Canonj¨ªas en la Diputaci¨®n
?Pueden trabajar los alcaldes de Badalona, Sant Cugat o Granollers a plena dedicaci¨®n en la Diputaci¨®n?
No necesitaron m¨¢s de 20 segundos. Los portavoces de CiU, PSC, ERC, PP e ICV-EUiA en la Diputaci¨®n de Barcelona fueron r¨¢pidos para aprobar el pasado jueves ¡ªpor unanimidad y sin debate¡ª cu¨¢les son los 31 cargos p¨²blicos (alcaldes y concejales) que cobrar¨¢n dedicaci¨®n exclusiva. Percibir¨¢n entre 3.700 y 8.200 euros brutos al mes, 14 pagas, por unos plenos que apenas duran una hora. Pura canonj¨ªa, sin necesidad de vestir roquete y muceta, pero con todos los atributos que la sabidur¨ªa popular confiere al cargo: sosiego, comodidad e ingresos garantizados con un esfuerzo razonablemente escaso.
La decisi¨®n del ente provincial se tom¨® el ¨²ltimo d¨ªa del pontificado de Benedicto XVI. El Papa ¡ªel ¨²nico con capacidad para crear o disolver cap¨ªtulos catedralicios¡ª part¨ªa hacia su retiro de Castel Gandolfo, mientras, como si de un sentido homenaje se tratara, los diputados barceloneses decid¨ªan quienes de entre ellos iban a ser can¨®nigos lectorales, magistrales, doctorales o penitenciarios.
Con una devoci¨®n similar a la que el magistral Ferm¨ªn de Pas profesa en la novela La Regenta, los cargos provinciales han abrazado la dedicaci¨®n exclusiva con 14 pagas, ni una menos que no est¨¢n los tiempos para rebajar planteamientos, aunque sea cuaresma. Para sacrificios penitenciales ya est¨¢n los empleados p¨²blicos, que este a?o volver¨¢n a ver recortados sus ingresos por lo menos en una paga.
?Qui¨¦nes son los beneficiarios del reparto? Pues gentes de todos los partidos. 14 ejercen como alcaldes y 17 son concejales, por lo que la dedicaci¨®n a la Diputaci¨®n Provincial dif¨ªcilmente podr¨¢ ser exclusiva. Pero como no les est¨¢ permitido cobrar dos sueldos p¨²blicos, han decidido renunciar al de su ayuntamiento para aumentar su salario gracias a la dedicaci¨®n plena en la Diputaci¨®n. En ambos casos paga el erario p¨²blico.
Tal vez el inter¨¦s de los representantes del vetusto ente provincial consiste en invertir la tendencia de la econom¨ªa espa?ola en 2012, que registr¨® un desplome de la remuneraci¨®n de los asalariados ¡ªun 8,5%¡ª , mientras que los excedentes empresariales aumentaban en un 1,4%. Pero dejando las voluntariosas intenciones reequilibradoras, no deja de sorprender la capacidad de trabajo de algunos pol¨ªticos en su carrera por alcanzar la catalana cima de la cultura del esfuerzo. Por ejemplo, se puede ser alcalde de Badalona y cobrar dedicaci¨®n exclusiva de la Diputaci¨®n de Barcelona; o serlo de Sant Cugat, Igualada o Granollers y hacer otro tanto.
En total, lo que perciben esa treintena de hombres y mujeres dedicados en cuerpo y alma al prometedor ente provincial son 2,6 millones de euros al a?o, una cantidad que pasar¨ªa desapercibida en una sociedad que no estuviera convulsionada por la crisis y por los agravios comparativos. La actual situaci¨®n requerir¨ªa que mantuvieran silencio algunos pol¨ªticos que desde el p¨²lpito, como si de can¨®nigos magistrales se tratara, glosan a diario la cultura del esfuerzo, recuerdan que la ciudadan¨ªa ha vivido por encima de sus posibilidades y proclaman que debe llegar el fin de la sopa boba a la que ellos, sin demasiado sentido cr¨ªtico, se entregan con tanto placer.
La lucha no ya por ejemplificar la austeridad, sino contra la mera corrupci¨®n se ha quedado en el terreno de la sem¨¢ntica: no solo siguen en su cargo parlamentarios con una imputaci¨®n judicial, sino que ascienden sin esc¨¢ndalo ¡ªen consonancia con sabio t¨¦rmino romano removeatur ut promoveatur¡ª algunos con tres imputaciones, como el reci¨¦n elegido vicepresidente primero de la Diputaci¨®n de Barcelona y alcalde de Cercs (Bergued¨¤).
El presidente Mas dijo esta semana en el pleno del Parlament que no se puede obligar a dimitir a un cargo p¨²blico aunque est¨¦ judicialmente imputado, porque si luego resulta que es inocente la venganza ya ha echado por la borda su trayectoria pol¨ªtica. ¡°No podemos hacer como en el far-west¡±, ejemplific¨® el presidente de la Generalitat para reivindicar la presunci¨®n de inocencia frente a los deseos de venganza. Curiosamente Mas tambi¨¦n recurri¨® al lejano oeste en 2009, cuando estall¨® el caso Pretoria. Mientras, proliferan los cuatreros.
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