ªna¡±, a?ade el citado mando.

Pero la investigaci¨®n est¨¢ abierta y su final no parece inmediato. ¡°Cabe la posibilidad de que alguien hiciera alguna ¡°pifia¡± en su nombre y le atacaran¡±, aporta otro agente.

Abidriss, de 56 a?os, supera considerablemente la edad media de los fallecidos en ajustes de cuentas en la Costa del Sol, que suelen rondar la treintena. Quiz¨¢s su prudencia y mesura, le ayudaron a postergar este tr¨¢gico final al menos unos cuantos a?os.