Prop¨®sitos de enmienda
?Han estado ciegos durante todos estos a?os o s¨®lo eran c¨®mplices silentes?
El epicentro del torment¨®n pol¨ªtico que sacude al PP en estos momentos, por aquello del fortun¨®n de su tesorero Luis B¨¢rcenas y los sobresueldos prodigados entre la casta dirigente del partido, est¨¢ como casi siempre sobre Madrid, pero sus efectos han sido perceptibles muy especialmente en este otro foco de corrupci¨®n desmadrada que ha venido siendo la Comunidad Valenciana. Casi en sinton¨ªa con aquellos tempestuosos sucesos y el tembleque provocado entre el estamento mand¨®n, los dirigentes populares del cap i casal, reunidos en congreso local, se han apresurado a proclamar esta semana conmovedores prop¨®sitos de enmienda, a los que ¨²nicamente puede objet¨¢rseles lo mucho que se han demorado. ?Acaso han estado ciegos durante todos estos a?os? ?O s¨®lo eran c¨®mplices silentes con expectativa de participar en el cotarro, como bien pudo sospecharse?
Cierto es que tanto el presidente Alberto Fabra, como el vicepresidente Jos¨¦ Ciscar, han tenido que esperar su oportunidad y andarse con tiento para empezar a sanear el partido, sumido en una verdadera ¡°penuria moral¡±, que dir¨ªa Joseph Stiglitz. No de otro modo se comprende el auge de tanto sinverg¨¹enza y ganap¨¢n all¨ª donde el PP ha sentado sus reales desde hace ya casi cuatro lustros. Cuatro lustros con licencia para meter la mano en el erario p¨²blico o lucrarse del cargo, cisc¨¢ndose en la democracia y confundiendo la acci¨®n de gobierno con el arbitrario ejercicio del poder. Cuatro lustros de arrogancia e impunidad sin que tan solo una voz acreditada denunciase desde el seno del PP esa malversaci¨®n de la vida pol¨ªtica. Ni una sola. No sugerimos que todos sean delincuentes o c¨®mplices, claro, pero ser¨ªa temerario ¡ªadem¨¢s de rid¨ªculo¡ª si los reput¨¢semos de ciudadanos ejemplares. Menuda feligres¨ªa.
Ahora, despu¨¦s de tanto saqueo y enriquecimiento s¨²bito o¨ªmos los primeros trinos justicieros que postulan la expulsi¨®n o el extra?amiento para cuantos deshonren el partido o se enzarcen con el C¨®digo Penal, vista la inanidad en que ha devenido el llamado C¨®digo ?tico del PP, todav¨ªa in¨¦dito. Incluso la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, tan renuente al remordimiento, ha declarado que ¡°se debe pedir perd¨®n¡±. Pues s¨ª, se?ora, s¨ª, se debe pedir perd¨®n y, de ser coherente, usted misma debe hacerlo de rodillas por las responsabilidades pol¨ªticas que le salpican el saqueo de Emarsa o las penalidades que le est¨¢ infligiendo a buena parte del vecindario cabanyalero, v¨ªctima de una reforma urbana megal¨®mana y absurda.
Con todas las reservas, creemos que el PP puede aprovechar este ¨²ltimo tramo de legislatura para adecentar su hoja de servicios y desenvolverse como un respetable partido ¡ªde la oposici¨®n, que es lo que le espera¡ª y no como una banda de fulleros. Ya se ha puesto a ello y confiamos en que no le tiemble el pulso cuando en las pr¨®ximas semanas o meses muchos de sus conspicuos miembros, y alguna que otra miembra, hayan de pechar con las condenas debidas a sus desmanes. Quien siembra vientos, pues ya se sabe.
No obstante, el molt honorable y su hombre fuerte deben persistir en el saneamiento prometido, m¨¢s que emprendido, y poner el ¨¦nfasis en el fomento de la transparencia en lo p¨²blico, acabando con el abuso de la confidencialidad en el marco de la Administraci¨®n, una pr¨¢ctica m¨¢s propia de mafiosos que de gestores avalados por las urnas. Desalojar a los chorizos y aventar la opacidad puede ser, a falta de otro, un pertinente programa de gobierno.
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