¡°Hay que transmitir que llevamos 25 a?os en una posici¨®n desfavorable¡±
¡°Estar por debajo de la media espa?ola supone al a?o 1.000 millones menos"

Francisco P¨¦rez (Valencia, 1950), catedr¨¢tico de Fundamentos del An¨¢lisis Econ¨®mico, es director del Instituto de Investigaciones Econ¨®micas (Ivie), un prestigioso organismo creado en 1990 por la Generalitat, que se financia mayoritariamente a trav¨¦s de convenios externos, y que ha analizado en profundidad las consecuencias del modelo de financiaci¨®n auton¨®mica.
Pregunta. ?El modelo es sostenible para los valencianos?
Respuesta. Necesitamos una reforma de manera urgente. Llevamos tantos a?os discriminados por el sistema de financiaci¨®n que los efectos acumulados sobre el endeudamiento son enormes. La liquidaci¨®n de 2010 revela que la Comunidad Valenciana est¨¢ entre el 8% y el 9% por debajo de la media espa?ola en financiaci¨®n per c¨¢pita. Eso representa 1.000 millones de euros menos cada a?o, que es m¨¢s de lo que cuesta todo el sistema universitario valenciano.
P. Si el Gobierno abriese ma?ana la negociaci¨®n para reformar el sistema, ?el Consell estar¨ªa en condiciones de llevar una propuesta concreta?
R. La comisi¨®n de expertos nombrados por las Cortes ha estado trabajando para elaborar una propuesta, que est¨¢ bastante avanzada. Cuando empiece la negociaci¨®n, habr¨¢ una propuesta encima de la mesa. Lo que venga despu¨¦s depende de factores al margen de los elementos t¨¦cnicos de la propuesta.
P. ?Qu¨¦ elementos?
R. Creo que hay intereses muy distintos de los de los valencianos y, en ese sentido, ser¨¢ muy importante la capacidad que tenga la Comunidad Valenciana para defender su posici¨®n con m¨¢s ¨¦xito que en ocasiones anteriores. Para ello se requieren tres cosas: una propuesta t¨¦cnicamente bien elaborada, un consenso pol¨ªtico y social muy amplio en la Comunidad Valenciana y capacidad de influencia en el ¨¢mbito donde se adopten las decisiones.
P. ?Y eso c¨®mo se logra?
¡°Se requiere un consenso pol¨ªtico y social muy amplio para tener ¨¦xito¡±
R. Lo primero es trabajar para transmitir a todos que llevamos 25 a?os en una posici¨®n desfavorable e injustificada y convencerlos de que buena parte de la imagen de debilidad financiera que tiene la Comunidad Valenciana est¨¢ relacionada con los modelos de financiaci¨®n. El gasto por habitante aqu¨ª es inferior a la media y, por tanto, con independencia de la discusi¨®n sobre c¨®mo se ha gastado, el problema principal son los ingresos.
P. ?Ha agravado esta mala imagen la intervenci¨®n de la CAM, Bankia y el Banco de Valencia?
R. Desde luego, no ha ayudado, pero la debilidad financiera de la Generalitat est¨¢ ligada al sistema de financiaci¨®n auton¨®mico y la consecuencia es que el Gobierno valenciano lleva muchos a?os con la capacidad de actuaci¨®n limitada y una deuda acumulada muy importante. Y simult¨¢neamente, tenemos el problema de la crisis de un sistema financiero privado que ha estado muy conectado a la econom¨ªa del territorio. La suma de los dos problemas ha terminado con una parte del sistema productivo y con las entidades financieras auton¨®micas.
P. ?Y qu¨¦ efecto ha tenido la desaparici¨®n de las entidades financieras valencianas?
R. El sistema financiero se ha de reconstruir con los bancos que han comprado las entidades valencianas y los que ya estaban presentes, pero la p¨¦rdida de las sedes de Bancaja y la CAM ha tenido un efecto clar¨ªsimo. El trabajo que se realizaba en los servicios centrales de Valencia y en Alicante ahora se har¨¢ en Madrid y en Sabadell. Para la econom¨ªa valenciana es un problema porque tenemos pocas empresas de gran dimensi¨®n y esto afecta negativamente a la generaci¨®n de puestos de trabajo para profesionales y t¨¦cnicos. Para el empleo cualificado, la renta generada y los salarios pagados, el efecto de perder la sede de las grandes empresas es claramente negativo.
P. ?Y tambi¨¦n se traducir¨¢ en un menor volumen de cr¨¦ditos?
¡°Faltan an¨¢lisis sobre el sector p¨²blico y sobran argumentarios¡±
R. No necesariamente. Creo que el inter¨¦s de los bancos por hacer negocio har¨¢ que el cr¨¦dito, si es viable, llegue. La proximidad, a veces, tambi¨¦n tiene sus riesgos, porque se ignoran par¨¢metros objetivos, como ha pasado con algunas promotoras y constructoras.
P. Distintos organismos han alertado en las ¨²ltimas semanas sobre las consecuencias econ¨®micas de la corrupci¨®n. ?Se pueden cuantificar sus efectos?
R. Es muy complicado valorar cuantitativamente los efectos de ese fen¨®meno. En t¨¦rminos generales, es evidente que la corrupci¨®n tiene efectos negativos, porque supone una captura injustificada de rentas p¨²blicas, un despilfarro de los recursos y una p¨¦rdida de confianza en las instituciones y en la transparencia de los mercados. Ahora la sensibilidad es mayor porque llevamos cinco a?os intentando aclarar qu¨¦ parte de responsabilidad tiene cada uno en la crisis y discutiendo c¨®mo se reparten sus costes, y descubrir esas trampas escandaliza.
