'Lobbies' econ¨®micos y soberanismo

Hoy hace un mes que el Parlament de Catalu?a aprob¨®, por 85 votos a favor, la Declaraci¨®n de soberan¨ªa y del derecho a decidir del pueblo de Catalu?a. En este breve per¨ªodo han habido muchas reacciones (cr¨ªticas las m¨¢s ruidosas) sobre el contenido de la resoluci¨®n parlamentaria, como las que han expresado Foment del Treball, el Cercle d'Economia y los presidentes de las dos grandes entidades financieras catalanas.

Si bien es cierto que en momentos de malestar pol¨ªtico y de desorientaci¨®n gubernamental es f¨¢cil atreverse a dar recetas m¨¢gicas para mejorar el funcionamiento de la res publica, es parad¨®jico que en tiempos de profunda crisis econ¨®mica los empresarios catalanes dediquen m¨¢s energ¨ªas a realizar recomendaciones pol¨ªticas que a reconocer y enmendar los errores cometidos en el pasado. En un pulso entre la voluntad democr¨¢tica y los negocios privados, los lobbies econ¨®micos de Catalu?a tratan de influir dando argumentos supuestamente t¨¦cnicos contra decisiones parlamentarias que en realidad ofenden su ideolog¨ªa.

El acto de afirmaci¨®n antisoberanista que quiso organizar Foment del Treball la semana pasada fue un fiasco significativo: provoc¨® el plante de la Cambra de Comer? de Barcelona, de Pimec y del Cercle d'Economia, y evidenci¨® una profunda divisi¨®n en el empresariado catal¨¢n. Una vez m¨¢s, la patronal m¨¢s antigua de Europa se ha mostrado pol¨ªticamente torpe y sumisa a las consignas de la patronal espa?ola, y no es ninguna novedad que el presidente de Foment, Joaquim Gay de Montell¨¤, y el presidente de la CEOE, Juan Rosell, muestren una escasa sensibilidad catalanista.

Parece ser que la hoja de ruta convergente ha olvidado garantizar los beneficios a CaixaBank y al Banco de Sabadell

El Cercle d'Economia elabor¨® el documento?Crisis econ¨®mica y conflicto pol¨ªtico, reflexiones despu¨¦s del 25-N, que en su an¨¢lisis econ¨®mico es un c¨²mulo de obviedades y en la valoraci¨®n pol¨ªtica presenta un discurso dicot¨®mico en contra del ejercicio del derecho a decidir de los catalanes y a favor de la Constituci¨®n espa?ola, en contra del pacto de legislatura entre CiU y ERC y a favor del di¨¢logo entre el gobierno del PP y el de CiU. Por otro lado, en el documento del lobby que preside Josep Piqu¨¦ no se mencionan las medidas fiscales acordadas por el Gobierno espa?ol (se critican, en cambio, las adoptadas por el Gobierno catal¨¢n), ni los incumplimientos del Estado, ni el ahogo financiero al que est¨¢ sometida Catalu?a, ni tampoco las relaciones de corrupci¨®n entre el mundo empresarial y el pol¨ªtico. No se pueden dar soluciones sin identificar el problema.

Finalmente, los presidentes de las dos principales entidades financieras catalanas tambi¨¦n se han apresurado a dar consejos pol¨ªticos y a pedir di¨¢logo entre gobiernos, que se respete la ley y que se recupere la negociaci¨®n del pacto fiscal como alternativa a la v¨ªa soberanista liderada por Artur Mas. Parece ser que la hoja de ruta convergente ha olvidado garantizar los beneficios a CaixaBank y al Banco de Sabadell, ya que estas recomendaciones pol¨ªticas se hicieron en las ruedas de prensa de presentaci¨®n de los resultados de 2012 de las respectivas entidades financieras. Tras exhibir sus multimillonarios beneficios econ¨®micos ante las narices de miles de familias que han sido desahuciadas, de personas mayores de 65 a?os abandonadas a la suerte del capitalismo salvaje, de una cuarta parte de la poblaci¨®n catalana en paro y de otro tanto que vive por debajo del umbral de pobreza, manifestaron, para mayor escarnio, que sus entidades bancarias pasaron un annus horribilis. No es ni ¨¦tico, ni est¨¦tico (y no lo arregla ni la obligada acci¨®n caritativa de la obra social).

Fain¨¦ y Oliu, y nuestros gobernantes, deber¨ªan preguntarse por qu¨¦ si el sistema capitalista genera al mismo tiempo grandes beneficios privados y mayores perjuicios sociales, no se utilizan los primeros para evitar los segundos. Y si los presidentes de nuestras entidades financieras, como afirmaron "humildemente", quieren servir a la sociedad ?por qu¨¦ no proponen a nuestros pol¨ªticos que eviten estos contrastes intolerables e inmorales entre las desorbitadas ganancias privadas y la miseria p¨²blica? Deber¨ªan preocuparse m¨¢s por una reacci¨®n social en contra de esta iniquidad que por el derecho a decidir del pueblo catal¨¢n.

Jordi Matas Dalmases es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UB.