Del Madrid verde al canalla

1. Cu?a verde. Voy mucho de paseo con mi hijo y mi perro Luki, un bich¨®n malt¨¦s. Aunque hoy se ha civilizado, en mi ni?ez era campo, pero campo salvaje, donde jugaba con mis amigos, muchos de ellos de las chabolas, a corretear, a buscar bichos... Asist¨ª al desmantelamiento del poblado y a su reconversi¨®n en parque. Tiene adem¨¢s unas vistas estupendas desde el cerro, con unos atardeceres¡­

2. Anillo verde. Me gusta la bici y he descubierto hace poco este circuito de 64 kil¨®metros que rodea todo Madrid. Me lo he hecho ya un par de veces. Pasas por el Manzanares, ves vestigios de la Guerra Civil y llegas al norte, a las zonas industriales del extrarradio que describ¨ªa Baroja.

3. Matadero. Tengo un recuerdo muy especial de antes de que fuera lo que es hoy. Ser¨ªa el a?o 92 cuando mi amigo Antonio Canales empezaba con su compa?¨ªa y yo llevaba un tiempecito con el teatro. Me invit¨® a dar clases de interpretaci¨®n, hicimos una cooperativa y nos dejaron una nave sin restaurar que ol¨ªa todav¨ªa a animales. No he vuelto a trabajar all¨ª pero me encantar¨ªa. Paso muy buenos ratos en sus edificios neomud¨¦jares y el invernadero.

4. El Candela. Templo-antro del canalleo y del flamenco. He ido toda la vida y sigo yendo, aunque menos, a tomar una copa cuando me dan las tantas. All¨ª vi cantar a Enrique Morente, a dos palmos y para unos pocos. Fue un aut¨¦ntico privilegio y ahora lo recuerdo mucho porque es el compositor de Yerma (Olmo, 2).

5. La Paloma. Soy un asiduo de este bar entra?able en el que te tratan muy bien. Es de lo m¨¢s castizo, entras y lo hueles, lo saboreas¡­ Tengo costumbre de ir con el club del cocido, que forman otros faranduleros como Antonio Molero (Toledo, 85).

6. La Recoba. Otra leyenda de la bohemia hasta altas horas. Puedes cenar hasta muy tarde y tomar un par de copas mientras tocan tangos y boleros en directo. El propio due?o, Franco, los canta. Voy mucho con mi chica, que baila el tango y que me ha intentado ense?ar. S¨¦ algunos pasitos, pero es muy sacrificado. (Magdalena, 27).

7. Caf¨¦ del Espejo. Cuando voy al teatro, antes de entrar a la funci¨®n siempre me paro a fumarme un caf¨¦, digo a tomarme un caf¨¦ [risas]. Me encanta el edificio art dec¨®, la luz que entra al atardecer por las cristaleras¡­ (Recoletos, 31).

8. Medina Mayrit. Aut¨¦nticos ba?os ¨¢rabes en pleno centro y con restaurante de cocina andalus¨ª. Me gusta ir al ¨²ltimo pase, a medianoche. Como dec¨ªa la mujer de Goya, la noche est¨¢ para dormirla, y ¨¦l contestaba ¡°y para pintarla, y para pintarla¡± (Atocha, 14).

9. Kin¨¦polis. Para disfrutar del cine de verdad, con pantall¨®n. La pega es que ponen lo m¨¢s comercial, para cosas m¨¢s especiales hay que ir al centro. Se puede aparcar, hay restaurantes, sesi¨®n de madrugada¡­ eso s¨ª, un s¨¢bado por la noche, mejor no. (Edgar Neville, s/n. Pozuelo).

10. Madrid R¨ªo. A pesar de la controversia y la deuda, me encanta c¨®mo ha quedado el paseo del Manzanares. Le ha dado vida al r¨ªo. Voy con la bici por la Casa de Campo, aparezco por el puente de Segovia y llego hasta la Dama del Manzanares, parando en bancos, fuentes¡­ Lo recomiendo tambi¨¦n por la noche, con el tirabuz¨®n y el Matadero iluminados al fondo.