P. ?Est¨¢ relacionada la corrupci¨®n con un aumento de la econom¨ªa sumergida?
R. Desde luego, en las dos direcciones. Los esc¨¢ndalos no favorecen el cumplimiento fiscal y, en general, de las reglas de juego. Ahora bien, en ocasiones tambi¨¦n se usa la corrupci¨®n como excusa para sumergirse por otros motivos. Ahora unos se alivian los problemas pidiendo un aplazamiento al banco y otros pasando a la econom¨ªa sumergida. M¨¢s all¨¢ de la corrupci¨®n, en un momento en el que los ingresos fiscales se han desplomado y estamos agobiados por el d¨¦ficit, es evidente el coste que tiene para todos la econom¨ªa sumergida. Pero hay que recordar que la preocupaci¨®n porque el trato fuera igual para todos desde el punto de vista fiscal y por perseguir el fraude ha sido muy poca en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Han pasado Gobiernos de signo distinto y la cultura del cumplimiento fiscal no se ha puesto encima de la mesa.
P. La consecuencia es una ca¨ªda de los ingresos y la decisi¨®n de recortar gastos y reducir el sector p¨²blico en la Administraci¨®n.
¡°El debate no es industria versus servicios, sino qu¨¦ necesitamos¡±
R. Esta sociedad tendr¨ªa que reflexionar seriamente sobre el tama?o del sector p¨²blico y el estado de bienestar que quiere. Habitualmente faltan an¨¢lisis y sobran argumentarios. Algunos piensan que tenemos un sector p¨²blico muy grande y cuando miramos las comparaciones internacionales resulta que el sector p¨²blico espa?ol en relaci¨®n con el PIB es de los m¨¢s peque?os de la Uni¨®n Europea y solo un 3% superior al de Estados Unidos, que se pone como ejemplo de pa¨ªs con un sector p¨²blico peque?o. Otros en cambio piensan que el sector p¨²blico puede con todo, pero tampoco es as¨ª.
P. ?Y por qu¨¦ ha cuajado la idea de que el sector p¨²blico es enorme?
R. Posiblemente porque ha crecido bastante, pero tambi¨¦n ha crecido, afortunadamente, el sector privado hasta que lleg¨® la crisis. La proporci¨®n entre ambos llevaba bastantes a?os estable, en porcentajes parecidos a los de los dem¨¢s pa¨ªses desarrollados. Tambi¨¦n influye en esa percepci¨®n la impresi¨®n de que el funcionamiento de los servicios p¨²blicos es mejorable y es cierto, pero las opiniones deber¨ªan objetivarse. En este pa¨ªs no han cuajado los procesos rigurosos de evaluaci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas. Tenemos un seguimiento macroecon¨®mico muy detallado y, en cambio, no hay estudios sistem¨¢ticos sobre el funcionamiento de las pol¨ªticas de infraestructuras, educaci¨®n, sanidad, etc., que faciliten la rendici¨®n de cuentas a la sociedad.
P. Los agentes sociales reclaman un cambio de modelo productivo. ?Qu¨¦ opina?
¡°El margen del Consell para cambiar el modelo es muy limitado¡±
R. Es necesario, sin duda, pero la clave no es el debate industria versus servicios. Lo importante es qu¨¦ tipo de industria y qu¨¦ tipo de servicios tenemos y cu¨¢l necesitamos. Tenemos que ser capaces de competir con los pa¨ªses avanzados m¨¢s que con los emergentes, porque somos un pa¨ªs desarrollado. Para hacerlo hemos de especializarnos en actividades que generen m¨¢s valor a?adido por ocupado. Nuestra especializaci¨®n productiva ha de virar hacia las actividades y las tareas intensivas en conocimiento en cualquier sector, porque las diferencias fundamentales a la hora de generar valor no est¨¢n entre los distintos sectores, sino dentro de los sectores.
P. ?Qu¨¦ margen tiene la Generalitat para impulsar un cambio de modelo productivo?
R. Si somos realistas, el margen del Consell es muy limitado. Las decisiones fundamentales son de las empresas. Pero el Gobierno Valenciano debe proponer un diagn¨®stico claro y tomar medidas ordenadas para poner en valor y gestionar lo que tenemos. Hemos de aprovechar nuestras ventajas competitivas, que las hay. Por ejemplo, para desarrollar productos tecnol¨®gicamente avanzado nuestros costes salariales son m¨¢s bajos que los europeos. Algunas empresas siguen aqu¨ª por esa raz¨®n y deber¨ªamos atraer a otras. Pero la mala financiaci¨®n auton¨®mica hace que pol¨ªticas como la de fomento de la actividad econ¨®mica cuenten con unos recursos que est¨¢n un 50% por debajo de la media espa?ola. Eso repercute, por ejemplo, en el margen de maniobra para impulsar la innovaci¨®n, el desarrollo tecnol¨®gico o la investigaci¨®n. Pese a todo, la gesti¨®n de esas pol¨ªticas tambi¨¦n parece manifiestamente mejorable.
P. ?Y el desempleo c¨®mo lo afrontamos?
R. La soluci¨®n al desempleo ser¨¢ larga y complicada. Desde luego, la clave es crecer, pero tambi¨¦n ayudar¨ªa a generar empleo hacer a los parados m¨¢s empleables, sobre todo a los j¨®venes que abandonaron demasiado pronto el sistema educativo. No tener formuladas y desplegadas pol¨ªticas activas de empleo potentes es incomprensible y socialmente muy arriesgado. Es necesario reforzarlas decididamente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.