Putrefacci¨®n, belleza y sonrisas
El concierto de Quimi Portet en el Palau de la M¨²sica de Barcelona se recordar¨¢ por varios motivos, como la coincidencia en un escenario con Manolo Garc¨ªa
Como un d¨ªa que comienza tibio y acaba caldeado; como una torpe caricia que a medida que se desliza toma calidez; como un gui?o humor¨ªstico que nace dubitativo y concluye en plenitud. As¨ª puede resumirse el concierto que Quimi Portet ofreci¨® en el Palau. Pes¨® el lugar, quiz¨¢s, y Quimi tard¨® en entrar en calor. Por fortuna para ¨¦l y para los espectadores, la complicidad de la platea, su comprensi¨®n y sus deseos de pasar una buena noche que se impusiese a sus presagios, determinaron que la balanza se decantase favorablemente a Quimi y el concierto, todo y no ser uno de los mejores, podr¨¢ recordarse por varios motivos.
Quimi Portet
QUIMI PORTET
Palau de la M¨²sica, Barcelona
31 de enero
El primero es que cuando un artista se sobrepone a un inicio desfavorable, parece que el postrer bot¨ªn musical y emocional gana entidad. Segundo: Manolo Garc¨ªa apareci¨® por sorpresa en el escenario con Quimi, hecho que no ocurr¨ªa desde los tiempos de El ?ltimo de la Fila ¡ªdisueltos en 1998¡ª, y adem¨¢s cant¨® en catal¨¢n Massa como afirmando que entre quienes han tenido tanta historia en com¨²n son m¨¢s las cosas que unen que las que separan. Apareci¨® tambi¨¦n Adri¨¤ Punt¨ª, con quien Quimi trabaja un disco que los hechos tejen y destejen en relaci¨®n con estados de ¨¢nimo del impagable artista de Salt, quien cant¨® una pieza de Quimi Flors i violes y una propia, Sota una col. Finalmente, en una aparici¨®n asombrosa, certera, intencionad¨ªsima y deslumbrante, Albert Pla, ataviado como un ba?ista destartalado, fumando y bebiendo, interpret¨® una versi¨®n absolutamente estremecedora de una de las mejores canciones del repertorio de Quimi, la soleadamente amarga Sunny day. La simple selecci¨®n de invitados ya marc¨® territorio.
El resto de los motivos fueron apareciendo paulatinamente en el campo de juego delimitado por Quimi. Una banda s¨®lida en la que cuenta m¨¢s la solvencia que el alarde; una voz que sabe contar aquello que siente su due?o; un repertorio de apariencia convencional pero con rincones que escapan a la convenci¨®n y unas letras brillantes llenas de reflexiva contemplaci¨®n de ese disparate equ¨ªvoco llamado vida. Desde el mismo cuestionamiento de la capacidad expresiva de las propias palabras ¡ªPutes paraules¡ª a la autoparodia ¡ªProgresso adeq¨¹adament, pasando por la muestra de una indignaci¨®n que s¨®lo en ocasiones disimula el humor Tinc una b¨¨stia dintre meu y recalando en ese espacio propio de Quimi: la aparente contradicci¨®n entre lo que dice y c¨®mo lo dice, la misma paradoja que resume nuestro transitar. Un buen ejemplo la pieza que cerr¨® el concierto, La m¨²sica dels astres, una delicia, una tenue brisa sonora. Putrefacci¨®n y belleza. Junto con la iron¨ªa, claves del mundo de Quimi. Apariencias iluminadas por la sonrisa. Met¨¢foras del buen observador.
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