Xabar¨ªn forever

Para los que crecimos con el blanco y negro franquista del ¡°vamos a la cama que hay que descansar para que ma?ana podamos madrugar¡± y el color de la transici¨®n, los poemas de Gloria Fuertes y el ¡°Un globo, dos globos tres globos¡± conocer al Xabar¨ªn fue una segunda infancia, un viaje de regreso a la patria del hombre a ritmo de rock, pop, wifi, internet y tabletas. La oportunidad ¨²nica de escuchar hablar como nosotros, en nuestra lengua, a Vikie el Vikingo o a la Abeja Maya. Para nuestras hijas e hijos, el manga de Son Goku, Dragon Ball y sus incomprensibles sagas y giros argumentales o que Xabar¨ªn te felicite por tu cumplea?os, es la normalidad.

Xabar¨ªn Club aporta la prueba incontrovertible de c¨®mo hacer televisi¨®n para ni?os sin tratarlos como si fueran cr¨ªas de mascotas o el perro del tal Paulov. Se puede entretener y educar a los ni?os como si fueran seres racionales, con quien se puede hablar y con quien se puede razonar de manera normal. Ense?arles cosas ¨²tiles para que puedan vivir como quieran, o explicarles valores cr¨ªticos para su educaci¨®n como la amistad, la solidaridad o la tolerancia. Todo ello sin tratarlos como un p¨²blico objetivo a quien hay que colocar una marca, una camiseta, un peinado y un dise?o de pantal¨®n para que hablen igual, piensen igual, sientan igual, consuman igual e incluso voten igual. Frente al modelo de hipermercado y producci¨®n y consumo masivo del Club Disney, nuestro Xabar¨ªn aguanta como su admirado Asterix resist¨ªa frente a la uniformidad y la disciplina militar del imperio romano.

Xabar¨ªn simboliza tambi¨¦n el final de todas las guerras de nuestras infancias contra el gallego que se hablaba en casa y te quitaban en la escuela. Crecer ha dejado de ser ir abandonando el gallego familiar para pasarte al castellano de la calle como requisito imprescindible para abrir las puertas de la universidad, la administraci¨®n o la empresa. Nuestras hijas e hijos han crecido con Xabar¨ªn en paz con su lengua.

Xabar¨ªn ofrece un ejemplo de lo que los gallegos somos capaces de inventar cuando nos dejan un poco en paz. M¨¢s de cien mil socios, las multitudinarias Xabaxiras, mercadotecnia alternativa e imaginaci¨®n llevando la marca Galicia por el mundo globalizado de la televisi¨®n. Toda una generaci¨®n de gallegas y gallegos agitada por el personaje dibujado por Miguel Anxo Prado y movido por los hilos del talento creativo de Suso Iglesias, Manolo Rom¨®n, o Alberte Casal. Todos ellos son Clodio, Tareixa, Ux¨ªa, Xonxa ou Carolo. Todos somos sus padres inexpertos guiados por nuestros hijos hacia el mundo interconectado e interactivo del siglo XXI.

De todos los recuerdos que guardo de ver crecer a mi hija Mari?a, uno de los mejores ser¨¢ siempre el viajar en el coche rumbo a las playas de A Mari?a con alguno de los cedes de ¡°A Cantar con Xabar¨ªn¡± en el reproductor. Sonaban Siniestro Total, Heredeiros da Crus, Aerol¨ªneas Federales, Naci¨®n Reixa, Os Diplom¨¢ticos de Monte Alto, Killer Barbies, Yellow Pixoli?as, Blood Filloas o grupos portugueses, brasile?os, caboverdianos y de pa¨ªses lus¨®fonos africanos que jam¨¢s habr¨ªamos conocido o escuchado ni no fuera por Xabar¨ªn. El padre que no ha cantado alguna vez con sus hijos, no sabe lo que se est¨¢ perdiendo.

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