Nos roban las palabras
Conceptos como honestidad, austeridad, transparencia, regeneraci¨®n, se han utilizan como escudos ante la repugnante realidad que nos rodea
Los pol¨ªticos nos est¨¢n robando las palabras m¨¢s dignas del diccionario: honestidad, austeridad, transparencia, regeneraci¨®n.
?No contentos con imponer latiguillos verbales que empobrecen el discurso (¡°poner en valor¡±, ¡°como no puede ser de otra manera¡±), destrozan ahora el significado de esas hermosas palabras que tienen que ver con la honradez personal, la sobriedad en el uso de los bienes p¨²blicos, la claridad en la acci¨®n pol¨ªtica y la renovaci¨®n de las estructuras partidistas.
Ha sido precisamente el PP, el m¨¢s acosado en estos momentos por presuntas pr¨¢cticas corruptas, el que ha enarbolado esas palabras como si fueran bandera propia. Un somero repaso a la actualidad demuestra la falsedad de esa apropiaci¨®n.
?Regeneraci¨®n? ?Puede ser Esperanza Aguirre la regeneradora del PP, la misma que se aup¨® en la presidencia gracias al tamayazo, un oscuro caso de corrupci¨®n pol¨ªtica no resuelto? ?Puede ser la regeneradora una persona que ha permanecido tres d¨¦cadas en cargos p¨²blicos y ha dejado numerosos cad¨¢veres pol¨ªticos por los pasillos de la Comunidad de Madrid?
Transparencia: ?es transparente un partido cuyos dirigentes afirman desconocer en qu¨¦ trabaja y cuanto se le paga a Jes¨²s Sep¨²lveda, exmarido de la ministra Ana Mato? ?Transparente la ministra Mato, que afirm¨® haberse separado en el a?o 2000 de su marido, el imputado Sep¨²lveda, cuando en realidad segu¨ªa casada legalmente hasta 2008 en r¨¦gimen de gananciales, mientras la trama corrupta G¨¹rtel les regalaba un Jaguar y pagaba viajes y fiestas de cumplea?os?
?Austero Rajoy? ?Un se?or que cobraba en los ¨²ltimos a?os m¨¢s de 200.000 euros? ?Un se?or que se sube el sueldo un 27% en los a?os de la crisis, cuando la inmensa mayor¨ªa de los espa?oles o estaban con el sueldo congelado, o se lo bajaban, o en el mejor de los casos les aumentaban el IPC?
?Honesto Rajoy, que miente al afirmar en 2007 que su sueldo era de unos 8.000 euros al mes, cuando en realidad percib¨ªa 14.500 (14 pagas, ojo)?
No. Esas palabras, honestidad, austeridad, transparencia, regeneraci¨®n, est¨¢n siendo manipuladas, utilizadas como escudos ante la repugnante realidad que nos rodea.
Pero son palabras necesarias si queremos revitalizar una democracia enferma, para que sea capaz de afrontar con ¨¦xito el futuro inmediato. Lo piden a gritos seis millones de parados.
En Andaluc¨ªa, estamos escuchando tambi¨¦n esos mismos vocablos. De manera muy especial, el de transparencia. Hoy, todos quieren ser transparentes. De hecho, en el Congreso de los Diputados se tramita una ley de Transparencia. Y el martes, en el Parlamento andaluz se reun¨ªa por vez primera la Mesa de Partidos del Pacto por Andaluc¨ªa que promover¨¢, entre otras cuestiones, ¡°la transparencia en el ejercicio de la pol¨ªtica y en el funcionamiento de la cosa p¨²blica¡±, en palabras del portavoz socialista, Mario Jim¨¦nez.
Esta primera reuni¨®n, por cierto, pionera en su estilo en Espa?a, se sald¨® con un rosario de buenas palabras y mejores intenciones. Es dif¨ªcil no compartir los enunciados generales. Por ejemplo, que los ingresos de los partidos y de sus dirigentes deben ser p¨²blicos, al alcance de cualquier ciudadano. Que se deben controlar y fiscalizar mejor los fondos p¨²blicos. O que las empresas dejen de aportar dinero a los partidos, pues, como se est¨¢ viendo, son el cebo que alimenta a corruptores y corruptos.
Las intenciones, en general, son buenas. Veremos si se convierten en realidad. Veremos si esas honorables palabras, honestidad, austeridad, transparencia, regeneraci¨®n, pueden ser aplicadas a la clase pol¨ªtica d¨¢ndoles su verdadero significado.
Un pacto que selle estas palabras s¨ª que merece la pena. Es, adem¨¢s, lo que exige la ciudadan¨ªa. Para que dejen de robarnos palabras y fondos p¨²blicos.
@JRomanOrozco
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