La Mediateca, un patrimonio ¨²nico en peligro
El cierre del archivo visual de CaixaForum demanda una respuesta p¨²blica inmediata
Este d¨ªa 15, la Mediateca de CaixaForum anunciaba en Facebook su cierre digital e indicaba que los contenidos de este important¨ªsimo archivo de divulgaci¨®n y documentaci¨®n de la cultura audiovisual y multimedia, ¨²nico en Catalu?a como en Espa?a y en tantos lugares, se pueden seguir consultando f¨ªsicamente, un eufemismo para cualquiera que se acerque a sus instalaciones en Montju?c. Hay que pasar muchos filtros para acceder a la Mediateca, cuyos hasta hora transparentes cristales de acceso han sido sustituidos por otros opacos. La Mediateca, cerrada. Parece imposible. Tanto como que una Obra Social lo anuncie por Facebook y basta.
Hay que reclamar que lo que queda del sistema p¨²blico cultural reaccione y tome de inmediato cartas en el asunto. Estamos hablando de un archivo visual y sonoro, am¨¦n de bibliogr¨¢fico, imponente, que solo en t¨¦rminos de uso f¨ªsico ha llegado a sumar 100.000 usuarios al a?o. O sea, el estadio al completo del Bar?a. Much¨ªsimos son j¨®venes, estos j¨®venes que puede que no nos lean en los peri¨®dicos ni miren las noticias de la tele pero que saben lo que han buscado y encontrado en la Mediateca: referentes, pasados y presentes, para su forma de entender y dar forma a lo que perciben y viven. Y no digamos la de consultas que la Mediateca ha acumulado virtualmente, en esa web que ya est¨¢ cancelada y que usted, lectora, lector, que ahora mismo quiere comprobar qu¨¦ pasa con ella o que por curiosidad de algo que no ha visto nunca quiere consultar, ya no puede calibrar el alcance de su contenido.
La Mediateca consta todav¨ªa en tantos enlaces externos de entradas de la Wikipedia dedicadas a algunos de los m¨¢s reconocidos exponentes del videoarte, ya sean Bill Viola, Dan Graham o nuestro Muntadas. Unos enlaces que si se quedan mudos unos d¨ªas m¨¢s se van a desintegrar del todo, van a desaparecer de estas referencias internacionales y, peor a¨²n, no podr¨¢n ser recuperados, los wikipedistas no est¨¢n para agujeros negros. Y este es un agujero negro que no se merece una iniciativa empezada hace veinte a?os y que, por su trabajo en red, es uno de los exponentes del potencial creativo y divulgativo catal¨¢n, barcelon¨¦s en concreto, tanto como lo es el Sonar.
Atentos como estamos a las redes institucionales, se nos escapa una y otra vez que el ¨¢nimo cooperativista y de acci¨®n directa es uno de los m¨¢s propios de lo catal¨¢n. Si no lo tenemos presente, no se explican ni las 3.000 organizaciones en todo el territorio de ayuda y soporte mutuo entre las personas ante la dureza extrema de la crisis econ¨®mica, ni tampoco se explican realidades tan espl¨¦ndidas como el Sonar, s¨ª, y tambi¨¦n esta Mediateca crecida al amparo de una Obra Social, el honorable concepto fundacional de las cajas de ahorro.
Conseller Mascarell, esto no le puede pasar desapercibido. Ni al regidor Ciurana. Ni a los patrones del Macba, por m¨¢s problemas que tengan con el museo. La Mediateca debe quedarse en Barcelona y pasar declaradamente a ser servicio p¨²blico. Escribo como profesora de Comunicaci¨®n Audiovisual de la UPF. Mis j¨®venes alumnos necesitan la Mediateca. En el futuro habr¨¢n de componer los planos y los relatos de lo que pasa y del arte que quieran y puedan crear, en cine como en televisi¨®n y en tantas pantallas, pues incluso con crisis larga as¨ª ser¨¢ por m¨¢s que ahora les cueste creer que alg¨²n trabajo encontrar¨¢n. Necesitan acceder por ejemplo a la singular e imprescindible historia del cine elaborada de manera virtual por Eugeni Bonet, una panor¨¢mica que va desde el cine experimental al cine familiar. O a tantos de los documentos visuales reunidos por el informado y plural divulgador Antoni Mercader y tantas de las gentes que han construido la Mediateca desde 1994.
Hay que ponerse las pilas y salvar la Mediateca, que no cuesta tanto en t¨¦rminos presupuestarios, en los ¨²ltimos tiempos la llevaban cuatro personas (hab¨ªan llegado a ser 13). Tenemos en cambio bastante que perder sin ella. La Mediateca es una escuela de la mirada. En estos tiempos, saber mirar de forma contempor¨¢nea, sin las muletas visuales llenas de rutinas, sectarismo y excrementos hoy como en el pasado reciente, es tan necesario como salvar la sanidad y la educaci¨®n p¨²blicas.
Merc¨¨ Ibarz es escritora
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