Espad¨¢n marida con el gran vino
El corcho de la sierra de Castell¨®n de una empresa familiar sella algunas de las mejores botellas de las bodegas
La piel de los ¨¢rboles de la Sierra de Espad¨¢n se vende al otro lado del mundo. No hay m¨¢s que comprar y descorchar algunas botellas de buen vino australiano. Hasta all¨ª llegan los tapones que atesoran la esencia centenaria de los alcornoques del interior de Castell¨®n. La excelente calidad de su corteza microxigena los reservas de algunas de las mejores bodegas no s¨®lo espa?olas. Las pocas precipitaciones, el escaso suelo, de rodeno y silicio, y la proximidad al mar explican esa excelencia destilada a trav¨¦s del lento crecimiento de los tambi¨¦n llamados robles corcheros
Si lo habitual es extraer la piel de este ¨¢rbol mediterr¨¢neo cada ocho a?os, en el parque natural a 50 kil¨®metros de Valencia se hace cada 12 o 14 a?os. Y del mismo modo en que lo hac¨ªa el abuelo de Le¨®n Miravet, que hoy tiene 68 a?os: con un hacha y con mulos que cargan hasta 180 kilos bajando por las escarpadas laderas de las monta?as de municipios como Almed¨ªjar, Eslida, A¨ªn o Soneja.
En este ¨²ltimo pueblo, unos musculados mulos pacen tranquilamente frente al secadero de corcho de la f¨¢brica. Le¨®n ha transferido su gesti¨®n a sus hijos Adolfo y Herminia. Se llama Espad¨¢n Corks y es la principal empresa familiar de una comarca que sirve tapones empleando el corcho de la sierra, una zona que tambi¨¦n da un magn¨ªfico aceite de oliva. Hay m¨¢s empresas radicadas, incluso multinacionales, pero no tan especializadas.
El lento crecimiento del alcornoque propicia la gran calidad de su piel
Sus clientes son bodegas de numerosas denominaciones de origen en Espa?a como Rioja, Ribera del Duero, Priorat, Toro, Valencia o Requena-Utiel. Tapona botellas cuya unidad puede llegar a costar 900 euros (como el gran reserva del Rioja Contador). Su materia primera se extrae de los ¨¢rboles que pueblan las 4.000 hect¨¢reas de su propiedad y tambi¨¦n del corcho de otros propietarios de la comarca. ¡°El 98% de la sierra es de propiedad privada¡±, apunta el tambi¨¦n ingeniero forestal, Adolfo Miravet, cuarta generaci¨®n de familia surera (del valenciano suro, corcho). ¡°La saca de corcho se realiza sobre todo en julio y agosto, cuando el ¨¢rbol no sufre. Nosotros producimos unos cinco millones de tapones al a?o, aunque el pasado a?o hicimos 10 millones¡±, comenta.
Espa?a es la segunda productora mundial de corcho, despu¨¦s de Portugal. Extremadura, Andaluc¨ªa, Catalu?a, y en menor medida Castell¨®n, son las principales zonas en que se desarrolla la actividad, vinculada a la existencia de alcornoques. No obstante, se ha extendido la importaci¨®n de la materia primera del Norte de ?frica desde hace a?os. El uso de tapones de rosca y de pl¨¢stico para el vino de mesa, cosechero, se ha extendido en detrimento del corcho, hermanado con los reservas y crianzas. El desplome de la demanda del corcho para la construcci¨®n tambi¨¦n ha hecho mella en la industria.
Espa?a es la segunda
La empresa de los Miravet dio el salto en 2007 de suministrador a granel de corcho a productor integral. ¡°Como pasa con la naranja, los m¨¢rgenes eran muy peque?os¡±, explica Adolfo.
La piel del alcornoque se pone secar hasta noviembre. Luego se hierve con agua potable y se mantiene varios meses cur¨¢ndose. Se vuelve a hervir y se deja en curaci¨®n otro periodo. Despu¨¦s, ha de permanecer en fermentaci¨®n con un hongo caracter¨ªstico de la sierra, que no deja sabor, el mismo que se emplea para hacer el apreciado queso de Almed¨ªjar. Entonces, las planchas de corchos pasan a las m¨¢quinas que las tallan y perforan, antes de clasificar los tapones en funci¨®n de su calidad. ¡°Dos clasificaciones se hacen de manera manual y otras tres, electr¨®nicamente¡±, dice Adolfo, se?alando la pantalla de la m¨¢quina que fotograf¨ªa y escruta las l¨ªneas del tap¨®n, sus poros o lenticelas, por donde respira el vino. ¡°Los alcornoques de Espad¨¢n crecen despacio y necesitan menos poros para crecer. Tienen pulmones muy buenos, con muy pocas lenticelas. Por eso da tanta calidad¡±, a?ade. Ya s¨®lo falta aplicar parafina al tap¨®n para poder sacarlo con facilidad y disfrutar de las esencias del vino que el corcho ha conservado.
La explotaci¨®n sostenible y el parque sin limpiar
La saca de corcho es una explotaci¨®n sostenible del bosque y las monta?as. Como otras actividades econ¨®micas respetuosas con el medio ambiente, contribuye a mantener el parque natural de la Sierra de Espad¨¢n. La corteza de los alcornoques se renueva y para acceder a ellos se recorren pistas forestales, sendas que normalmente transcurren por barrancos, acompa?ados con mulos que despu¨¦s bajan cargados con el corcho. Le¨®n Miravet, el patriarca de Espad¨¢n Corks, incide en la importancia de limpiar el monte. Y denuncia que desde hace unos a?os no llegan fondos europeos ni de la Generalitat para retirar del parque natural las ramas, ¨¢rboles ca¨ªdos, maleza y monte bajo que funcionan como la p¨®lvora en caso de incendio. ¡°La sierra est¨¢ muy peligrosa. Ya vimos el pasado verano los grandes incendios que hubo. Hay que limpiar el monte. Y nosotros, los propietarios de las fincas, no podemos hacerlo solos. Adem¨¢s, hay mucha gente que hace senderismo, pero no conoce bien la monta?a, y un fuego podr¨ªa ser fat¨ªdico. El turismo rural es cada vez m¨¢s importante. El 20% del PIB de esta comarca, mientras que las explotaciones forestales es un 0,06% del PIB¡±, explica Le¨®n.
Es una problem¨¢tica inherente a los parques. Para su mantenimiento se precisan actividades sostenibles y apoyo para promoverlas. Y una implicaci¨®n de todos los agentes econ¨®micos, pol¨ªticos y sociales. La conservaci¨®n del paisaje, de la naturaleza y de la biodiversidad tiene un precio. De los parques naturales se benefician todos: desde el aficionado a la monta?a, hasta el urbanita que respira la contaminaci¨®n de la ciudad y necesita de pulmones verdes, pasando por las embotelladoras que obtienen r¨¦ditos del agua que filtran los bosques.
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