Madrile?os en la corte del sol
La familia madrile?a Quir¨®s son los funambulistas del Circo del Sol Pertenecen a la quinta generaci¨®n de una estirpe de acr¨®batas
Sus recuerdos llegan hasta un bisabuelo que iba para cura, pero se enamor¨® de una trapecista. M¨¢s all¨¢ de eso, ninguno de los tres hermanos Quir¨®s sabe decir exactamente qui¨¦n fue el primer artista circense de la familia. Lo que est¨¢ claro es el presente. Vicente, Roberto y ?ngel, funambulistas y madrile?os, se estrenan con el Circo del Sol este fin de semana ante su p¨²blico con Kooza. Son la quinta generaci¨®n de una estirpe de artistas circenses. Su padre era trapecista y su madre cantaba flamenco.
Andan por el alambre como quien pisa sobre suelo firme. Al ver a uno de ellos pasear por esa fina cuerda, mientras los que est¨¢ esperando en al atril charlan, da la sensaci¨®n de que la de funambulista sea la profesi¨®n m¨¢s f¨¢cil del mundo. Tal vez por eso son unos de los mejores en lo suyo. Fueron los primeros que se dedicaron a correr, saltar, bailar e incluso luchar con sables sobre la cuerda floja, en lugar de arrastrar los pies por ella.
Y quiz¨¢ por ese motivo el Circo del Sol los tuviera en su lista de posibles incorporaciones desde mucho antes de que ellos entraran a formar parte de la compa?¨ªa canadiense, que contrata a sus artistas mediante observadores. Ellos ficharon por la compa?¨ªa canadiense en 2007, cuando se ide¨® Kooza. El espect¨¢culo desembarca en Europa despu¨¦s de la gira por Jap¨®n y Estados Unidos.
Kooza representa la vuelta al circo m¨¢s tradicional, sin olvidar la grandiosidad y el impacto habitual en el Circo del Sol. Los payasos y las acrobacias son los protagonistas. Los Quir¨®s encajaban perfectamente en este concepto. Ellos y la rueda de la muerte, una inmensa estructura con dos circunferencias en los extremos en los que los colombianos Ibarra y Sol¨ªs realizan piruetas mientras gira a una velocidad de v¨¦rtigo. Es la sexta vez que el Circo del Sol desembarca en Madrid. Alguno de sus componentes le ha cambiado el nombre por el circo de la lluvia, por el temporal que les ha recibido a su llegada a la capital.
Despu¨¦s de recorrer varios pa¨ªses los Quir¨®s llegan a su casa. Esta vez son ellos los que menos extranjeros se sienten dentro de la veintena de nacionalidades que componen el circo. Cuando acaba su sesi¨®n matutina de ensayos comentan el partido de f¨²tbol del d¨ªa anterior, en el que el Real Madrid endos¨® tres goles al Barcelona, y Roberto exclama que tiene ganas de comerse un buen cocido madrile?o. ¡°Estamos muy nerviosos. Va a ser lo m¨¢ximo actuar delante de nuestro p¨²blico¡±, reconoce. ?l, con sus 43 a?os, es el peque?o y m¨¢s charlat¨¢n. Entre los asistentes al estreno habr¨¢ muchos familiares, como el abuelo de 96 a?os.
Vicente, el mayor con 51 a?os que nadie dir¨ªa que tiene, es el m¨¢s mand¨®n. No lo dicen sus hermanos, lo admite ¨¦l mismo: ¡°pero bueno, es solo al ensayar, luego en seguida se nos pasa¡±. Son perfeccionistas incluso cuando posan para las fotos sobre el alambre. Despu¨¦s del click Roberto se?ala a Vicente que se ha subido demasiado deprisa sobre los hombros de ?ngel.
Vuelta a las ra¨ªces
- Es la sexta vez que el Circo del Sol act¨²a en Madrid. La ¨²ltima fue en 2012 con la gira homenaje a Michael Jackson
- Este espect¨¢culo supone la vuelta a las ra¨ªces circenses. Los payasos y los acr¨®batas son los protagonistas
- Kooza proviene de una palabra s¨¢nscrita que significa ba¨²l. Para el creador, el montaje se concibe como una caja de la que van saliendo los artistas.
