¡°Algunas leyes est¨¢n para romperlas¡±
El abogado y profesor Luis Oca?a ha defendido durante 10 a?os a jornaleros y ahora preside una cooperativa de servicios financieros, ¨¦ticos y solidarios
Es absolutamente incapaz de recordar la cantidad de veces que ha sido denunciado. ¡°Es que me tendr¨ªa que poner un rato a contarlas. Son un mont¨®n, un mont¨®n¡±, vacila Luis Oca?a, abogado, licenciado en Ciencias del Trabajo y profesor de universidad, con gesto relajado.
Lo que s¨ª recuerda son las dos ocasiones que ha sido condenado. Una por convocar una manifestaci¨®n, y otra por una falta de desobediencia contra la autoridad. ¡°Estar condenado no supone absolutamente nada para m¨ª, solo refuerza mi visi¨®n de que normalmente la ley y el derecho consagran much¨ªsimas injusticias. Apoyan al poderoso y sirven para reprimir a determinados movimientos sociales¡±, dice como una obviedad.
Menos cuando ¨¦l gana los casos. ¡°Las leyes est¨¢n para romperlas, aunque tampoco digo que todas sean malas, pero hay que avanzar. Una ley solo establece l¨ªmites, es una herramienta que tiene que servir para mejorarse sistem¨¢ticamente. Es din¨¢mica y no vale para toda la vida, tiene que adaptarse¡±.
Oca?a (C¨¢diz, 1978) ha sido durante 10 a?os abogado del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) y, como ¨¦l dice, eso es sin¨®nimo de estar denunciado. ¡°No debe haber pr¨¢cticamente ning¨²n miembro del sindicato que no haya pasado una noche en el calabozo. Cuando te metes ah¨ª, ya sabes lo que te va a pasar¡±, vaticina. Una de las ¨²ltimas querellas que acumula est¨¢ interpuesta por la Casa de Alba por convocar una rueda de prensa para denunciar situaciones laborales irregulares de los los trabajadores.
Porque Oca?a todav¨ªa colabora con el sindicato, pero ahora centra m¨¢s su labor en coordinar el ¨¢rea jur¨ªdica de Autonom¨ªa Sur, una cooperativa de asesor¨ªa legal, estudios socioecon¨®micos y proyectos de econom¨ªa social. ¡°No estoy en un despacho de abogados tradicional; lo nuestro es muy at¨ªpico. Es un sistema de trabajo democr¨¢tico, en el que la entidad no depende del capital de los socios, sino del trabajo que cada uno desempe?a; cumplimos la regla de equidad de salarios y los beneficios que obtenemos los reinvertimos en proyectos sociales en los que tambi¨¦n participamos¡±, explica.
Oca?a siempre habla en plural. En su discurso es complicado escucharle un ¡°yo¡± o un ¡°mi¡±. ¡°Nosotros¡± es su bandera. ¡°En Autonom¨ªa Sur somos unos privilegiados porque solo trabajamos en exclusiva para defender colectivos de trabajadores con los que estamos de acuerdo ideol¨®gicamente. Esta claro que normalmente no son las personas que m¨¢s dinero tienen, pero siempre hemos defendido que quer¨ªamos trabajar para la sociedad. No veo otra motivaci¨®n¡±, declara abriendo las manos.
Y contin¨²a: ¡°Por supuesto es un trabajo sacrificado, desagradecido, dif¨ªcil, pero la satisfacci¨®n moral es mayor que la econ¨®mica. Peleamos contra todos los enemigos, pero las satisfacciones personales que conseguimos son impagables. El dinero es peligroso, normalmente no genera buenos valores¡±, afirma con total convicci¨®n.
Uno de los ¨²ltimos casos de Luis Oca?a ha sido la defensa de Hokman Joma, el kurdo que tir¨® un zapato al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y que ha permanecido cerca de tres a?os en la c¨¢rcel. ¡°Al final conseguimos el indulto, pero esos a?os en la c¨¢rcel, para ¨¦l quedan. Ahora vamos a intentar que le den asilo pol¨ªtico, porque si vuelve a Siria le matan seguro¡±.
Este caso, o su pertenencia al grupo 17 de Marzo, una sociedad andaluza de juristas para la defensa de los Derechos Humano, son ejemplos del rechazo al beneficio econ¨®mico en la abogac¨ªa. ¡°Nosotros trabajamos con una l¨®gica presupuestaria que nos permite compaginar lo social con los ingresos¡±, repite el letrado.
Para la faceta econ¨®mica de su perfil ya desarrolla otra labor. Es el presidente en Andaluc¨ªa de la iniciativa nacional Coop57, una cooperativa de servicios financieros, ¨¦ticos y solidarios que este enero ha ganado el Premio C de Consumo de la Junta de Andaluc¨ªa por impulsar una econom¨ªa basada en los principios de la democracia, la transparencia, la participaci¨®n y la solidaridad.
¡°Coop57 es una entidad de ahorro que ofrece pr¨¦stamos a entidades sociales que respeten los idearios de igualdad, medio ambiente... Actualmente genera un 2% de beneficios y todas las personas que participan en la cooperativa, que ya alcanzan las 150, pueden votar de forma horizontal en qu¨¦ les gustar¨ªa que se invirtieran los fondos¡±, explica detenidamente. Cuenta que ya han otorgado hasta 35 pr¨¦stamos en la regi¨®n. ¡°Hemos invertido en instalaciones de agricultura ecol¨®gica, en una librer¨ªa-caf¨¦ en C¨¢diz o en una furgoneta para una cooperativa de discapacitados...¡±, ejemplifica.
El premio les anima a seguir adelante, aunque, en general, todo lo que suena a subvenci¨®n le rechina en los o¨ªdos. ¡°Est¨¢ claro. El que paga es el que manda¡±, dice como un axioma. ¡°Por eso defendemos que generar nuestras propias riquezas es la mejor herramienta para ser libres¡±, considera.
Esta declaraci¨®n podr¨ªa ser una de las lecciones que Oca?a imparte como profesor de Derecho del Empleo para Trabajadores Sociales en la Universidad de Huelva. ¡°Lo que b¨¢sicamente les transmito es que hay que abrir las perspectivas laborales para que no crean que las empresas solo tienen que obtener beneficios econ¨®micos¡±.
Oca?a cree firmemente que un cambio es posible. ¡°Es seguro, en este horizonte poscapitalista en el que nos encontramos tiene que cambiar el sistema, si se aplican las mismas pol¨ªticas, se agota la ciudadan¨ªa¡±, augura. ¡°Y desde luego, el cambio empieza con las decisiones cotidianas de cada individuo¡±.
Conciencia individual cotidiana
¡°Hay que comprometerse, mejorar la sociedad es un reto colectivo y, cuanto m¨¢s clara se tenga esa idea, m¨¢s se puede avanzar. El cambio del sistema empieza en uno mismo¡±. Luis Oca?a repite esta frase como un mantra. ¡°Para m¨ª es clave que cada uno piense d¨®nde compra, a qui¨¦n, por qu¨¦ o de d¨®nde viene el producto. No es lo mismo poner tu dinero en un banco que trafica con drogas o compra armas, que en una entidad que respeta criterios sociales. No es lo mismo favorecer el comercio local que a las multinacionales. Ni coger el transporte p¨²blico o la bici que tu coche¡±.
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