Si no se puede trasladar... se sierra
El Ayuntamiento de Galapagar desmantela una escultura sin avisar al autor
¡°Estaban cortando el hierro con una sierra radial, fue tremendo¡±, describe el escultor Jes¨²s Gironella el momento en el que la semana pasada lleg¨® a Galapagar, tras recibir la llamada de un amigo, y contempl¨® c¨®mo unos operarios municipales desmantelaban su obra Reloj de la Edad de Piedra, que don¨® al Ayuntamiento en 2001. Bastaron dos d¨ªas para destruir lo que el artista tard¨® un a?o en crear. La obra, una inmensa pir¨¢mide de varios metros de altura, con estructura de hierro, y una piedra de granito de 2.000 kilos en su interior, sujeta por un cable de acero, adornaba el exterior del centro cultural La Pocilla. Todo material reciclado. Pero lo que hace 13 a?os inaugur¨® el entonces concejal de Cultura, Jes¨²s Lapuente, el D¨ªa del Medioambiente, se hab¨ªa transformado en un estorbo de complejo traslado, por sus dimensiones y por la base de hormig¨®n a la que estaba anclada. El Consistorio necesitaba el espacio para ampliar el aparcamiento o construir una terraza para el solaz de los vecinos.
¡°Cuando vi la escultura hecha trozos sent¨ª dolor, porque era un canto a la naturaleza que me llev¨® mucho tiempo y trabajo, y pensaba que despu¨¦s de todos estos a?os estaba ya enraizada en el lugar y el paisaje¡±, confiesa Gironella. Recuerda el apoyo que recibi¨® de Lapuente mientras constru¨ªa la escultura. Incluso cont¨® con trabajadores del Ayuntamiento que le ayudaron en las labores de encofrado. ¡°Como otras muchas de mis obras, era ante todo una ofrenda al cielo, a la naturaleza, una plegaria por la lluvia¡±, describe. ¡°La escultura de Gironella dialoga con el paisaje, con la sierra de Guadarrama que se divisa al fondo y sirve de marco para la escultura¡±, prolog¨® el fil¨®sofo y profesor de la escuela de Arquitectura de Madrid, F¨¦lix Ruiz de la Puerta, en el cat¨¢logo que se edit¨® con motivo de la inauguraci¨®n de la obra.
Hace tres meses, el municipio se puso en contacto con Gironella para comentarle los planes, aseguran fuentes municipales. Por lo tanto, puntualizan, ten¨ªa conocimiento de lo que iba a ocurrir. ¡°Es verdad que me llam¨® la directora del centro cultural¡±, corrobora Jes¨²s Gironella, aunque no puede determinar el tiempo transcurrido. ¡°Me dijo que quer¨ªan trasladar la escultura unos metros. Le contest¨¦ que me avisaran porque era muy complicado debido a que la pir¨¢mide estaba anclada en hormig¨®n¡±, relata el artista. Y ah¨ª qued¨® todo, seg¨²n su versi¨®n. Gironella visit¨® Galapagar hace unos 15 d¨ªas ¡°por casualidad, llevaba a?os sin ir¡±. La escultura continuaba en su sitio, lo que le llev¨® a pensar que el cambio de ubicaci¨®n se habr¨ªa parado. ¡°Se hacen tantos planes que luego quedan en nada que ni me preocup¨¦¡±, comenta.
¡°Era imposible trasladarla por la base de hormig¨®n¡±, mantienen desde el Ayuntamiento. ¡°Algo que ya advert¨ª yo¡±, replica Gironella. Por otra parte, a?ade el mismo portavoz municipal, no se tiene constancia de que exista ninguna donaci¨®n de la obra. ¡°Yo de eso la verdad es que s¨¦ poco. Solo que le dije al anterior concejal de Cultura que la donaba y ¨¦l me coment¨® que ya se encargaba ¨¦l del papeleo. Si lo hizo o no, no lo s¨¦¡±, responde el escultor, que ya tuvo problemas hace a?os en Alcorc¨®n con otra escultura que el Ayuntamiento le hizo retirar.
Una vez reposado el disgusto, el artista quiere pensar en positivo y c¨®mo su obra no ha podido ser ¡°verdaderamente eterna¡±, como hubiera sido su deseo. Ha propuesto al Consistorio rescatar y conservar la piedra de este ¡°reloj¡±, que podr¨ªa ser el germen de una nueva creaci¨®n ya que la anterior no pudo ser. ¡°Ser¨ªa una salida digna para el arte que busca crear armon¨ªa y ejercer la creatividad, a¨²n en las circunstancias m¨¢s adversas, como las que rodean este final del reloj¡±, concluye.
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