Un legado de dimensi¨®n universal

Andaluc¨ªa cuenta con un rico y variado patrimonio cultural consecuencia de su diversidad geogr¨¢fica y de su milenaria y compleja historia. Esa herencia com¨²n que denominamos patrimonio es resultado de sus peculiaridades f¨ªsicas y de un lento proceso creativo forjado a trav¨¦s de los siglos y al contacto con las diversas civilizaciones que la habitaron y que le dejaron como legado una cultura que es amalgama de variadas tendencias est¨¦ticas, de diversas forma de vida y de diferentes maneras de entender el mundo.

El rascacielos de Sevilla ha roto irremisiblemente el paisaje hist¨®rico

Su singularidad siempre fue advertida y apreciada por quienes, desde otros lugares y con otras formas de mirar, recorr¨ªan las tierras andaluzas y conviv¨ªan con sus gentes, tratando de entenderlas e interpretarlas. Quiz¨¢s eran los propios andaluces quienes no alcanzaban a considerar y valorar su extraordinario patrimonio en la justa medida. Afortunadamente, hace alg¨²n tiempo que se produjo una toma de conciencia y un cambio de actitud sobre su significado e importancia, si bien ha sido en fechas recientes cuando se ha manifestado con mayor fuerza la preocupaci¨®n de los andaluces por su patrimonio al entenderlo como elemento sustancial de su propia identidad. A ello ha contribuido, sin duda, la labor de la Administraci¨®n andaluza y la consideraci¨®n de que ese inmenso legado posee una innegable dimensi¨®n universal. Tal valoraci¨®n se ha visto corroborada por la Unesco al designar algunos elementos de Andaluc¨ªa como Patrimonio Mundial.

La desatenci¨®n y la especulaci¨®n han afectado al granadino Albaic¨ªn

La pol¨ªtica de defensa y valoraci¨®n del patrimonio que desde la d¨¦cada de los sesenta del pasado siglo ven¨ªa desarrollando dicho organismo cristaliz¨® en la Convenci¨®n de Par¨ªs de 1972, cuando, tras advertirse que la salvaguardia de determinados elementos afectaba a toda la comunidad internacional, se establecieron los criterios que permit¨ªan considerar varias tipolog¨ªas como Patrimonio Mundial Cultural y Natural. Para alcanzar tal consideraci¨®n y pasar a formar parte del Patrimonio Mundial hab¨ªa que cumplir diversos principios t¨¦cnicos y ofrecer siempre un valor universal excepcional. Debieron pasar varios a?os hasta que, en 1984, se produjo el primer reconocimiento de elementos patrimoniales de Andaluc¨ªa. En la actualidad y tras la ¨²ltima declaraci¨®n de 2012 son un total de diez los que han alcanzado tal privilegio, correspondiendo en su mayor¨ªa a bienes culturales, pues tan solo una designaci¨®n corresponde al patrimonio natural y cuatro al patrimonio inmaterial. En raz¨®n de la extraordinaria y variada riqueza patrimonial de Andaluc¨ªa puede estimarse que resultan escasas y poco representativas. No obstante, debe considerarse que Espa?a es el segundo pa¨ªs del mundo con mayor n¨²mero de declaraciones y que esto siempre constituye un serio impedimento para cualquier nueva propuesta.

Sobre Do?ana se ciernen m¨²ltiples amenazas para su supervivencia

Aun as¨ª, es evidente que las iniciativas surgidas desde Andaluc¨ªa para alcanzar un nuevo reconocimiento como Patrimonio Mundial o Inmaterial se multiplican. De hecho, en los ¨²ltimos tiempos se han ido planteando nuevas y variadas candidaturas, muchas de las cuales re¨²nen suficientes valores para merecer tal declaraci¨®n. En muchos casos se pretende alcanzar no solo el prestigio que ello supone, sino tambi¨¦n tener la posibilidad de convertir a los elementos designados en un reclamo capaz de atraer nuevos y mayores flujos tur¨ªsticos, con los que reactivar la econom¨ªa. Sin menospreciar tal posibilidad, es preciso recordar que la declaraci¨®n tambi¨¦n implica una serie de compromisos y obligaciones en relaci¨®n con el bien declarado, pudiendo adem¨¢s acentuar ciertos problemas, como ocurre con las ciudades hist¨®ricas en relaci¨®n con la presi¨®n tur¨ªstica y la especulaci¨®n inmobiliaria. Al respecto es necesario recordar que el incumplimiento por parte de las Administraciones p¨²blicas de esas obligaciones sobre la protecci¨®n, conservaci¨®n y puesta en valor de los bienes declarados Patrimonio Mundial puede llevar a que la Unesco proceda a retirarles la declaraci¨®n. Esa amenaza ha sobrevolado los monumentos sevillanos declarados desde 1987 ¡ªCatedral, Alc¨¢zar y Archivo de Indias¡ª, debido a la construcci¨®n por parte de una entidad bancaria de una desproporcionada e innecesaria torre destinada a oficinas que adem¨¢s de empeque?ecer la escala de la Giralda, s¨ªmbolo y elemento nuclear de Sevilla, ha roto irremisiblemente el paisaje hist¨®rico de la ciudad y la relaci¨®n con su entorno geogr¨¢fico. Tambi¨¦n se vio amenazado el granadino barrio del Albaic¨ªn, primero por la desatenci¨®n que lo iba arruinando mientras se favorec¨ªa la especulaci¨®n urban¨ªstica y despu¨¦s por el lamentable proceso de desnaturalizaci¨®n que contin¨²a padeciendo. En los ¨²ltimos tiempos, es sobre el Parque Nacional de Do?ana sobre el que se ciernen m¨²ltiples amenazas que no solo pueden poner en peligro su declaraci¨®n como Patrimonio Natural, sino incluso su propia supervivencia.

Es necesario reflexionar sobre la conveniencia de m¨¢s declaraciones

Estas situaciones obligan a reflexionar sobre la conveniencia de proponer nuevas declaraciones. As¨ª mismo deben llevar a las Administraciones andaluzas a esforzarse en la labor de protecci¨®n, conservaci¨®n y difusi¨®n de los bienes patrimoniales, no solo de los reconocidos por la Unesco, a fin de que sean conocidos y disfrutados por los ciudadanos de forma que sean capaces de identificarse con ellos y de lograr de ese modo su enriquecimiento cultural.

Alfredo J. Morales? es profesor de la Universidad de Sevilla