Un funcionario de Estepona pide amparo por supuesto acoso laboral

Jos¨¦ Manuel Duarte, que ejerce como secretario adjunto del Ayuntamiento de Estepona (M¨¢laga) desde 2004, ha pedido a la Junta de Andaluc¨ªa que intervenga ante un supuesto caso de acoso laboral con el que, asegura, pretenden apartarle de sus funciones de velar por el cumplimiento de la legalidad. El equipo de gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Urbano, del PP, le ha abierto un abultado expediente disciplinario por tres faltas muy graves y otras tres graves por las que podr¨ªa perder su empleo. Entre otros episodios, se investiga una supuesta dejaci¨®n de funciones, el trato degradante a sus subordinados o unas declaraciones en las que dud¨® de la legalidad del expediente de regulaci¨®n de empleo (ERE) aplicado a 176 trabajadores del Consistorio. La medida puede durar un m¨¢ximo de seis meses, tiempo suficiente, seg¨²n el Estatuto B¨¢sico del Empleado P¨²blico, para enfrentarse a una p¨¦rdida de destino.

En un escrito dirigido al vicepresidente de la Junta y consejero de Administraci¨®n Local, Diego Valderas (IU), el afectado alerta de que el alcalde est¨¢ ¡°invadiendo competencias auton¨®micas¡± y pretende destituirle para ¡°eludir cualquier interferencia en sus actuaciones pol¨ªticas¡±.

Este mismo funcionario denunci¨® en enero de 2012 al equipo de gobierno del PP por supuestas irregularidades en la gesti¨®n municipal, pero la delegaci¨®n malague?a de la Junta archiv¨® el caso. Nueve meses despu¨¦s de esa denuncia, le abrieron el expediente disciplinario. El trabajador est¨¢ apartado de su puesto de forma cautelar mientras se instruye.

Las luchas internas forman parte del quehacer diario en el Consistorio esteponero. En 2007, el municipio fue epicentro de la Operaci¨®n Astapa contra la corrupci¨®n, todav¨ªa en instrucci¨®n. Entre los 109 implicados del caso hay t¨¦cnicos municipales y funcionarios, como el actual secretario, Jos¨¦ Gustavo Rubio. Todos contin¨²an trabajando en dependencias municipales. El equipo de Garc¨ªa Urbano, en el gobierno desde 2011, siempre ha negado las irregularidades y atribuye las denuncias a viejas ¡°rencillas¡± del secretario adjunto.

Un mes despu¨¦s de que Jos¨¦ Manuel Duarte interpusiera su primera denuncia a la Junta, el alcalde le quit¨® las competencias de ¡°autorizaci¨®n y disposici¨®n de gastos¡±. En todo momento se neg¨® que se tratara de una represalia. Mantuvieron que pretend¨ªan liberarle de esta tarea ¡°repetitiva y ordinaria¡±.

El expediente disciplinario abierto al secretario adjunto le retrata como un trabajador con una ¡°obsesi¨®n nunca correspondida¡± con el equipo de gobierno. El alcalde encomend¨® al exedil popular Ricardo Galeote, cargo de confianza implicado en el caso G¨¹rtel, que colaborara en sus tareas de inventariado del patrimonio municipal. Galeote relat¨® su experiencia con un informe en el que destac¨® las ausencias ¡°continuas y dilatadas¡± de Duarte y calific¨® su trato con el personal de realmente ¡°grotesco¡±. Con respecto a la relaci¨®n con sus subordinados, el Ayuntamiento considera ¡°hechos probados¡±, bas¨¢ndose en las declaraciones de tres personas, que se suele referirse a ellos de forma peyorativa, con apodos como ¡°m¨¦dico de familia¡± o ¡°astronautas¡±, y que llama ¡°dictador¡± al alcalde e ¡°imputado¡± al secretario municipal.

El vicesecretario envi¨® su petici¨®n de auxilio al vicepresidente de la Junta el 1 de febrero. En el escrito, de nueve p¨¢ginas, le cuenta que el pasado 11 de octubre dos polic¨ªas locales le estaban esperando en la puerta del Ayuntamiento para notificarle un expediente disciplinario. Hac¨ªa justo un d¨ªa que hab¨ªa testificado en un juicio del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa que el ERE que pretend¨ªan aplicar era ilegal. ¡°He recurrido ante la Jurisdicci¨®n Contencioso-Administrativa (¡­) sin embargo no es posible obtener la tutela judicial efectiva hasta que recaiga la sanci¨®n definitiva¡±, explica. Duarte considera que, cuando esto ocurra, ser¨¢ demasiado tarde. ¡°El alcalde ya habr¨¢ conseguido su pretensi¨®n de destituirme, como as¨ª de claro me manifest¨®¡±, asevera en su carta.