Una declaraci¨®n con dos enclaves
La organizada gesti¨®n de Alhambra y Generalife contrasta con el galimat¨ªas del barrio del Albaic¨ªn
Un ¨²nico expediente es el que permite a Alhambra, Generalife y Albaic¨ªn contar con la declaraci¨®n de Patrimonio Mundial. La Unesco hizo ese reconocimiento primero al conjunto monumental, en 1984, y 10 a?os m¨¢s tarde incorpor¨® al barrio morisco del Albaic¨ªn. Imposible entender lo uno sin lo otro, forman parte del paisaje de la ciudad, de la esencia de Granada. Pero sus diferencias son tantas que es dif¨ªcil entender por qu¨¦ no existe un plan conjunto de gesti¨®n, un documento integrador que fije los criterios de actuaci¨®n.
Desde luego eso no pasar¨ªa hoy si la declaraci¨®n estuviera por hacer, la Unesco lo exige. Esa carencia, sin embargo, se suple en Granada con el Plan Director de la Alhambra y el Generalife y el Plan Especial de Protecci¨®n y Reforma Interior (Pepri) del Albaic¨ªn. Con todo, son dos documentos distintos. El problema es que este ¨²ltimo, de 1990, se program¨® para ocho a?os y, despu¨¦s de varios intentos en 2010, sigue sin recambio. ¡°El Pepri, adem¨¢s de estar obsoleto, no da realmente una soluci¨®n socioecon¨®mica al barrio, que tiene muchas limitaciones¡±, recalca Carlos Mas, gerente de la Agencia Albaic¨ªn, un ente de gesti¨®n de la Administraci¨®n local que surge como consecuencia de la declaraci¨®n. ¡°Lo l¨®gico es que hubiera normas y aprovechamientos econ¨®micos comunes¡±, a?ade.
La declaraci¨®n no ha tenido en los dos lugares la misma incidencia, algo que ser¨ªa l¨®gico por las diferencias entre un monumento cerrado, con m¨¢s posibilidades de control, y un barrio habitado, un ¨¢mbito urbano donde influyen una serie de factores externos que es m¨¢s dif¨ªcil de organizar. La cuesti¨®n no es que la incidencia haya sido diferente, es que m¨¢s bien ha tenido consecuencias opuestas, si bien ni uno ni otro ha recibido amenazas reales de peligro por parte del Centro de Patrimonio Mundial.
As¨ª lo ve el presidente del Centro Unesco Andaluc¨ªa, ?ngel Ba?uelos, quien destaca que mientras que para la Alhambra la declaraci¨®n ha atra¨ªdo ¡°m¨¢s visitantes y un mayor esfuerzo en la gesti¨®n patrimonial¡±; para el Albaic¨ªn ha supuesto ¡°la llegada de fondos europeos utilizados a veces con poca fortuna, el aumento de la especulaci¨®n inmobiliaria y, con el paso de los a?os, un menor inter¨¦s por parte de las Administraciones (menos programas de rehabilitaci¨®n, menos presupuesto, menos limpieza, menos l¨ªneas de autobuses y frecuencias¡)¡±. De hecho, el barrio est¨¢ en buena parte despoblado y hay menos servicios. Residen unos 8.000 vecinos, de los 30.000 que ten¨ªa hace tres o cuatro d¨¦cadas.
No existe un plan conjunto de gesti¨®n para el monumento y el barrio
Pese a ello, Granada es una ciudad tur¨ªstica y tiene en la Alhambra, con m¨¢s de dos millones de visitantes al a?o, su principal motor econ¨®mico. No es posible cuantificar el n¨²mero de turistas que acude al Albaic¨ªn, pero basta dar un paseo para comprobar que no es una cifra desde?able. ¡°Que consuman y prolonguen la estancia est¨¢ en la habilidad del responsable de dinamizar la zona¡±, afirma la directora del Patronato, Mar Villafranca, en desacuerdo con la idea de que el beneficio econ¨®mico que genera la Alhambra no revierte en el Albaic¨ªn. Dice que es ¡°seg¨²n c¨®mo se mire¡± y alude, por ejemplo, a las plusval¨ªas que generan las casas o establecimiento comerciales del Albaic¨ªn que gozan de buenas vistas a la Alhambra, sin contribuir a la conservaci¨®n del monumento.