- Llega a Madrid despu¨¦s de la gira por Estados Unidos y Jap¨®n. En enero comenz¨® su tour europeo en el Royal Albert Hall de Londres
- Una de las actuaciones estrella es la rueda de la muerte
Los tres crecieron entre la calle del Oso y Rodas, en Embajadores, y fueron al colegio de Nuestra Se?ora de la Paloma. En un cierto punto, su padre dijo ¡°Basta ya de jugar, ahora a ensayar. Vosotros tres, al alambre y vuestra hermana, al contorsionismo¡±.
Nunca se olvidar¨¢n es de la sensaci¨®n cuando abandonaron el cable que solo se alza medio metro del suelo en el que ensayan y se subieron al de verdad. La reacci¨®n fue distinta en cada hermano. A Roberto, la responsabilidad se le baj¨® a las piernas: ¡°sent¨ªa que me pesaban 1.000 kilos¡±. A Vicente se le subi¨® a la cabeza: ¡°se me salieron los ojos de las ¨®rbitas¡±. ?ngel prefiri¨® autointerrogarse: ¡°¡¯?Qu¨¦ estoy haciendo yo aqu¨ª?¡¯, pens¨¦ para mis adentros¡±. El resultado en los tres casos fue el mismo. Valor y al alambre.
Tantas ganas tienen de lucirse frente a la audiencia m¨¢s exigente, la suya, que han aprovechado todos sus d¨ªas para seguir ensayando. Resulta extra?o que los ganadores del Payaso de Oro del festival de Montecarlo, la m¨¢xima distinci¨®n para un artista circense, sigan sintiendo tanta presi¨®n antes de salir a la arena. ¡°Despu¨¦s del debut, todo estar¨¢ bien, ya estaremos tranquilos¡±, asegura Vicente. ¡°Ya podremos ir a comer cochinillo y tapas¡±, le secunda Roberto.
Dos de sus hijos han nacido cuando ellos formaban ya parte del Circo del Sol. A algunos les atrae la idea de formar parte de la sexta generaci¨®n de los Quir¨®s en el mundo circense. Vicente aventura que la mayor ha sacado el don de la canci¨®n de su abuela y que la peque?a puede que s¨ª siga sus pasos. ?ngel, el que es, o al menos aparenta, ser el m¨¢s calmado de los tres, sentencia: ¡°Yo quiero que sean lo que quieran¡±. Tal vez no quiere que pase con su descendencia lo que sucedi¨® con ¨¦l.
Una posible carrera como futbolista en el Real Madrid se vio cercenada desde el principio por el empe?o de su padre en que se dedicara al funambulismo, que le ocult¨® la carta de admisi¨®n en el equipo blanco durante seis a?os. ¡°Me lo confes¨® cuando era demasiado tarde¡±, explica ?ngel con algo de resentimiento.
El Circo del Sol llam¨® varias veces a su puerta antes de que ellos dijeran s¨ª. Cre¨ªan que a¨²n no era el momento. Los hermanos piensan que aportan ¡°temperamento espa?ol¡± al espect¨¢culo. ¡°Nosotros gritamos en el escenario, nos re¨ªmos durante el show y nos exigimos mucho. Cuando salgo de escena y pienso que no me han aplaudido mucho, me siento mal¡±, apunta Roberto. Vicente cree que han llegado a lo m¨¢s alto: ¡°Aqu¨ª tienes las mejores condiciones. Te sientes un artista¡±.
Nervios y respeto. Concentraci¨®n y fuerza. Emoci¨®n y riesgo. Estos son los elementos que los Quir¨®s ofrecer¨¢n esta noche y las sucesivas en la?arena madrile?a. Ellos est¨¢n deseando mostrar en su ciudad lo que comenz¨® como una ilusi¨®n cuando acud¨ªan de peque?os con su madre a los espect¨¢culos circenses.
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