Indudablemente, es una cuesti¨®n pendiente en Granada la implicaci¨®n conjunta de las tres Administraciones ¡ªGobierno central, Junta de Andaluc¨ªa y Ayuntamiento¡ª en la gesti¨®n de un barrio Patrimonio Mundial. El reconocimiento de la Unesco supone un marchamo de calidad, pero tambi¨¦n un compromiso de conservaci¨®n. Y se hacen cosas, pero no todo lo que se podr¨ªa, en eso coinciden Patronato (Junta de Andaluc¨ªa), Agencia Albaic¨ªn (Ayuntamiento de Granada) y Centro Unesco Andaluc¨ªa. ¡°Hay que buscar el equilibrio entre el turismo de masas y garantizar que el barrio sea un lugar habitable, sin exceso de plazas hoteleras, y con la accesibilidad b¨¢sica resuelta¡±, a?ade Carlos Mas.
Es necesaria la implicaci¨®n en la zona de las tres Administraciones
Tambi¨¦n es cierto que hay un problema de concienciaci¨®n ciudadana, por ejemplo, la suciedad, las pintadas, los excrementos de perros¡ Pero urge una acci¨®n conjunta al margen de la batalla pol¨ªtica, algo de lo que siempre hablan los representantes p¨²blicos pero que luego no respetan.
El gerente de la Agencia Albaic¨ªn tiene claro que la ciudad puede hacer m¨¢s por ¡°aprovechar todos sus recursos con un objetivo com¨²n¡±. Aclara que habla como t¨¦cnico, que no es pol¨ªtico y de ah¨ª que cargue contra lo que ¨¦l llama una ¡°responsabilidad conjunta¡±. ¡°La realidad del barrio, en todas sus facetas, no la puede controlar solo el Ayuntamiento¡±, sostiene. Desde el Patronato de la Alhambra, por su parte, reclaman al Consistorio que trabaje m¨¢s en beneficio del conjunto monumental en vez de obstaculizar.
Para la ciudad de Granada en s¨ª, la declaraci¨®n supone tener en la Alhambra la mejor carta de presentaci¨®n posible, como defiende Mar Villafranca. A nivel econ¨®mico, sostiene que el impacto es evidente en lo que respecta al monumento, por la cantidad de turistas que arrastra, aunque ah¨ª no hay consenso.
Lo que queda claro es que la gesti¨®n y conservaci¨®n del barrio que se ve desde la colina de la Sabika debe mejorar y que la oferta, al menos as¨ª lo reconocen todos, tiene que ser conjunta para aprovechar al m¨¢ximo las potencialidades de dos enclaves ¨²nicos reconocidos por la Unesco como Patrimonio Mundial Cultural. El esfuerzo mayor, entienden desde el barrio hist¨®rico y la ciudad, ha de hacerlo la Alhambra, que es el motor de todo.
La estela del conjunto nazar¨ª
Desde hace a?os, Ayuntamiento y Junta se empe?an en desmontarse rec¨ªprocamente estudios sobre si se rentabiliza o no lo suficiente en Granada el turismo de la Alhambra. El alcalde de la capital, Jos¨¦ Torres Hurtado, insiste en que son demasiados los turistas que llegan a la Alhambra en autob¨²s y se marchan por el acceso sur sin pisar la ciudad. El Patronato de la Alhambra, por su parte, subraya que solo un tercio de los visitantes son excursionistas y que la mayor¨ªa pernocta al menos dos noches en la ciudad.
El Centro Unesco, que preside ?ngel Ba?uelos, sostiene que no por tener una determinada gesti¨®n, la Alhambra vive ¡°de espaldas¡± a la ciudad. Ba?uelos recuerda que el palacio se erigi¨® en la colina por ¡°su voluntad de alejarse de la ciudad¡± y aboga por recuperar una l¨ªnea de autob¨²s que se elimin¨® y que comunicaba la Alhambra con el Albaic¨ªn, adem¨¢s de potenciar la seguridad en los recorridos peatonales. Su presidente descarta inventar sistemas de comunicaci¨®n ¡°innecesarios y perjudiciales para el patrimonio¡±, como el ascensor que plante¨® el Ayuntamiento. La Alhambra reconoce que ha tenido durante d¨¦cadas un ¡°d¨¦ficit de comunicaci¨®n¡± para informar a sus visitantes de los caminos peatonales, aunque ahora los est¨¢ potenciando. De medios mec¨¢nicos no quiere ni o¨ªr hablar.
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